Félix Bolaños y varios senadores protagonizaron un tenso enfrentamiento en la Cámara Alta, marcado por acusaciones cruzadas de corrupción, machismo, falta de imparcialidad institucional y supuesta connivencia entre PP y Vox.
La sesión de control al Gobierno vivida en el Senado terminó convirtiéndose en uno de los enfrentamientos más tensos de la legislatura.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, respondió a una batería de preguntas formuladas por senadores de Vox y del Partido Popular en un clima cargado de acusaciones de corrupción, cuestionamientos sobre la independencia institucional y críticas al rumbo político del Ejecutivo.
El intercambio dejó momentos de tensión no solo entre los grupos, sino también entre Bolaños y el propio presidente de la Cámara.
La primera intervención correspondió a la portavoz del Grupo Mixto, quien preguntó directamente: «¿Teme el Gobierno lo que puedan declarar los altos cargos socialistas investigados por corrupción?».
Bolaños respondió con calma, pero recurriendo a la ironía: «Formula usted la misma pregunta que formula el Partido Popular, que hicieron la semana pasada, que repite cualquier dirigente del Partido Popular o de Vox.
Por economía procesal doy por reproducidas todas las respuestas anteriores».
De inmediato, lanzó una réplica política: «¿Cuándo van a absorber ustedes definitivamente al Partido Popular para convertirse en una única fuerza política?».
La senadora replicó con dureza. «Usted es el típico que se viene arriba, pero que si le quitas la cartera de ministro se queda en nada».
Acusó al Gobierno de estar inmerso en “una guerra entre clanes”, calificó al PSOE de “organización criminal”, habló de “manzanas podridas” y cuestionó la solidez moral del Ejecutivo.
También enumeró una serie de casos judiciales y procesos abiertos, citando la condena al exfiscal general del Estado, la imputación de familiares del presidente y la reciente entrada en prisión de un exdirigente socialista.
«Un Ábalos que es probable que se derrumbe en prisión…», insistió, antes de afirmar que las revelaciones que rodean su figura podrían dejar “migas de pan” capaces de conducir al presidente del Gobierno.
La senadora concluyó su intervención con un ataque directo: «Menuda inventada la vuestra, señor Bolaños. Menuda sinvergonzonería y cara dura». El ministro respondió señalando la coincidencia argumental entre la senadora y el Partido Popular: «Dicen exactamente lo mismo».
Además, acusó a Vox de ejercer “chantaje” sobre el PP y puso como ejemplo la llegada del nuevo gobierno valenciano, al que calificó de «institución dirigida por Vox a través de un hombre de paja».
Para reforzar su argumento, criticó decisiones adoptadas en esa comunidad, como la eliminación de determinadas políticas de emergencia o de igualdad, asegurando que la derecha acepta la agenda de la ultraderecha.
A partir de ese punto, el debate se tensó. El presidente del Senado interrumpió al ministro para recordarle el artículo 103 del reglamento y le pidió que se ciñera a la pregunta.
Bolaños replicó: «La presidencia de esta Cámara ha de ser imparcial, cosa que usted no es». El presidente le respondió con contundencia, lo que generó un nuevo cruce verbal.
«Le agradezco que salga en defensa de Vox y que demuestre que Partido Popular y Vox son uno», concluyó el ministro, provocando murmullos en la Cámara.
En la pregunta posterior, el senador del Partido Popular retomó la dinámica de confrontación. «Aquí se ríen de usted, señor Bolaños», afirmó, evocando un episodio reciente en Murcia.
Acusó al ministro de no tener una política penitenciaria más allá de la relación con determinadas fuerzas independentistas y criticó lo que denominó “política fiscal al servicio del hermanísimo”.
También sugirió que asuntos relativos a la inmigración y la igualdad estaban condicionados por “relaciones estrechas” con sectores vinculados a redes de prostitución, expresión que generó controversia inmediata.
En su respuesta, Bolaños exigió al senador que retirara esa expresión: «Le ruego que retire la enorme machistada que acaba de pronunciar».
Lo acusó de “supurar machismo y clasismo”, y, nuevamente, subrayó la supuesta convergencia entre PP y Vox: «La respuesta que he dado a Vox sirve perfectamente para ustedes».
Afirmó que, a diferencia de la oposición, el PSOE sí actúa cuando detecta casos de corrupción interna: «Pedimos responsabilidades, pedimos el acta, apartamos del partido y colaboramos con la justicia».
Añadió que el Gobierno ha puesto en marcha planes anticorrupción y defendió que la Justicia debe actuar “con todo respeto y colaboración”.
El senador del PP, lejos de suavizar el tono, lanzó una advertencia enigmática: «Yo le pediré que cese usted algunos de sus compañeros dentro de las próximas semanas cuando se hagan públicas determinadas informaciones.
¿Le queda claro el mensaje?». También replicó que fue su partido quien denunció casos de corrupción en España y criticó la falta de recursos en las reformas de justicia impulsadas por el Ejecutivo. Remató: «Usted no es tomado en serio por nadie».
La última intervención de Bolaños dejó uno de los momentos más comentados del debate: «¿Quién les pasa a ustedes esa información de la que presumen? ¿La UCO? ¿La Fiscalía? ¿La judicatura? ¿La Policía Nacional?».
Sugirió la posibilidad de que alguien esté filtrando datos reservados a la oposición y acusó al PP de “hacer gala de información subterránea”.
En el tramo final, defendió los datos económicos del país, destacando la cifra de paro más baja en 18 años y las previsiones de crecimiento internacional.
El choque dejó una sesión bronca, marcada por acusaciones cruzadas y un tono inusualmente confrontativo incluso para la política española.
El clima refleja el grado de tensión institucional que atraviesa el país y la profunda distancia entre Gobierno y oposición en plena etapa de inestabilidad política.
