La querella, valorada en 30.000 euros, acusa a Santaolalla de dañar gravemente la imagen pública de Esteve con afirmaciones que él considera falsas y ofensivas.

En un giro inesperado de los acontecimientos, Daniel Esteve, el líder de Desokupa, ha decidido llevar a los tribunales a la conocida tertuliana y activista Sarah Santaolalla.
La razón: una acusación grave que Esteve califica de difamación. En un reciente programa de televisión, Santaolalla se atrevió a llamar “nazi” a Esteve, una afirmación que ha desatado un torrente de reacciones y que ahora podría costarle 30.000 euros.
La denuncia fue anunciada por Esteve a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), donde lanzó un mensaje directo a Santaolalla:
“Hola, Sarita, mi abogado me acaba de decir que la demanda que te metimos por llamarme nazi ya está en reparto. ¡Ves haciendo horas extras para pagarme los 30.000 euritos!”.
Este comentario no solo refleja la indignación de Esteve, sino también su determinación de no dejar que tales acusaciones queden impunes.
El conflicto entre ambos se intensificó tras las declaraciones de Santaolalla en el programa “En Boca de Todos”, donde no solo la tildó de “neonazi”,
sino que también insinuó que Desokupa podría estar vinculado a Víctor de Aldama, un empresario envuelto en polémicas judiciales.
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Estas afirmaciones, según los abogados de Esteve, no solo son infundadas, sino que constituyen una difamación grave que ha dañado su imagen pública.
Esteve ya había advertido a Santaolalla hace un mes, en un vídeo viral que circuló por las redes sociales. En ese clip, la llamaba “la tonta de la clase” y le recordaba que sus insultos solo incrementarían su factura judicial.
“Te iba a tocar pagar unos 30.000 euros, pero no aprendes, Sara… ¿30.000 más? Si es que te tengo que querer”, ironizaba, dejando claro que cada provocación tendría un costo.
La denuncia, que ya ha sido oficialmente presentada en los juzgados, alega daños al honor y difamación pública, exigiendo una compensación económica de 30.000 euros por los perjuicios ocasionados.
Esteve sostiene que Santaolalla ha cruzado todos los límites de la crítica política y mediática, utilizando los platós de televisión para lanzar insultos y difamaciones con total impunidad.

El enfrentamiento ha generado un gran revuelo en las redes sociales. Los seguidores de Desokupa han celebrado la decisión de Esteve de emprender acciones legales, mientras que el apoyo hacia Santaolalla ha disminuido notablemente desde que se hizo pública la denuncia.
Esteve ha dejado claro que no tiene intención de dar un paso atrás, afirmando: “Esto no ha hecho más que empezar. Cada palabra falsa tendrá su precio”.
La situación plantea cuestiones sobre la libertad de expresión y los límites de la crítica en el ámbito mediático.
¿Hasta dónde se puede llegar en el debate público sin temor a represalias legales? Esteve parece estar decidido a establecer un precedente, no solo para su caso, sino también para otros que podrían sentirse amenazados por acusaciones infundadas.
El escándalo ha captado la atención de numerosos líderes políticos y figuras públicas, quienes han comenzado a expresar sus opiniones sobre el tema.
Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal, y otros políticos han intervenido, generando un debate más amplio sobre la libertad de expresión y la responsabilidad que conlleva.

Mientras tanto, el caso de Esteve y Santaolalla continúa desarrollándose, y muchos se preguntan cuál será el desenlace.
La comunidad mediática observa atentamente, ya que este caso podría sentar un precedente en la forma en que se manejan las acusaciones en el ámbito público.
En conclusión, la denuncia de Daniel Esteve contra Sarah Santaolalla no es solo un conflicto personal, sino un reflejo de las tensiones actuales en el panorama mediático y político.
La decisión de Esteve de llevar a cabo acciones legales podría cambiar la forma en que se realizan las críticas en televisión y en otros medios.
A medida que el caso avanza, será interesante ver cómo evoluciona esta historia y qué impacto tendrá en el futuro del debate público en España.
Los próximos días serán cruciales, y tanto Esteve como Santaolalla se preparan para lo que promete ser una batalla legal intensa.
La opinión pública está dividida, y el resultado de este enfrentamiento podría tener repercusiones más allá de lo personal, afectando la dinámica de la crítica mediática en el país.