Tras dos años de romance, el piloto y la periodista confirman los progresos de su relación. La noticia la ha confirmado ‘Hola’ a través de fuentes cercanas a la pareja
La noticia que durante meses alimentó rumores, sospechas y silencios al fin ha estallado con fuerza: Fernando Alonso y Melissa Jiménez esperan su primer hijo juntos.
Tras dos años de relación vividos con discreción pero bajo la mirada constante del mundo del motor, la pareja da un paso decisivo que confirma la solidez de su historia.
Según fuentes muy próximas a ellos, la periodista deportiva se encuentra ya en el sexto mes de embarazo, un detalle que explica su ausencia prolongada en las retransmisiones de Fórmula 1 y las alarmas que se encendieron entre seguidores y compañeros de profesión.
El anuncio llega en un momento particularmente simbólico para el piloto asturiano. No hace tanto reconocía que uno de sus grandes deseos pendientes era formar una familia.
A sus 44 años, con una de las trayectorias más brillantes en la historia de la Fórmula 1 y una rutina marcada por la competición, la preparación física y los continuos viajes, la llegada de un hijo supone un giro emocional que muchos de sus seguidores llevaban tiempo deseando ver.
Hoy ese deseo se materializa, aunque ni él ni Melissa han querido pronunciarse públicamente, manteniendo la discreción que los ha caracterizado desde el inicio de su romance.
La historia entre ambos comenzó en 2023, prácticamente “en casa”, dentro de ese pequeño mundo que es el paddock. Melissa Jiménez había regresado a los directos de DAZN para cubrir la Fórmula 1, un entorno que ya conocía bien y donde se movía con naturalidad.
Allí, entre entrevistas rápidas, ruedas de prensa improvisadas y adrenalina de Gran Premio, volvió a cruzar caminos con Fernando Alonso. Aunque para ella era solo parte del trabajo, el vínculo surgió casi sin que ninguno de los dos lo buscara.
Primero conversaciones, luego gestos cómplices y finalmente una relación que, aunque discreta, creció de manera sólida y silenciosa frente a miles de ojos atentos.
Para Melissa, de 36 años, el bebé será su cuarto hijo, fruto de una nueva etapa personal tras su separación de Marc Bartra en 2021. Madre entregada y profesional respetada, en los últimos meses había levantado sospechas por su ausencia en carreras clave.
Desde junio no publicaba en redes sociales y su última aparición en un circuito se remonta a septiembre, durante el Gran Premio de Monza.
Esa retirada progresiva del foco público, sumada a su ausencia reciente en la cobertura del Gran Premio de Abu Dabi, generó una ola de especulaciones que ahora queda totalmente aclarada: estaba cuidándose durante un embarazo ya avanzado.
Mientras tanto, la vida en pareja transcurre apacible en Mónaco, donde residen actualmente. Allí han encontrado el refugio perfecto, lejos del ruido mediático y con un entorno tranquilo que favorece la estabilidad, algo que ambos parecen haber buscado tras sus relaciones pasadas.
Fernando, después de su ruptura con la periodista austriaca Andrea Schlager, y Melissa, tras un matrimonio acabado, encontraron uno en el otro un espacio de calma y comprensión.
Y ese equilibrio, ahora, se convierte en el escenario ideal para recibir a un nuevo miembro en la familia.
Más allá del ámbito personal, el embarazo también reaviva algunas preguntas sobre el futuro profesional del piloto.
Con 44 años y tras más de dos décadas en la élite del automovilismo, los rumores sobre una posible retirada han ido intensificándose. No es un secreto que, en varias ocasiones, él mismo ha insinuado que no le queda mucho tiempo en la Fórmula 1.
Las exigencias físicas, el nivel de competitividad actual y los compromisos que conlleva el campeonato hacen que muchos intérpreten este momento dulce en su vida personal como una posible antesala de una despedida futura.
Sin embargo, hasta ahora no existe confirmación de ningún tipo y Alonso continúa centrado en su rendimiento deportivo, como siempre.
La próxima llegada del bebé, prevista para marzo, es recibida con enorme emoción por su círculo cercano. Personas del entorno de la pareja aseguran que ambos están “muy felices” y preparando este nuevo capítulo con ilusión y prudencia.
Esa mezcla entre alegría contenida y absoluta privacidad encaja perfectamente con la forma en la que han conducido su historia desde el principio:
sin grandes gestos públicos, sin posados pactados, sin declaraciones innecesarias, pero con una complicidad evidente para quienes han seguido su trayectoria sentimental en los últimos años.
En el mundo del motor, donde las noticias vuelan y los rumores se amplifican, la confirmación del embarazo ha generado un ambiente de entusiasmo.
No se trata solo de celebrar el cambio personal del piloto, sino también de reconocer la evolución de una pareja que, sin grandes titulares, ha consolidado una relación madura y estable.
El paddock, acostumbrado a la velocidad, las presiones y la competitividad extrema, se permite ahora una pausa emocional para compartir la alegría de dos de sus figuras más conocidas.
El bebé será el primero para Fernando Alonso, un acontecimiento que marca un hito en su vida lejos del volante, quizás el más importante de todos.
Para Melissa, llega en un momento profesional y personal especial, donde ha decidido priorizar su bienestar y el del pequeño que viene en camino. Juntos, ambos construyen un futuro que escapa a los focos del circuito y se centra en lo que verdaderamente importa.
Así, entre silencios significativos, ausencias explicadas y un amor que creció sin anuncios, la pareja confirma la noticia que tantos esperaban: en unos meses, Alonso no solo será piloto, será también padre. Y ese, sin duda, será su mayor triunfo.
