Pedro Sánchez ha sido duramente criticado tras confundir el lema de la Guardia Civil, escribiendo “Servir y proteger” en lugar de “El honor es mi divisa” durante la festividad de la Virgen del Pilar.

En un episodio que ha dejado a muchos boquiabiertos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado un incidente que ha encendido las redes sociales y generado una ola de críticas.
Durante la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, Sánchez quiso rendir homenaje a este cuerpo de seguridad con un mensaje que, en lugar de ser bien recibido, se ha convertido en objeto de burla y desprecio.
El error, que muchos consideran simbólico de un desprecio hacia las fuerzas de seguridad, ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre el Gobierno y uno de los cuerpos más valorados por los españoles.
“Servir y proteger. Ese es su lema”, escribió Sánchez en sus redes sociales, un intento de alabar a la Guardia Civil que rápidamente se volvió en su contra.
La realidad es que el verdadero lema de la Benemérita es “El honor es mi divisa”, una frase que ha acompañado a la institución desde su fundación en 1844.
Este error no solo revela un desconocimiento alarmante por parte del presidente, sino que también ha sido interpretado como una falta de respeto hacia los hombres y mujeres que arriesgan su vida diariamente para proteger a la ciudadanía.

Las reacciones no se hicieron esperar. Los usuarios de las redes sociales, en un ejercicio de indignación colectiva, recordaron a Sánchez que “El honor es mi divisa” es un lema que resuena en la historia de la Guardia Civil desde los tiempos del Duque de Ahumada.
“Servir y proteger” es, en realidad, el lema del Departamento de Policía de Los Ángeles, lo que añade un matiz irónico a la situación.
“Ves demasiadas películas y no conoces a la Benemérita”, le reprochaban varios internautas, evidenciando su falta de preparación incluso en una fecha tan institucional.
Las críticas no solo provienen de los ciudadanos. En el ámbito político, el diputado del PP por Cataluña, Hugo Manchón, se sumó a las voces críticas, recordando a Sánchez su historial de desprecio hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
“Te fuiste a los Goya sonriendo al día siguiente de que dos guardias civiles fueran asesinados en Barbate”, le recordó Manchón, subrayando la falta de sensibilidad del presidente.
Además, destacó que el Gobierno ha votado en contra de reconocer a la Guardia Civil y a la Policía Nacional como profesiones de riesgo en Europa.

Mientras tanto, los sindicatos policiales han aprovechado la festividad para exigir un trato digno y un respeto que consideran ausente.
Desde Jucil, uno de los sindicatos más representativos de la Guardia Civil, han instado al Gobierno a detener lo que consideran un proceso de “debilitamiento y desmantelamiento” del cuerpo.
“Es hora de avanzar en la equiparación salarial y en el reconocimiento de la profesión de riesgo”, declararon, enfatizando la necesidad de endurecer las leyes contra las agresiones a agentes.
El policía Samuel Vázquez, portavoz de la indignación de muchos agentes, no tuvo reparos en expresar su frustración: “El lema de la Guardia Civil es ‘El honor es mi divisa’. A ti es normal que no te suene de nada, maldito sinvergüenza. ¡Viva la UCO!”.
Estas palabras resuenan con la voz de miles de guardias civiles que se sienten humillados y abandonados por un presidente que, una vez más, ha demostrado un alarmante desconocimiento de quienes arriesgan su vida por la seguridad del país.
El incidente ha puesto de relieve una serie de tensiones latentes entre el Gobierno y las fuerzas de seguridad.
Muchos agentes sienten que su labor no es valorada adecuadamente y que, en ocasiones, son objeto de desprecio por parte de quienes deberían defender sus derechos y su honor.
La falta de reconocimiento de su trabajo, especialmente en momentos de crisis, ha llevado a un clima de descontento que podría tener repercusiones en la moral del cuerpo.

La indignación no se limita a las redes sociales y a las críticas políticas. En la calle, la percepción de los ciudadanos sobre la Guardia Civil se ve afectada por este tipo de incidentes.
La confianza en las instituciones es fundamental para el funcionamiento de la democracia, y situaciones como esta pueden erosionar esa confianza.
Los ciudadanos esperan que sus líderes no solo conozcan la historia y los valores de las instituciones, sino que también los respeten y los defiendan.
El hecho de que un presidente del Gobierno cometa un error tan grave en un contexto tan significativo pone en entredicho su capacidad para liderar y para representar a todos los españoles.
La Guardia Civil, con su lema histórico, simboliza la dedicación y el sacrificio de muchos hombres y mujeres que, a pesar de las adversidades, continúan cumpliendo con su deber.
La respuesta de Sánchez y su Gobierno a esta crisis será crucial para restaurar la confianza y el respeto hacia las fuerzas de seguridad.
En conclusión, el bochornoso error de Pedro Sánchez no solo ha desencadenado una ola de críticas, sino que ha puesto de manifiesto una desconexión preocupante entre el Gobierno y las instituciones que garantizan la seguridad de los ciudadanos.
La Guardia Civil se ha hartado de ser ignorada y menospreciada, y su respuesta es un claro llamado a la dignidad y al respeto que merecen.
En un momento en que la cohesión social es más importante que nunca, es fundamental que los líderes políticos escuchen y aprendan de aquellos que, día a día, luchan por la seguridad y el bienestar de la sociedad.