El periodista Javier Negre ha estallado públicamente contra la tertuliana de TVE Sarah Santaolalla después de que esta haya salido en defensa de Xabier Fortes por las críticas al supuesto enchufe de su hijo en la televisión pública.
El periodista Javier Negre ha desatado una polémica en el ámbito mediático español al criticar duramente a la tertuliana de TVE, Sarah Santaolalla.
Este enfrentamiento se originó tras las declaraciones de Santaolalla en defensa de Xabier Fortes, quien ha sido objeto de críticas por el supuesto enchufe de su hijo en la televisión pública.
Negre, en un mensaje incendiario publicado en su perfil de X, no ha escatimado en palabras al acusar tanto a Santaolalla como a Fortes de haber accedido a la cadena “sin preparación suficiente” y “a costa del dinero de todos los españoles”.
“Si realmente quieres conservar un puesto pagado con impuestos, deberías ponerte a estudiar”, sentenció Negre, dejando claro su desprecio hacia la falta de méritos que, según él, caracteriza a Santaolalla.
Esta afirmación ha resonado en las redes sociales, donde muchos usuarios han expresado su apoyo a Negre, mientras que otros defienden a Santaolalla, acusándola de ser víctima de un ataque personal.
El periodista no se detuvo ahí. En un giro provocador, sugirió que Santaolalla podría encontrar más éxito en plataformas como OnlyFans, insinuando que allí podría ganar más “sin tener que venderse al sanchismo”.
Este comentario ha generado un fuerte revuelo, intensificando el debate sobre la ética y la profesionalidad en los medios de comunicación públicos.
La reacción de Negre fue en respuesta a un mensaje de Santaolalla, quien había denunciado que “unos miserables” estaban publicando la foto y los datos de su hijo, un estudiante en prácticas en TVE.
Ella acusó a la “ultraderecha” de actuar “como fascistas”, eludiendo cualquier mención a la meritocracia o al evidente conflicto de interés que ha suscitado tantas críticas en la cadena pública.
Curiosamente, Santaolalla parece haber olvidado que hace apenas unos años defendía vehementemente la meritocracia en las redes sociales. Esta incoherencia ha sido señalada por críticos, quienes argumentan que su postura actual contradice sus afirmaciones pasadas.
A esta controversia se suma la reciente denuncia del periodista Vito Quiles, quien también ha cuestionado la idoneidad de Santaolalla para su papel en TVE, calificando su contratación de “bochornosa”.
Quiles criticó a Xabier Fortes por utilizar la televisión pública como plataforma para “autopromocionarse” junto a su pareja, a quien describió como una “persona sin ningún mérito profesional”.
Estas declaraciones han alimentado aún más el fuego de las críticas hacia la gestión de TVE y la percepción de que la cadena está más interesada en proteger a sus allegados que en garantizar la profesionalidad y la independencia.
La intervención explosiva de Negre ha amplificado una sensación creciente entre el público: la televisión pública parece más enfocada en mantener la lealtad política que en asegurar la calidad y el mérito en sus contrataciones.
Este sentimiento se ha visto reflejado en las reacciones de varios líderes políticos que han intervenido en el debate, desde Isabel Díaz Ayuso hasta Pablo Iglesias, cada uno aportando su perspectiva sobre la situación.
Negre, en su defensa de la meritocracia, ha llamado a una reflexión profunda sobre el futuro de la televisión pública en España.
“No podemos permitir que la falta de méritos y la ideología prevalezcan sobre la capacidad profesional”, afirmó, instando a una revisión de los criterios de contratación en medios estatales.
Esta declaración ha resonado en un momento en que la confianza del público en las instituciones mediáticas está siendo puesta a prueba.
Por su parte, Santaolalla ha mantenido su postura, insistiendo en que las críticas que recibe son parte de una campaña de acoso y desprestigio.
“No se trata de mí, sino de un ataque sistemático a quienes defendemos la diversidad de opiniones en los medios”, declaró en una reciente entrevista.
Sin embargo, su defensa ha sido recibida con escepticismo por muchos, quienes argumentan que sus acciones y palabras no siempre han estado alineadas.
Este cruce de acusaciones y defensas ha situado a Santaolalla en el centro de la tormenta mediática.
Sus inconsistencias y la percepción de que su presencia en TVE podría deberse más a su afinidad ideológica que a su capacidad profesional han alimentado el debate sobre la ética en el periodismo.
La situación actual plantea preguntas cruciales sobre la dirección que debería tomar la televisión pública en España, especialmente en un contexto donde la transparencia y la meritocracia son más necesarias que nunca.
A medida que el debate continúa, queda claro que este asunto no solo afecta a las personas involucradas, sino que también refleja una crisis más amplia en la confianza del público hacia los medios de comunicación.
La necesidad de un cambio en la forma en que se gestionan y se contratan a los profesionales en la televisión pública es más urgente que nunca, y la conversación iniciada por Negre podría ser el catalizador para una reevaluación necesaria en el sector.
