El Tribunal Supremo condena al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por abuso de poder y conducta incompatible con su cargo, generando un hito histórico en la democracia española. Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, critica la implicación política del presidente Pedro Sánchez en el caso y alerta sobre la degradación institucional y la necesidad de restaurar la separación de poderes.

En una tarde marcada por la tensión política, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, compareció ante los medios para ofrecer su valoración sobre la reciente sentencia del Tribunal Supremo que condenó al fiscal general del Estado.
Esta decisión, calificada como un hito en la historia democrática de España, ha generado un intenso debate sobre la independencia judicial y la separación de poderes en el país.
Feijóo comenzó su intervención destacando la gravedad de la situación: “La sentencia del Tribunal Supremo condena al fiscal general por una conducta incompatible con la dignidad de su cargo.
Este fallo no solo tiene consecuencias jurídicas, sino también políticas que debemos considerar”. La condena, según Feijóo, revela que el fiscal general, en lugar de proteger la legalidad, se convirtió en un peón en la estrategia política del Ejecutivo.

El líder popular enfatizó que el fiscal general es el principal funcionario del Estado encargado de defender la legalidad, y su fallo ha quebrantado esta responsabilidad.
“Es inaceptable que quien debía perseguir el delito lo haya cometido. Esto pone de manifiesto un abuso de poder y un ataque a la independencia judicial”, afirmó.
Feijóo hizo hincapié en que la sentencia no solo afecta al fiscal, sino que también implica al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien, según él, es el verdadero responsable de este escándalo institucional.
“El presidente Sánchez debe disculparse con la justicia y con todos los ciudadanos”, declaró Feijóo, subrayando que la falta de responsabilidad política por parte del Ejecutivo es alarmante.
En su análisis, el líder del PP enumeró varias razones que evidencian la implicación de Sánchez en este caso.
Primero, su decisión de nombrar al fiscal general a pesar de las advertencias del órgano de gobierno de los jueces sobre su idoneidad. Segundo, su insistencia en mantenerlo en el cargo incluso después de que fuera imputado por el Tribunal Supremo.

Feijóo también criticó la intervención del presidente en el proceso judicial, señalando que “la defensa pública del fiscal general por parte de Sánchez, incluso después de la condena, es una injerencia inédita en el poder judicial”.
Este tipo de acciones, según el líder del PP, han contribuido a la degradación institucional en España, donde los ciudadanos deben protegerse de los excesos del poder.
La condena del fiscal general, Álvaro García Ortiz, ha sido interpretada por Feijóo como una llamada de atención sobre la necesidad de restaurar la separación de poderes en el país. “La independencia judicial es una de las fortalezas de nuestra democracia.
Si el poder pudiera decidir qué ciudadanos tienen derechos y cuáles no, no habría democracia”, advirtió, instando a los españoles a confiar en la justicia.
El impacto de esta sentencia se extiende más allá de los muros del tribunal. Feijóo advirtió que “la degradación institucional que estamos viviendo no solo afecta a los involucrados, sino que repercute en todos los españoles”.
La reputación democrática del país está en juego, y la condena del fiscal es un recordatorio de que aquellos que abusan de su poder eventualmente enfrentan las consecuencias de sus acciones.

El líder del PP concluyó su discurso con un mensaje de esperanza y confianza hacia los ciudadanos: “Nuestra democracia tiene muchas fortalezas, y una de ellas es la independencia judicial.
Debemos reivindicar que en España, quienes abusan de su poder son condenados como corresponde”. Esta declaración resonó en un contexto donde la confianza en las instituciones se ha visto erosionada por escándalos y controversias políticas.
La condena del fiscal general marca un punto de inflexión en la política española, y las palabras de Feijóo reflejan un profundo deseo de restaurar la integridad y la confianza en el sistema judicial.
La situación plantea interrogantes sobre el futuro político del gobierno de Sánchez y la posibilidad de que se produzcan cambios significativos en la estructura del poder en España.
Con la mirada puesta en el futuro, los ciudadanos esperan que la justicia prevalezca y que la democracia se fortalezca ante los desafíos que enfrenta.
En este contexto, la condena del fiscal general puede ser el catalizador necesario para un cambio positivo en la política española, recordando a todos que el imperio de la ley debe prevalecer sobre el imperio de cualquier individuo.
