Un diputado del Partido Popular defendió con firmeza a Vox y a Isabel Díaz Ayuso frente a las críticas del PSOE, generando ovaciones y un debate muy tenso en el Congreso.
En un acalorado debate en el Congreso de los Diputados, un destacado miembro del Partido Popular (PP) defendió con fervor a Vox y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, frente a las críticas del gobierno socialista.
La sesión comenzó con un minuto de silencio en honor a las víctimas de violencia machista y a los fallecidos en Gaza, un gesto que marcó el tono de un intercambio que rápidamente se tornó tenso.
“Hoy, al iniciar esta sesión, hemos recordado a las víctimas de violencia machista y a los que están sufriendo en Gaza.
Sin embargo, quiero enfatizar que no podemos permitir que se divida a la sociedad española en buenos y malos”, declaró el diputado, generando aplausos en el hemiciclo.
Su intervención se centró en la crítica a lo que consideró una manipulación del lenguaje por parte de la izquierda, que intenta imponer su narrativa en el parlamento.
“Ustedes, los socialistas, han llamado a Vox un ‘cáncer social’, pero ahora vienen a darnos lecciones de moderación. ¡Es ridículo!”, exclamó, mientras los miembros de su partido asentían con la cabeza.
“Es una tomadura de pelo que se nos acuse de extremismo cuando ustedes son los que han permitido que el nacionalismo se infiltre en las instituciones”.
El diputado continuó su diatriba, recordando las palabras de un exmiembro del PP, Juan Carlos Girauta, quien había declarado que no se sentaría a negociar con Vox.
“Fíjense cómo han cambiado las cosas. Ahora, quien estaba en ese partido, se encuentra defendiendo a Vox, mientras que otros que criticaron a Vox ahora se sientan con ellos y cobran”, subrayó, generando murmullos de aprobación entre sus colegas.
A medida que avanzaba el debate, el diputado no escatimó en críticas al gobierno de Pedro Sánchez. “Estamos viendo un deterioro institucional sin precedentes.
El hermano del presidente está en el banquillo de los acusados por prevaricación y tráfico de influencias, y eso es una vergüenza para todos nosotros”, afirmó, mientras los aplausos resonaban en el salón.
“Nosotros, como diputados, tenemos la responsabilidad de defender los intereses de España y de los españoles, no solo de nuestros territorios.
La soberanía española no puede ser delegada a los nacionalistas que buscan dividirnos”, insistió, refiriéndose a la reciente proposición de ley presentada por el PSOE en colaboración con Junts per Catalunya.
“Este tipo de acuerdos son un ataque directo a la unidad de España”, agregó, provocando una reacción enérgica de la bancada popular.
El diputado también abordó la cuestión de la violencia en Gaza, señalando que el dolor humano no debería ser utilizado como un arma política. “No podemos permitir que el sufrimiento se convierta en un espectáculo.
Todos somos seres humanos, y debemos solidarizarnos con todas las víctimas, sin importar su nacionalidad”, expresó con vehemencia.
En respuesta a sus críticas, el diputado socialista, Zaragoza, tomó la palabra, intentando desmarcarse de las acusaciones. “No se trata de dividir a la sociedad, sino de buscar soluciones a los problemas que nos afectan a todos.
La política debe ser un espacio de entendimiento, no de confrontación”, argumentó, aunque su intervención fue interrumpida por gritos de la oposición.
“¡Entendimiento! ¿Qué entendimiento han buscado ustedes con los nacionalistas? ¡Es un escándalo!”, replicó el diputado del PP, visiblemente frustrado.
“Ustedes han sido cómplices de una estrategia que solo busca desmantelar el estado español. Y eso, señores socialistas, es una inmoralidad”.
El debate continuó, con ambos lados intercambiando acusaciones y defendiendo sus posturas. La tensión en el ambiente era palpable, y cada intervención estaba marcada por aplausos y gritos del público asistente.
“No podemos olvidar que la historia nos ha enseñado que pactar con aquellos que quieren romper España es un camino peligroso”, concluyó el diputado del PP, dejando claro que su partido no cedería ante las presiones externas.
Al final de la sesión, la ovación del público fue ensordecedora, reflejando la polarización que existe en la política española actual.
Mientras los diputados abandonaban el hemiciclo, quedó claro que el debate no solo había sido un intercambio de ideas, sino un reflejo de las profundas divisiones que atraviesan la sociedad.
“La lucha por la unidad de España continúa, y nosotros estaremos aquí para defenderla”, sentenció el diputado, cerrando un capítulo más en la intensa saga política del país.
