El ministro de Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, denunció que tales declaraciones trivializan el Holocausto, mientras Ayuso y Abascal exigieron responsabilidades y condenaron la postura de Sumar y Yolanda Díaz.

La tensión entre España e Israel ha alcanzado un nuevo pico tras las incendiarias declaraciones de Lara Hernández, coordinadora de Sumar, quien comparó la situación en Gaza con Auschwitz.
Esta afirmación ha provocado una ola de indignación, tanto en el ámbito político como en la sociedad civil, llevando al partido de Yolanda Díaz a ser objeto de graves acusaciones de antisemitismo.
La controversia comenzó cuando Hernández, en un acto público, afirmó que la guerra contra Hamás en Gaza es comparable a los horrores vividos en Auschwitz, el infame campo de exterminio nazi.
Su comentario, considerado por muchos como una trivialización del Holocausto, fue rápidamente condenado por diversas organizaciones y líderes políticos.
“No se puede jugar con la memoria histórica de esta manera”, declaró un portavoz de Acción y Comunicación sobre Oriente Medio. “Estas palabras reflejan un abismo moral y una falta de respeto hacia las víctimas del Holocausto”.

El ministro de Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, no tardó en reaccionar.
En un mensaje en su perfil de X, recordó la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, señalando que “establecer comparaciones entre la política israelí contemporánea y la de los nazis” es un claro ejemplo de este fenómeno.
“Las declaraciones de Lara Hernández, apoyadas por el silencio de Yolanda Díaz, son un claro indicio de odio hacia los judíos”, afirmó Sa’ar, dejando en claro que la comunidad judía no tolerará tales comparaciones.
La respuesta del Gobierno español también fue objeto de críticas. Sa’ar cargó contra Pedro Sánchez por enviar un buque de guerra para escoltar la “Flotilla Selfie”, una iniciativa respaldada por activistas propalestinos.
“La Armada española se niega a proteger el transporte marítimo internacional de ataques hutíes, pero sí envía un buque de guerra para proteger una flotilla que se dirige a Gaza.
¿Es esta la posición de España en el mundo?”, cuestionó el ministro, dejando al Ejecutivo español en una posición incómoda.

En medio de esta crisis, figuras políticas de distintos partidos han expresado sus opiniones. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, criticó duramente a Sumar.
“No se puede permitir que un partido que trivializa el Holocausto esté en el Parlamento. Esto es una falta de respeto a la memoria de millones de víctimas”, afirmó en una rueda de prensa.
Por su parte, Santiago Abascal, líder de VOX, se unió al coro de críticas, subrayando que “el antisemitismo no tiene cabida en nuestra sociedad y debemos alzar la voz contra estas declaraciones”.
Mientras tanto, en el seno de Sumar, la situación se ha vuelto insostenible. Yolanda Díaz, intentando contener la crisis, convocó a una reunión de emergencia con sus principales colaboradores.
“Debemos aclarar nuestra posición y distanciarnos de estas comparaciones inaceptables”, dijo. Sin embargo, algunos miembros del partido han defendido a Hernández, argumentando que su comentario fue malinterpretado.
“Lo que Lara quiso decir es que todas las vidas importan, y que el sufrimiento en Gaza debe ser reconocido”, defendió un portavoz del partido.
El conflicto ha llevado a una polarización en la opinión pública. Muchos ciudadanos se han manifestado en redes sociales, algunos apoyando a Sumar y otros condenando las declaraciones de Hernández.
“Es hora de que la política española se posicione claramente en defensa de los derechos humanos, sin caer en comparaciones que desvirtúan el sufrimiento de las víctimas del Holocausto”, escribió un usuario en Twitter.

A medida que la crisis se desarrolla, la presión sobre Sumar aumenta. La organización Acción y Comunicación sobre Oriente Medio ha instado a la sociedad a “no tolerar más esta deriva que caricaturiza a los israelíes como una sociedad genocida”.
“Es fundamental que los líderes políticos asuman la responsabilidad de sus palabras y actúen con la debida sensibilidad”, concluyó su comunicado.
En este contexto, es evidente que el debate sobre la situación en Gaza y las relaciones entre España e Israel se ha vuelto más complejo.
La trivialización del Holocausto y las comparaciones con situaciones contemporáneas son temas delicados que requieren un enfoque cuidadoso y respetuoso.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, esperando que se alcance un entendimiento que permita superar esta crisis.
La situación es un recordatorio de que las palabras tienen peso y que, en el ámbito político, cada declaración puede tener repercusiones significativas.
La lucha contra el antisemitismo y la defensa de los derechos humanos son responsabilidades compartidas que deben ser abordadas con seriedad y compromiso. En tiempos de división, el diálogo y la empatía son más necesarios que nunca.