“El Hormiguero” celebró su programa número 3.000 con una noche cargada de emoción, recuerdos y confesiones de Pablo Motos sobre sus miedos al comenzar el formato.

El pasado lunes 27 de octubre, “El Hormiguero” alcanzó un hito histórico: 3.000 programas en antena. Una cifra que no solo refleja la longevidad de un formato único en la televisión española, sino también el compromiso y la pasión de todo su equipo.
Pablo Motos, Trancas, Barrancas, Marron y el resto de colaboradores convirtieron la noche en una auténtica celebración, con Laura Pausini como invitada estrella.
Pero más allá del confeti y la música, el programa dejó momentos de emoción, confesiones y recuerdos que demuestran que detrás del espectáculo hay historias humanas llenas de esfuerzo, miedo y superación.
Desde el inicio, Pablo Motos quiso que la ocasión fuera especial. “Vamos a darlo todo”, anunció nada más quitarse la americana, dejando claro que la noche prometía emociones a flor de piel.
Motos no se limitó a presentar el programa, sino que abrió su corazón al recordar los inicios del formato. “En la tele había sido guionista y cuando nos contrataron para hacer ‘El Hormiguero’ yo solo tenía el sueño de hacer un sketch.
Solo uno, porque no me gustaba la tele”, confesó. Entre risas y recuerdos, Pablo reveló la mezcla de ilusión y miedo que sintió al iniciar la aventura: “Grabando lo pasé realmente mal.
Le dije a mi equipo que ya había hecho lo que quería, pero siendo sincero tenía mucho miedo de que nos iban a echar pronto. El 90% de los formatos fracasan, y sin embargo estamos aquí”.

El presentador destacó que su éxito no se basa en copiar fórmulas de otros, sino en ser auténtico. “Intenté copiarme de otros pero no soy guay. No me salió. Si me emociono, lloro y si me río, río.
Sé que no le puedo gustar a todo el mundo, pero no tiene importancia porque la mayoría no se quiere ni a sí mismo. Lo que os digo de corazón es que este viaje es el más hermoso que he tenido en mi vida”, aseguró Motos, generando aplausos y muestras de cariño en plató.
La sinceridad de Pablo no solo sirvió para celebrar la cifra redonda, sino también para conectar con el público, recordando que detrás de la pantalla hay personas que sienten, temen y disfrutan al mismo tiempo.
Laura Pausini, invitada especial en esta ocasión, contribuyó a que la celebración fuera todavía más memorable. La cantante italiana no solo interpretó un cover de su éxito “Mi historia entre tus dedos”, sino que también se sinceró sobre aspectos más personales de su vida.
Entre risas, confesó sus pequeños enfados con su marido durante los conciertos, provocados por gestos de algunas fans en primera fila.
“No solemos enojarnos, me pasa a mí un poco más cuando las mujeres de la primera fila le miran o le hacen gestos calientes.
Yo no soy capaz de callarme en esos momentos y paro el show para preguntar. Si vienes a mi concierto es que le conoces a él, ¿cómo te permites hacer eso?”, relató Pausini, arrancando carcajadas y aplausos del público.

La cantante también compartió anécdotas con grandes estrellas internacionales como Jennifer López y Bono de U2, además de revelar su pasión por la gastronomía y el horóscopo, creando un ambiente cercano y divertido.
Su presencia contribuyó a que el programa combinara celebración, emoción y entretenimiento, manteniendo la esencia que ha caracterizado a “El Hormiguero” durante tres décadas de emisión.
Sin embargo, no todo fue risas y música. Marron, colaborador de ciencia, relató el que considera su peor momento en el programa.
Durante un experimento en directo con Tom Holland, que promocionaba la película “Spider-Man”, Marron sufrió un accidente que puso en riesgo su integridad física.
“Era caída libre y había una colchoneta de las de bomberos. Me preguntaron si lo quería hacer yo o si lo hacía un especialista y dije que lo haría yo. Lo ensayamos ya varias veces.
Me dio un latigazo cervical. Parecía un pato de los dibujos animados cuando lo zarandean”, explicó el experto, detallando la dureza del ensayo y el riesgo del directo.
El experimento consistía en ser lanzado desde ocho metros, atrapado por una red que simulaba la telaraña del superhéroe. “El día del directo pensaba ‘solo queda un salto’.
Tenía el cuello hecho polvo. Hicimos el experimento, sueltan la red y no me atrapan. Estuve una semana y pico muy mal”, confesó Marron, dejando a todos sorprendidos ante la valentía y dedicación del equipo de ciencia.

La celebración del programa 3.000 no se limitó a las historias personales. Todo el plató se llenó de confeti y una charanga acompañó al equipo, creando una atmósfera festiva y emotiva.
El montaje mostró la unión de todo el equipo y cómo, a pesar de los desafíos y el paso de los años, siguen manteniendo la frescura y cercanía que los espectadores han aprendido a valorar.
El hito alcanzado por “El Hormiguero” es más que un número: refleja la capacidad del programa para adaptarse, innovar y mantener la atención de millones de televidentes a lo largo de los años.
Desde entrevistas con estrellas internacionales hasta experimentos de ciencia y momentos de humor, el programa ha sabido combinar entretenimiento, divulgación y espectáculo, consolidándose como un referente en la televisión española.

Pablo Motos, al recordar sus inicios, no olvidó la importancia de la autenticidad y del equipo. Su mensaje fue claro: el éxito se construye con pasión, dedicación y valentía, aceptando los riesgos y siendo fiel a uno mismo.
Marron, con su relato, mostró que detrás de cada número redondo hay historias de esfuerzo, miedo y superación que pocas veces se ven en pantalla, pero que son esenciales para entender la magnitud del logro.
Con Laura Pausini, la charanga, el confeti y las anécdotas de todo el equipo, la celebración de los 3.000 programas de “El Hormiguero” fue un recordatorio del valor de la televisión de calidad y del compromiso humano que hay detrás de cada emisión.
Pablo Motos, Trancas, Barrancas, Marron y todos los colaboradores demostraron que mantenerse fresco, auténtico y cercano es la clave para permanecer en la memoria de la audiencia durante tanto tiempo.
En definitiva, la noche del 27 de octubre pasará a la historia no solo por el número redondo de emisiones, sino por la combinación de emoción, humor,
valentía y celebración que hizo de “El Hormiguero” un programa que sigue sorprendiendo y conquistando al público español.
Entre miedos, risas y desafíos, la esencia del formato se mantiene intacta: entretener, emocionar y enseñar, siempre con un toque humano que conecta con todos los espectadores.