La acusación particular que realiza en nombre de la Agencia Tributaria reclama a la Sala de Apelaciones de la AN que revoque esa absolución de Duato y la de su marido, el productor Miguel Ángel Bernardeau.

El mundo del espectáculo español se encuentra nuevamente en vilo tras conocerse que la Abogacía del Estado ha decidido recurrir la absolución de Ana Duato en el mediático ‘caso Nummaria’.
La actriz, conocida por su papel en la emblemática serie ‘Cuéntame cómo pasó’, había recibido en julio la mejor de las noticias: su absolución de los siete delitos de fraude fiscal que se le imputaban, junto a su marido, el productor Miguel Ángel Bernardeau.
Sin embargo, ahora la justicia parece reabrir una de las tramas judiciales más seguidas por el público y la prensa, generando preguntas sobre si esta batalla legal podría prolongarse aún más.
La decisión de recurrir plantea un escenario incierto que podría cambiar de manera drástica la percepción pública de uno de los casos más comentados de los últimos años.
La trayectoria de este proceso judicial ha sido larga y llena de giros sorprendentes. Inicialmente, la Fiscalía solicitó para Ana Duato una pena de 32 años de prisión, una cifra que luego se redujo a 16 años durante el juicio, en reconocimiento a atenuantes y matices legales.
La Audiencia Nacional consideró, en su sentencia absolutoria, que la actriz no tenía conocimiento de la compleja trama societaria diseñada por su asesor, Fernando Peña, cuyo objetivo era la elusión fiscal de sus clientes.
Este entramado incluía una serie de sociedades interpuestas y operaciones financieras que buscaban reducir la carga impositiva mediante mecanismos legales cuestionables.
Peña fue condenado finalmente a 80 años de prisión, mientras que Ana Duato y su esposo resultaron absueltos, lo que generó tanto alivio como controversia entre el público y los expertos legales.

En declaraciones recientes, la actriz confesó a los medios su mezcla de sentimientos: “Tras diez años, tengo sentimientos encontrados.
Por un lado, estoy satisfecha, porque la justicia reconoce la verdad. Por otro, siento que no es justo que alguien tenga que sufrir durante tantos años la presunción de culpabilidad”.
Estas palabras reflejan el desgaste emocional que ha supuesto el caso, tanto para ella como para su familia, y evidencian la tensión que puede generar un proceso judicial prolongado en la vida personal de los implicados.
El recurso presentado por la Abogacía del Estado, que actúa como acusación particular en nombre de la Agencia Tributaria, plantea una cuestión crucial: solicita que se revoque la absolución de Ana Duato y de Miguel Ángel Bernardeau, así como la de Fernando Peña en calidad de “cooperador necesario por los respectivos delitos”.
Según el documento legal, la valoración de la prueba realizada por la Audiencia Nacional incurre en un “error manifiesto e irracional, contradiciendo los hechos declarados probados y vulnerando el derecho de la acusación particular a una resolución fundada en Derecho”.
Este argumento abre la puerta a la posibilidad de que se retrotraigan las actuaciones al momento previo al dictado de la sentencia, permitiendo que se dicte una nueva resolución que podría modificar de manera significativa el resultado de la causa.

Este giro inesperado añade presión sobre la estrategia de defensa de Duato y su esposo, quienes deberán prepararse para enfrentar una nueva fase judicial.
La complejidad del caso reside no solo en los delitos imputados, sino también en la percepción pública y mediática que acompaña a una figura pública tan reconocida.
Cada decisión judicial, cada comunicado oficial y cada declaración ante la prensa tiene el potencial de influir en la opinión de los ciudadanos, que siguen de cerca la evolución del caso desde hace más de una década.
El contexto del ‘caso Nummaria’ demuestra la intrincada relación entre el mundo empresarial y la gestión fiscal, así como la forma en que figuras públicas pueden verse arrastradas por los actos de sus asesores.
La trama revela cómo los entramados societarios y las operaciones financieras complejas pueden convertirse en terreno pantanoso incluso para quienes no participan activamente en ellos.
La justicia, en este sentido, debe equilibrar la presunción de inocencia con la necesidad de garantizar que los delitos fiscales sean sancionados con rigor.
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Además, el recurso de la Abogacía del Estado subraya un principio legal de gran relevancia: la importancia de una resolución fundada en derecho y basada en pruebas sólidas.
La acusación particular sostiene que la sentencia absolutoria podría haber pasado por alto aspectos clave del caso, generando un debate sobre la suficiencia y la interpretación de las pruebas presentadas durante el juicio.
Esta revisión crítica pone de relieve que la justicia no es un proceso estático, sino un mecanismo dinámico que puede adaptarse y corregirse cuando se consideran errores manifiestos en decisiones previas.
El impacto mediático de la noticia ha sido inmediato. La prensa especializada en tribunales y sucesos ha seguido con atención cada paso del proceso, destacando la relevancia de mantener la transparencia y la imparcialidad en causas de alto perfil como esta.
Las redes sociales, por su parte, se han convertido en un foro donde los ciudadanos expresan opiniones polarizadas: algunos defienden la inocencia de la actriz, mientras que otros consideran legítimo que se revisen las absoluciones para asegurar que la justicia sea completa.
En paralelo, abogados y expertos fiscales han comentado que la decisión de recurrir no es inusual en casos complejos donde la absolución genera dudas sobre la interpretación de las pruebas y la aplicación de la ley.
Sin embargo, también han advertido que la intervención de la Abogacía del Estado puede prolongar considerablemente los procedimientos judiciales, aumentando la incertidumbre y la tensión para los implicados.
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El ‘caso Nummaria’ se ha consolidado así como un referente en la lucha contra el fraude fiscal en España, mostrando tanto la complejidad de las operaciones financieras como los retos que enfrenta la justicia al lidiar con figuras públicas de alto perfil.
La decisión de la Abogacía del Estado de recurrir la absolución de Ana Duato y su marido añade un nuevo capítulo a esta historia que ha captado la atención de millones de ciudadanos y seguirá siendo objeto de debate en los próximos meses.
Mientras tanto, Ana Duato y Miguel Ángel Bernardeau deberán mantener la calma y confiar en sus defensores, conscientes de que la batalla legal aún no ha terminado.
La resolución final podría redefinir no solo su futuro personal y profesional, sino también sentar un precedente importante en la jurisprudencia sobre el fraude fiscal y la responsabilidad de los asesores frente a los delitos cometidos por terceros.
En conclusión, la noticia del recurso de la Abogacía del Estado reabre un caso que parecía cerrado, y mantiene a España pendiente de cada movimiento judicial.
La expectación es máxima, y la posibilidad de que la Audiencia Nacional reconsidere la absolución de Ana Duato y su marido garantiza que el ‘caso Nummaria’ siga siendo uno de los episodios más comentados en la intersección entre justicia, espectáculo y responsabilidad fiscal en el país.