Alfonso Rojo denunció ante el Parlamento Europeo las crecientes restricciones a la libertad de prensa en España, acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de imponer censura y limitar el acceso a la información.
En un acto que resonó con fuerza en los pasillos del Parlamento Europeo, Alfonso Rojo, reconocido periodista español y defensor de la
libertad de prensa, compareció ante la Comisión de Peticiones para alzar su voz contra lo que él considera un asalto a la libertad informativa en España.
Su intervención no solo fue un llamado a la acción, sino una crónica de la desesperante situación que enfrentan los medios de comunicación en un país donde la censura parece estar al acecho. ¿Qué está pasando en España y por qué es crucial que Europa escuche?
Rojo comenzó su intervención con una afirmación contundente: “Ni nosotros ni ninguno de los medios que denuncian o investigan la corrupción hemos podido preguntar una sola vez en siete años en la rueda de prensa que se hace semanalmente en la Moncloa.”
Con estas palabras, el periodista puso de manifiesto la creciente opacidad del gobierno español y la dificultad que enfrentan los periodistas para acceder a la información.
La situación es alarmante, especialmente cuando se considera que figuras clave del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) están bajo investigación por corrupción, incluidos miembros cercanos al presidente del Gobierno.

El contexto de su intervención es igualmente inquietante. El nuevo reglamento del Congreso, presentado como una simple reorganización técnica, es, según Rojo, un intento directo de establecer la censura previa, una violación clara del artículo 20 de la Constitución Española.
Este artículo garantiza la libertad de expresión y el derecho a informar, principios que están siendo socavados bajo la apariencia de reformas administrativas.
Rojo enfatizó que este no es solo un problema español, sino un desafío que afecta a toda Europa, al vulnerar los derechos consagrados en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
“Defendemos que todos, también los periodistas incómodos, también los que critican y no dan masajes, tengan el derecho a informar”, afirmó con firmeza.
Este llamado a la inclusión y a la diversidad en el periodismo es fundamental en un momento en que la polarización y la censura amenazan la pluralidad de voces en los medios.
La libertad de prensa no es solo un derecho de los periodistas; es un derecho de los ciudadanos a estar informados, a recibir información veraz y sin filtros.

Rojo no se limitó a exponer la problemática; también hizo un llamado urgente a los eurodiputados presentes:
“Les pido que activen los mecanismos necesarios para frenar este atropello, que exijan explicaciones y que nos ayuden a proteger el derecho de los ciudadanos europeos a estar informados libremente.”
Este mensaje es un eco de la preocupación que comparten muchos en la comunidad europea sobre el estado de la democracia en España y en otros países donde la libertad de prensa está bajo amenaza.
La intervención de Alfonso Rojo es un recordatorio de que la lucha por la libertad de prensa es una batalla constante.
En tiempos en que las redes sociales y la desinformación prevalecen, es más importante que nunca proteger a aquellos que se atreven a cuestionar el poder y a buscar la verdad.
La democracia no puede existir sin un periodismo libre y valiente, capaz de desafiar a los que están en el poder y de informar al público de manera objetiva y precisa.
La importancia de esta lucha trasciende la política española. En un mundo cada vez más interconectado, lo que sucede en un país puede tener repercusiones en otros.
La censura en España puede ser un precedente para otros gobiernos que buscan silenciar a la prensa. Por lo tanto, la comunidad internacional debe prestar atención y actuar en defensa de la libertad de expresión.
Alfonso Rojo concluyó su discurso con una declaración poderosa: “Esto va de democracia y de libertad.” Estas palabras resuenan en un momento en que la confianza en las instituciones democráticas está siendo puesta a prueba.
La libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática; sin ella, el acceso a la información se convierte en un privilegio en lugar de un derecho.
La intervención de Rojo en el Parlamento Europeo no solo fue un grito de alerta, sino también un llamado a la acción para todos aquellos que valoran la libertad y la democracia.
Cada periodista que se enfrenta a la censura, cada medio que lucha por mantenerse a flote en un mar de desinformación, merece nuestro apoyo.
La defensa de la libertad de prensa es una responsabilidad colectiva, y es hora de que todos nos unamos para proteger este derecho esencial.
En conclusión, la intervención de Alfonso Rojo es un testimonio de la valentía y la determinación de aquellos que se niegan a dejarse silenciar. Su llamado a la acción es un recordatorio de que la lucha por la libertad de prensa es una lucha por la democracia misma.
Como ciudadanos europeos, debemos estar alertas y comprometidos con la defensa de nuestros derechos y libertades. La voz de Rojo es la voz de muchos, y es nuestra responsabilidad escuchar y actuar.