El partido quiere que detalle las posibles consecuencias que puede tener en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y España

El Gobierno de España se encuentra en el ojo de un huracán diplomático que podría tener consecuencias económicas y políticas de gran calado.
La reciente adjudicación de un contrato a Huawei para alojar datos procedentes de escuchas judiciales ha encendido las alarmas, no solo entre la oposición, sino también en Washington, donde ya se analiza el posible impacto sobre las relaciones comerciales entre España y Estados Unidos.
La situación ha llevado al Grupo Parlamentario Popular a solicitar la comparecencia del corresponsal de ABC en Washington, David Alandete, en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, con el objetivo de que aclare todos los riesgos y posibles sanciones que podría acarrear la polémica decisión.
El contrato con Huawei, anunciado sin grandes explicaciones por el Ministerio del Interior, ha generado una controversia inmediata.
Según la oposición, la empresa china podría tener acceso indirecto a información sensible, lo que, en su opinión, podría comprometer la seguridad nacional y desatar un conflicto diplomático con Estados Unidos.
Desde el Ministerio, sin embargo, se asegura que Huawei actúa únicamente como un contenedor de datos, sin posibilidad de acceder al contenido, ya que la información sensible permanece bajo control exclusivo del personal español del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
Aun así, la inquietud persiste entre los partidos de la oposición y algunos expertos en seguridad internacional, que consideran que la proximidad de Huawei al flujo de información judicial es un riesgo potencial difícil de ignorar.

David Alandete, corresponsal de ABC en Washington, publicó en agosto un reportaje titulado
“EE.UU. amenaza ahora con sanciones comerciales a España por el contrato con Huawei”, en el que alertaba sobre las repercusiones que podría tener la decisión de Madrid en la relación bilateral con Estados Unidos.
La información publicada ha servido como catalizador para que el PP solicite su comparecencia en el Congreso, buscando conocer de primera mano cuáles son los riesgos reales, tanto para la seguridad nacional como para el comercio y la cooperación internacional.
“Queremos entender hasta qué punto esta decisión puede afectar a nuestra economía y a la posición de España en la esfera internacional”, señaló un portavoz del partido, subrayando la gravedad del asunto.
La Comisión Mixta de Seguridad Nacional, compuesta por miembros del Congreso y del Senado, es el foro elegido para esta comparecencia.
Los populares han registrado la solicitud ante la Mesa de la Comisión, que ahora debe determinar la fecha en la que Alandete pueda acudir.
Se espera que el corresponsal ofrezca un análisis detallado de las posibles sanciones de Estados Unidos, los riesgos diplomáticos asociados y la percepción internacional sobre la seguridad de los datos judiciales españoles.
En este contexto, cada palabra que pronuncie podría tener un impacto directo sobre la política nacional y las relaciones exteriores, lo que convierte la comparecencia en un evento de máxima relevancia.
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La polémica sobre el contrato con Huawei también se enmarca en un contexto más amplio de tensiones entre Estados Unidos y China, con Europa observando con atención.
La administración estadounidense ha sido clara en reiteradas ocasiones sobre los riesgos que supone permitir que empresas chinas, especialmente aquellas vinculadas al Estado de Pekín, gestionen información sensible de países aliados.
En este escenario, la decisión de España no ha pasado desapercibida, y el posible castigo económico que pueda derivarse amenaza con afectar no solo al Gobierno de Pedro Sánchez, sino también a empresas españolas que mantienen intereses en Estados Unidos y otros mercados internacionales.
En el Gobierno, la respuesta oficial ha sido de calma y seguridad.
El Ministerio del Interior insiste en que el contrato con Huawei no compromete la confidencialidad ni la seguridad de los datos judiciales, y asegura que todas las medidas de control y supervisión están bajo estricta administración española.
Sin embargo, la oposición mantiene la presión y exige explicaciones claras, argumentando que la mera presencia de una empresa china en la infraestructura de datos judiciales constituye un riesgo que no puede ser ignorado.
“No se trata solo de política interna, esto tiene repercusiones internacionales que debemos tomar muy en serio”, insisten los populares.

El debate sobre Huawei y la seguridad de los datos judiciales no es nuevo, pero la decisión del Gobierno de adjudicar un contrato de tal envergadura ha elevado la polémica a un nivel sin precedentes.
Expertos en seguridad cibernética y relaciones internacionales advierten que el riesgo de espionaje económico o político, aunque limitado, no puede descartarse completamente.
La comparecencia de Alandete en el Congreso se perfila como un momento clave para arrojar luz sobre estos riesgos y permitir que los legisladores españoles tomen decisiones informadas sobre las futuras relaciones con empresas extranjeras que gestionen información crítica.
Mientras tanto, la atención mediática se ha intensificado.
Los medios de comunicación nacionales e internacionales siguen de cerca cada paso relacionado con el contrato, analizando posibles escenarios y alertando sobre las consecuencias que podrían derivarse de cualquier fallo de seguridad o malentendido diplomático.
La presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez aumenta a medida que se acerca la fecha de la comparecencia de Alandete, y cada declaración podría influir en la percepción pública sobre la gestión del Ejecutivo y su capacidad para proteger los intereses estratégicos de España.

El episodio también ha reavivado el debate sobre la transparencia y el control de los contratos públicos con empresas extranjeras.
Para muchos, la falta de información previa y el secretismo en torno al contrato con Huawei reflejan una necesidad urgente de reforzar los mecanismos de supervisión y rendición de cuentas, especialmente cuando se trata de datos judiciales sensibles.
La comparecencia del corresponsal de ABC puede convertirse en un punto de inflexión, obligando a los responsables a explicar públicamente los criterios y medidas de seguridad adoptadas para evitar cualquier filtración o vulneración de la ley.
En definitiva, España se encuentra en un momento crítico. La combinación de riesgo diplomático, posibles sanciones económicas y preocupación por la seguridad de los datos convierte el contrato con Huawei en un tema de máxima prioridad.
La comparecencia de David Alandete ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional se perfila como un evento decisivo para esclarecer los hechos, disipar dudas y permitir que los legisladores valoren el verdadero alcance de esta polémica decisión.
Mientras tanto, la presión sobre el Gobierno no cede y el debate sobre la protección de los intereses nacionales frente a empresas extranjeras continúa más vivo que nunca, dejando en evidencia la complejidad de la relación entre política, seguridad y economía en la España contemporánea.