El refugio secreto de Andreu Buenafuente y Silvia Abril: un chalet centenario que combina historia, lujo y naturaleza en Cabrera de Mar

El comediante y presentador vive con su hija en una mansión de lujo que combina líneas limpias con una decoración moderna.

 

Andreu Buenafuente se va de TV con Sílvia Abril, su suegra y su hija Joana

 

En pleno auge de sus carreras televisivas, Andreu Buenafuente y Silvia Abril han sabido mantener un oasis privado donde la tranquilidad y la familia son protagonistas.

Su espectacular chalet en Cabrera de Mar, a apenas 30 kilómetros de Barcelona, se erige como un ejemplo de cómo historia, diseño y naturaleza pueden convivir en perfecta armonía.

Construida a finales del siglo XIX, esta residencia centenaria ha sido reformada cuidadosamente para adaptarse a las necesidades de la pareja y su hija Joana, sin perder ni un ápice de su carácter rústico original.

La vivienda, valorada en más de medio millón de euros, refleja el gusto por la elegancia y la funcionalidad de sus propietarios.

Silvia Abril ha sido la artífice principal de la decoración, combinando influencias mediterráneas, rurales y contemporáneas, mientras que Andreu Buenafuente aporta su sello personal en el estudio de arte, donde da rienda suelta a su pasión por la pintura y el dibujo.

Cada rincón de la casa respira personalidad: desde el salón principal, con grandes ventanales que conectan con el jardín y escaleras de caracol blancas, hasta el comedor y la cocina, diseñados para ofrecer espacios abiertos y funcionales.

El piano de cola negro, colocado estratégicamente en el salón, es uno de los elementos que más caracteriza el hogar y refleja la sensibilidad artística del presentador.

 

Así es la casa de Andreu Buenafuente y Silvia Abril: su pieza estrella,  decoración y espectacular jardín con piscina

 

El entorno del chalet es igualmente impresionante. La propiedad se extiende sobre una parcela de más de 450 metros cuadrados, rodeada de frondosos bosques y caminos de tierra que permiten a la familia disfrutar de privacidad y un contacto constante con la naturaleza.

Las vistas panorámicas al mar y a la comarca del Maresme ofrecen un escenario sereno y relajante, lejos del bullicio urbano, lo que convierte este hogar en un auténtico refugio familiar.

La relación fluida entre los espacios interiores y exteriores está cuidadosamente pensada, permitiendo que la luz natural inunde cada rincón y favoreciendo la armonía entre la vivienda y su entorno.

La joya de esta propiedad es, sin duda, el jardín con piscina-terraza, un espacio diseñado para el ocio y el descanso.

El porche cubierto con sofás de exterior y las zonas de hamacas junto al solárium invitan a disfrutar de largas jornadas al aire libre, mientras que un huerto propio y áreas de meditación y yoga completan el conjunto de bienestar que la pareja ha creado.

Además, la vivienda cuenta con un espacio especialmente pensado para su hija Joana, incluyendo una zona de juegos y una cama elástica que se ha convertido en uno de sus elementos favoritos.

Este equilibrio entre comodidad, privacidad y entretenimiento refleja el estilo de vida que Buenafuente y Abril buscan para su familia, donde cada detalle ha sido pensado para generar bienestar.

La arquitectura del chalet mantiene intactos elementos originales que realzan su carácter histórico: la fachada de piedra, el majestuoso arco de entrada y los muros delimitadores conservan la esencia de las casas rurales catalanas del siglo XIX.

Este respeto por la historia se combina con un diseño paisajístico moderno que potencia la frescura y privacidad del entorno.

Cada elemento, desde la vegetación hasta la disposición de los espacios, ha sido cuidadosamente planificado para ofrecer una experiencia de vida única que une pasado y presente, lujo y naturaleza.

 

Así es el elegante salón de Andreu Buenafuente y Silvia Abril: moderno,  luminoso y sin cortinas

 

Más allá de la belleza estética, la vivienda refleja la vida privada de una pareja que, a pesar de su presencia constante en los medios, ha sabido mantener la intimidad de su hogar.

Andreu y Silvia han creado un refugio donde la creatividad, el descanso y la familia conviven de manera natural.

Su chalet es un ejemplo de cómo una construcción centenaria puede adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia, y cómo la vida familiar y profesional pueden coexistir en equilibrio, lejos de la exposición pública.

El chalet de Buenafuente y Abril no solo es un hogar, sino un símbolo de cómo la arquitectura y la decoración pueden transformar una propiedad histórica en un espacio vital moderno y acogedor.

Desde los detalles del interior hasta los rincones del jardín, cada aspecto de la casa refleja la pasión de sus propietarios por la estética, la naturaleza y la vida en familia.

Este espacio se ha convertido en el escenario perfecto para disfrutar de momentos de calma y privacidad, lejos de los focos y del estrés de la vida pública.

En definitiva, la residencia de Andreu Buenafuente y Silvia Abril en Cabrera de Mar es mucho más que un lujo; es un ejemplo de armonía entre historia y modernidad, entre diseño y funcionalidad, y entre intimidad y vida familiar.

Cada detalle, desde la piscina hasta el estudio de arte, ha sido concebido para crear un hogar que no solo sorprende por su belleza, sino que también ofrece comodidad, privacidad y un estilo de vida que combina lo mejor del pasado y del presente.

Para la pareja, este chalet no es solo una casa, sino un verdadero refugio donde cada miembro de la familia puede desarrollarse, relajarse y disfrutar de la vida en un entorno único.

 

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