Analistas políticos advierten que España podría enfrentar un colapso del sistema político, con elecciones generales que favorecen a VOX y podrían cambiar drásticamente la composición del Parlamento.
En un reciente análisis político, se ha planteado que España se encuentra al borde de un colapso del sistema, con elecciones generales inminentes que podrían cambiar drásticamente el panorama político del país.
Según Eurico y García Serrano, figuras destacadas en el debate político actual, se anticipa que el partido VOX podría superar el 22% de los votos en las próximas elecciones, lo que les permitiría obtener alrededor de 80 escaños en el parlamento.
Esta proyección, aunque ambiciosa, refleja un cambio significativo en la percepción pública y el apoyo a los partidos de derecha.
Eurico señala que, a medida que se acercan las elecciones en Extremadura, el PSOE enfrentará un “descalabro brutal”, lo que podría ser solo un indicio de lo que sucederá a nivel nacional.
“La evolución de VOX es clara, mientras que el PP se mantiene plano y con tendencia a la caída”, afirma. En este contexto, el PSOE, que aún no ha sufrido un castigo electoral suficiente, pronto comenzará a experimentar las consecuencias de su gestión.
Las proyecciones indican que, si el PP logra retener sus escaños actuales, podría considerarse un éxito. Sin embargo, la combinación de PP y VOX podría alcanzar entre 200 y 210 escaños, lo que obligaría a ambos partidos a entenderse.
La estrategia de VOX, según Eurico, debería ser no entrar en el gobierno, lo que podría ser una opción inteligente dada la presión que recibirían.
“Si el PP sigue como va, VOX podría no sentirse obligado a apoyar a Alberto Núñez Feijóo en la sesión de investidura”, advierte. Esto podría llevar a nuevas elecciones en un plazo de 60 días, perpetuando la crisis política.
El análisis de García Serrano destaca que España ha estado sufriendo una disolución de su conciencia nacional durante los últimos 50 años. “Hoy no hay conciencia nacional en España como sí la hay en Francia o Italia”, sostiene.
Esta falta de identidad nacional ha debilitado la cohesión social y política del país, lo que podría ser un factor determinante en el futuro de España.
Ambos analistas coinciden en que, tras el colapso del sistema, sería necesario reconstruir no solo la nación, sino también el sistema político en sí. “No se puede hacer en cuatro años, esto requiere un proceso largo y sostenido”, explica García Serrano.
La reconstrucción de la conciencia nacional es fundamental para establecer un nuevo sistema que responda a las necesidades del pueblo español.

Sin embargo, la llegada de un gobierno de derechas, con una mayoría aplastante, no garantiza estabilidad. “Al día siguiente, la izquierda estará incendiando las calles, responsabilizando a ese gobierno de toda la herencia que han dejado”, advierte Eurico.
La derecha, al asumir el poder, podría enfrentar una campaña de desprestigio sin precedentes, lo que complicaría su capacidad para gobernar eficazmente.
García Serrano añade que “la responsabilidad de los problemas actuales de España recaerá sobre la derecha, mientras que la izquierda, que ha declarado y perdido todas las guerras, se escudará en la propaganda”.
Esta dinámica podría llevar a una polarización aún mayor en la sociedad española, dificultando el diálogo y la colaboración entre diferentes sectores políticos.
En conclusión, el futuro político de España es incierto y está marcado por la posibilidad de un colapso del sistema actual. Con elecciones generales a la vista y un panorama electoral que favorece a los partidos de derecha, el país se enfrenta a un momento crítico en su historia.
La necesidad de reconstruir la conciencia nacional y el sistema político es más urgente que nunca, y el camino a seguir requerirá un esfuerzo colectivo y sostenido.
La pregunta que queda en el aire es si los líderes actuales están preparados para enfrentar estos desafíos y si el pueblo español estará dispuesto a apoyar un cambio significativo en su estructura política.