Javier Ruiz desmontó en Mañaneros 360 las críticas del PP contra RTVE mostrando pruebas históricas que exponen la propia manipulación de la cadena durante gobiernos anteriores.

En un ambiente mediático cargado de tensiones políticas, el programa “Mañaneros 360”, conducido por Javier Ruiz, se ha convertido en el epicentro de un debate candente sobre la manipulación y la politización en la televisión pública española.
La controversia se intensificó tras la reciente entrevista de David Broncano a Mariló Montero, que desató una ola de críticas desde la derecha, incluyendo al expresidente del Gobierno, José María Aznar.
Este, en su papel como presidente de la Fundación FAES, no dudó en señalar que Televisión Española (TVE) está al servicio del gobierno de Pedro Sánchez, acusando a su presidente, José Pablo López, de favorecer una agenda política.
Javier Ruiz, decidido a contrarrestar estas acusaciones, presentó un análisis contundente en su programa.
Utilizando la hemeroteca, mostró un video donde Carlos Alsina, presentador de Onda Cero, recordaba cómo durante el mandato de Aznar, se designó a Fernando López, un exdiputado del PP, como director general de RTVE en 1997.
“Un zasca en toda regla”, comentó Ruiz, evidenciando la hipocresía en las críticas actuales del PP hacia la cadena pública.

El presentador no se detuvo ahí. Enfrentó la campaña del PP contra RTVE, que ha sido liderada por figuras prominentes como Isabel Díaz Ayuso, quien ha acusado a la televisión pública de manipulación para desviar la atención de otros problemas importantes.
Ruiz subrayó que este tipo de ataques no son nuevos, sino parte de una estrategia más amplia que ha ido escalando en los últimos meses, con nombres como Mariló Montero, Alberto Núñez Feijóo y, por supuesto, José María Aznar, todos atacando la credibilidad de RTVE.
En un momento clave del programa, Javier Ruiz recordó las palabras de Aznar, quien en una entrevista con Alsina en 2018 calificó de “bochornoso” el acuerdo entre populares y socialistas para desbloquear RTVE.
“Me parece una parte del nivel político que desearía no ver en este momento en la política española”, dijo Aznar, quien además admitió no recordar haber nombrado a Fernando López-Amor como director general.
Ruiz, con ironía, comentó: “La falta de memoria es sorprendente. Cuando el PP hace cosas, ni siquiera las recuerda quien las hace”.

El ataque más reciente provino de un comunicado de la Fundación FAES, que tildó a RTVE de ser un “servicio plurinacional de prensa y propaganda”.
Este ataque se basó en la entrevista que Pedro Sánchez concedió a Pepa Bueno, donde la fundación expresó su desaprobación tanto de las preguntas como de las respuestas.
En un tono sarcástico, FAES incluso sugirió que el presidente debería vestirse de chándal al hablar con el pueblo, en un intento de compararlo con Nicolás Maduro.
A pesar de estas críticas, los números de audiencia cuentan una historia diferente. Javier Ruiz destacó que “Mañaneros 360” alcanzó un notable 15,9% de cuota de pantalla, con casi medio millón de espectadores, el segundo mejor resultado del año 2025.
La Hora de La 1, presentada por Silvia Intxaurrondo, también logró cifras impresionantes, alcanzando un 16,2% en la misma jornada.
“La cadena pública atraviesa uno de sus mejores momentos de audiencia”, enfatizó Ruiz, desafiando así la narrativa negativa promovida por el PP.

El programa de Ruiz no solo se limitó a desmentir las acusaciones; también ofreció un espacio para la reflexión sobre el papel de los medios de comunicación en la democracia.
En un contexto donde la desinformación y la manipulación son temas candentes, Ruiz abogó por una televisión pública que sirva a todos los ciudadanos, independientemente de su inclinación política.
“RTVE debe ser un espejo de la diversidad de nuestra sociedad”, afirmó, cerrando su intervención con un llamado a la responsabilidad tanto de los políticos como de los medios.
A medida que la tensión entre el PP y RTVE sigue creciendo, la figura de Javier Ruiz se consolida como un referente en la defensa de la integridad de la televisión pública.
Su capacidad para confrontar las críticas con hechos y su compromiso con una información veraz y plural son más necesarios que nunca en tiempos de polarización política.
La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegará esta batalla por el control narrativo en los medios, y qué impacto tendrá en la percepción pública de la televisión estatal? La respuesta podría definir el futuro de RTVE y su papel en la sociedad española.