El exgerente del PSOE, Mariano Moreno Pavón, ha revelado haber guardado copias de la contabilidad interna del partido que incluirían pagos en efectivo a altos cargos, entre ellos Pedro Sánchez.

La tensión en Ferraz, sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha alcanzado niveles insostenibles.
En un giro inesperado de los acontecimientos, Mariano Moreno Pavón, exgerente del partido, ha desvelado que realizó una copia de la contabilidad del PSOE poco antes de abandonar su puesto.
Esta revelación ha encendido alarmas sobre la financiación interna del partido, ya que los documentos incluyen pagos en efectivo a altos cargos, entre ellos el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“Lo que he encontrado es inquietante”, confiesa Pavón, quien asegura que los apuntes que recopiló contienen fechas, importes y conceptos bajo epígrafes como “compensaciones” o “liquidaciones internas”.
Estos datos no solo revelan la operativa interna del partido, sino que también plantean serias dudas sobre la transparencia de la gestión socialista. “No se puede ignorar la gravedad de estos hallazgos”, añade.
Los registros que Pavón ha conservado detallan los movimientos de efectivo que se realizaban desde la gerencia de Ferraz, incluyendo los sobres que se entregaron a Sánchez y a su círculo más cercano.
A pesar de que el presidente ha admitido haber recibido “dietas internas” durante su mandato como secretario general, sostiene que todas estaban “perfectamente justificadas”.

Sin embargo, la situación se complica al considerar que estos pagos podrían implicar prácticas irregulares y un presunto uso indebido de fondos del partido.
La situación se vuelve aún más turbia cuando se revela que Pavón realizó varias copias de seguridad de su ordenador, formateándolo en dos ocasiones antes de devolverlo.
Este procedimiento, según expertos en informática, es típico para borrar evidencias digitales que podrían comprometer al usuario. “No hay duda de que algo se está ocultando”, afirma un analista político que prefiere permanecer en el anonimato.
Entre los documentos que aún no están bajo custodia judicial, se encuentran registros de gastos en efectivo que el Tribunal Supremo considera cruciales para esclarecer la posible financiación paralela del PSOE.
Estos registros incluyen pagos relacionados con “desplazamientos”, “reuniones de coordinación” y “gastos de representación”.
La Guardia Civil ha indicado que el despacho de Pavón estaba a pocos metros de la sala donde, según las declaraciones judiciales, se entregaron bolsas con 90,000 euros en metálico.
“Esto no es un simple error administrativo; es un patrón que debe ser investigado”, señala un experto en finanzas públicas.

La implicación de Pavón en la gestión de sobres y su supervisión de compensaciones despiertan aún más sospechas sobre la cúpula socialista.
La investigación también se centra en una donación polémica de un millón de euros al Instituto Carlos III en mayo de 2020, presentada como una colecta de militantes durante la pandemia.
Sin embargo, los investigadores han señalado que la cifra recaudada pasó de 405,200 euros a un millón en solo 17 días, un aumento que resulta difícil de justificar únicamente con aportaciones de afiliados.
“Este tipo de recaudaciones no se producen de la noche a la mañana”, advierte un analista.
Tras su salida de Ferraz, Pedro Sánchez nombró a Pavón presidente de Enusa, con un sueldo anual de 245,000 euros. Muchos interpretan este movimiento como un intento de blindaje político ante la investigación en curso.
“Es un claro intento de proteger a un aliado en tiempos difíciles”, comenta un observador político. La decisión de Sánchez ha suscitado críticas y ha intensificado las dudas sobre la transparencia del partido.
El juez Leopoldo Puente ha citado a Pavón y a otra trabajadora de Ferraz para aclarar el origen de los fondos y la entrega de dinero en efectivo. Esta cita judicial podría destapar aún más irregularidades en la contabilidad del PSOE.
“Estamos en un punto crítico; lo que salga a la luz podría cambiar el rumbo del partido”, afirma un miembro de la oposición.

Mientras la investigación avanza, la presión sobre el PSOE aumenta. Los ciudadanos exigen respuestas y claridad sobre la gestión de su partido.
Las repercusiones de este escándalo podrían ser devastadoras, no solo para la reputación del PSOE, sino también para la estabilidad del Gobierno de Sánchez. La situación es tensa y la incertidumbre se cierne sobre el futuro del partido.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, muchos se preguntan: ¿podrá el PSOE salir de este escándalo sin daños irreparables? La respuesta podría depender de la transparencia y la voluntad de sus líderes para afrontar las acusaciones.
“La verdad siempre sale a la luz, y este es solo el principio”, concluye Pavón, dejando entrever que su historia aún no ha terminado.
Con la presión mediática y la opinión pública en su contra, el PSOE enfrenta un desafío monumental.
La integridad del partido y la confianza de sus militantes están en juego, y la historia de Mariano Moreno Pavón podría ser solo la punta del iceberg en un escándalo que promete sacudir los cimientos de la política española.