El desfile de la Legión Española del 12 de octubre destacó por la disciplina de sus soldados y la emoción del público, que se congregó para rendir homenaje a esta unidad histórica.

El 12 de octubre, una fecha que resuena con orgullo y patriotismo en el corazón de España, se celebró un evento que atrajo la atención de miles: el desfile de la Legión Española.
Este año, la ocasión fue particularmente especial, no solo por la demostración de fuerza y disciplina que caracteriza a esta unidad militar, sino también por la presencia del emblemático borrego ‘Baraka’, la mascota que ha conquistado el cariño del público.
Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente se llenó de expectación. Familias, jóvenes y veteranos se congregaron en las calles, ansiosos por ser testigos de un espectáculo que trasciende lo militar.
La Legión, conocida por su espíritu de camaradería y su compromiso con la defensa de la patria, se presentó ante un público entusiasta, dispuesto a rendir homenaje a sus hombres y mujeres.
El desfile comenzó con la llegada de la escuadra de gastadores, una unidad que simboliza la valentía y la tradición. Al mando del coronel Rafael Sánchez Barriga Marín, los legionarios marcharon con paso firme, sus uniformes reluciendo bajo el sol.
La música de la banda de guerra resonaba en el aire, creando una atmósfera de solemnidad y celebración. El público, con banderas en mano, vitoreaba a los soldados, quienes respondían con sonrisas y saludos.
Pero lo que realmente robó el show fue ‘Baraka’, el borrego que acompaña a la Legión desde hace años. Su nombre, que significa “suerte” en árabe, se ha convertido en un símbolo de buena fortuna para los legionarios.
Durante el desfile, Baraka marchó orgullosamente junto a sus compañeros, causando risas y aplausos entre los asistentes. La conexión entre el animal y los soldados es palpable; Baraka no es solo una mascota, es un miembro querido de la familia legionaria.

La historia de la Legión Española es rica y compleja. Fundada en 1920 por el entonces ministro de la Guerra, José Villalba Riquilme, la unidad fue creada para integrar a los extranjeros que deseaban servir a España.
Desde sus inicios, la Legión ha estado presente en numerosas campañas y conflictos, convirtiéndose en un pilar fundamental de las Fuerzas Armadas españolas.
Cada año, en el desfile del Día de la Fiesta Nacional, la Legión reafirma su compromiso con la nación y su disposición a servir.
A medida que avanzaba el desfile, los espectadores pudieron apreciar la diversidad de las unidades que componen la Legión. Desde la plana mayor hasta la compañía de servicios, cada grupo mostró su destreza y profesionalismo.
La unidad de música, con sus melodías vibrantes, elevó el espíritu del evento, recordando a todos los presentes la importancia de la tradición y el honor en el servicio militar.
El desfile no solo es una exhibición de fuerza, sino también una oportunidad para recordar la historia y los valores que han guiado a la Legión a lo largo de los años.
Los legionarios, con su lema “Viva la muerte”, encarnan un espíritu de sacrificio y dedicación que resuena con muchos españoles. Este compromiso se refleja en cada marcha, en cada saludo y en cada sonrisa que comparten con el público.
El evento culminó con una exhibición de fuegos artificiales, iluminando el cielo nocturno y simbolizando la esperanza y el futuro de la Legión. Los aplausos resonaron en el aire, un reconocimiento sincero del público hacia aquellos que arriesgan sus vidas por la seguridad de la nación.
La conexión entre los soldados y los ciudadanos se hizo evidente, un recordatorio de que, en última instancia, todos compartimos un mismo destino.
A medida que la multitud comenzaba a dispersarse, los rostros de alegría y orgullo eran evidentes. El desfile de la Legión y la presencia de Baraka habían dejado una huella imborrable en el corazón de quienes asistieron.
Este evento no solo celebró la historia y la tradición, sino que también unió a la comunidad en un sentimiento de respeto y admiración por aquellos que sirven.
En conclusión, el desfile de la Legión Española, con su rica historia y su simbolismo, continúa siendo un evento que despierta la curiosidad y el interés del público.
La figura de Baraka, el borrego que acompaña a los legionarios, añade un toque de calidez y cercanía a una ceremonia que, de otro modo, podría parecer distante.
Este año, como en muchos otros, el desfile no solo fue una celebración del pasado, sino también un compromiso renovado con el futuro, un recordatorio de que la Legión, con su espíritu indomable, sigue siendo un baluarte de valor y honor en España.
