En el especial de Halloween de First Dates, Alfonso, un “lobo sanguinario” de 43 años, protagoniza una cita llena de humor, confesiones atrevidas y momentos surrealistas junto a Paula, una mujer tan directa como desinhibida.

En un episodio de Halloween que promete ser recordado, “First Dates” nos presentó una cita que desbordó risas, sorpresas y, por supuesto, momentos de pura incomodidad.
Alfonso, un hombre de 43 años que se autodenomina “lobo sanguinario”, se encontró con Paula, una joven de 31 años que no dudó en compartir sus experiencias más atrevidas.
Desde el primer instante, el ambiente se cargó de tensión y humor, convirtiendo la velada en un espectáculo digno de mención.
La cita comenzó con Alfonso haciendo gala de su personalidad exuberante. “Cuando sale la luna llena, me convierto en un hombre lobo alocado”, afirmó con una sonrisa, mientras la cámara captaba la incredulidad de Paula.
La dinámica del programa se tornó rápidamente en un juego de palabras y situaciones absurdas, donde ambos participantes no escatimaron en sinceridad.
Alfonso, quien trabaja como mecánico y también se desempeña como showman, reveló que su vida está llena de aventuras y anécdotas, aunque algunas de ellas dejaron a la audiencia boquiabierta.

“Me tiraron petardos en una actuación y me dieron con un palo de escoba en el trasero mientras llevaba un tanga”, compartió Alfonso, provocando las risas de Paula y del público. Este tipo de humor, aunque arriesgado, se convirtió en el hilo conductor de la cita.
Sin embargo, no todo fue risas; también hubo momentos de reflexión sobre el amor y las relaciones.
Alfonso se mostró sincero al hablar sobre su vida amorosa, admitiendo que no siempre ha tenido éxito en el ámbito sentimental.
“El amor no ha ido muy allá”, confesó. Paula, por su parte, no se quedó atrás en cuanto a sinceridad. “A ninguno me sirve ni me funciona en la cama, como yo quiero que me funcione”, dijo con una franqueza que sorprendió a todos.
La conversación fluyó entre risas y confesiones, creando un ambiente donde la incomodidad y la atracción parecían bailar al mismo ritmo.
La cita avanzó y los comentarios subidos de tono no se hicieron esperar. Paula dejó claro que busca un “buen empotrador” y que ha experimentado en su vida más de lo que muchos podrían imaginar.
“He tenido toda la fantasía del mundo que te puedes imaginar. Yo ya lo he hecho todo en esta vida”, afirmó, mientras Alfonso la escuchaba atento, quizás pensando en cómo podría encajar en esa narrativa.

El momento culminante llegó cuando Paula se refirió a su experiencia en una fiesta de Halloween, donde terminó en una lápida en un cementerio. “Eso es un recuerdo que nunca olvidaré”, dijo con una risa traviesa.
La conexión entre ambos parecía crecer, y la tensión se palpaba en el aire. Alfonso, por su parte, se mostró emocionado, pero también un poco intimidado por la energía arrolladora de Paula.
“No sé si me siento capaz”, respondió a las insinuaciones de la joven, quien no dudó en retarlo.
A medida que la cita avanzaba, las bromas y la química entre ellos se intensificaron. Paula, con su carácter directo, no dudó en desafiar a Alfonso a demostrar su lado más atrevido.
“Saca tu garra. No te eches para atrás”, le dijo. La atmósfera se tornó electrizante, y el público no pudo evitar reírse ante la situación surrealista que estaban presenciando.
Sin embargo, la cita no solo se basó en el humor y la provocación. También hubo momentos de vulnerabilidad. Alfonso admitió que su físico no siempre ha sido atractivo para las mujeres.
“Estoy acostumbrado a que digan que mi físico no les atrae”, comentó con una mezcla de resignación y aceptación. Paula, al escuchar esto, se mostró comprensiva, resaltando la importancia de la conexión emocional sobre la apariencia física.

El desenlace de la cita fue inesperado. A pesar de las diferencias y las locuras compartidas, ambos decidieron continuar conociéndose. “Ha ido mejor de lo que yo me esperaba”, declaró Paula al final de la velada.
Alfonso, con una sonrisa de satisfacción, también expresó su deseo de tener una segunda cita. “Demostrado que soy el hombre lobo caliente que te prometí”, concluyó, dejando claro que, a pesar de lo absurdo de la situación, había encontrado una conexión genuina.
Este episodio de “First Dates” no solo entretuvo a la audiencia, sino que también dejó una reflexión sobre la diversidad de relaciones y la importancia de la sinceridad en el amor.
A través de risas, momentos incómodos y confesiones atrevidas, Alfonso y Paula nos recordaron que, a veces, la búsqueda del amor puede ser tan surrealista como divertida.
En un mundo donde las conexiones auténticas parecen escasas, esta cita nos mostró que, incluso en las circunstancias más inusuales, es posible encontrar algo especial. Sin duda, un especial de Halloween que quedará en la memoria de todos los que lo vieron.