La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha puesto en el foco a Francisca Muñoz, la mujer del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, cuyo nivel de vida ha levantado todas las alarmas dentro del caso Koldo.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha puesto en el punto de mira a Francisca Muñoz, esposa del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
La investigación, enmarcada dentro del caso Koldo, ha revelado un estilo de vida que ha levantado serias alarmas sobre la procedencia de los fondos que lo sostienen.
Según el último informe de la UCO, las compras realizadas por Muñoz han sido catalogadas como “desmesuradas”, financiadas a través de la tarjeta de la empresa Servinabar, la cual está estrechamente vinculada al entorno de Cerdán.
Los mensajes internos obtenidos por la UCO son contundentes. Antxón Alonso, socio de Cerdán, expresó en una conversación privada: “Paqui. Que la conocen todas las dependientas de El Corte Inglés. Gastar y gastar”.
Esta afirmación pone de relieve no solo la habitualidad de los gastos, sino también un cierto desprecio hacia la situación económica general, sugiriendo un uso excesivo de recursos que podrían provenir de fondos públicos.

El informe detalla que Servinabar ha financiado la vida de lujo de la familia Cerdán, incluyendo gastos en alquileres, viajes, comidas y compras en El Corte Inglés.
A pesar de que Santos Cerdán asegura no haber formalizado su participación en la empresa, a pesar de figurar con un 45% en una escritura, la UCO ha identificado numerosos pagos realizados por la compañía entre diciembre de 2021 y febrero de 2024.
Entre estos, se destacan 49 pagos en restaurantes a tan solo 170 metros de su domicilio familiar, que suman un total de 7.470 euros, además de 1.795 euros gastados en Ibiza y otros cargos durante un viaje a Tenerife.
El dispendio no se limita a comidas y viajes.
La investigación revela que Servinabar ha desembolsado más de 7.800 euros en muebles para el hogar de Cerdán y su esposa, así como 62.840 euros en alquileres entre 2017 y 2019, que incluyen un ático en Madrid donde residía la familia.
La UCO subraya que, aunque este informe no evalúa el patrimonio completo de Cerdán, sí evidencia una relación directa entre la empresa y los gastos del núcleo familiar, sugiriendo un uso reiterado y privilegiado de fondos provenientes de adjudicaciones públicas.

Además de los gastos personales, el informe señala las conexiones laborales sospechosas de Francisca Muñoz. Se ha revelado que cobró 9.500 euros de la cooperativa Noran, creada por Antxón Alonso y Koldo García, sin que se haya documentado actividad profesional alguna.
Servinabar, según las investigaciones, habría aportado a dicha cooperativa más del 67% de sus ingresos, financiando también pagos a Koldo García, Alonso y otros miembros del entorno socialista.
Esto plantea serias dudas sobre la transparencia y legalidad de las operaciones realizadas.
El escándalo se extiende más allá de la pareja. La hermana de Cerdán recibió 22.324 euros de Servinabar en 2020, y posteriormente fue transferida a otra cooperativa que ha continuado abonando su salario hasta 2025.
Por su parte, el cuñado de Cerdán, Antonio Muñoz, percibió 53.130 euros de Servinabar, además de recibir un certificado del Ministerio de Transportes en plena pandemia para incorporarse a una obra pública.
Todo esto sugiere un entramado familiar que ha sabido beneficiarse de un sistema que parece haber estado diseñado para favorecer a unos pocos a expensas de fondos públicos.

La UCO ha trazado un panorama inquietante de beneficios familiares sistemáticos, con Francisca Muñoz en el centro de una trama que, según la investigación, ha vivido del “gastar y gastar” a costa de una empresa alimentada con dinero de adjudicaciones públicas.
Esta situación no solo plantea interrogantes sobre la legalidad de los gastos y la procedencia de los fondos, sino también sobre la ética de aquellos que han estado en posiciones de poder, permitiendo que se desarrollen redes clientelistas que socavan la confianza pública.
En un contexto donde la corrupción y el uso indebido de recursos públicos son temas recurrentes en la política española, el caso de Francisca
Muñoz y Santos Cerdán destaca como un ejemplo alarmante de cómo el abuso de poder puede manifestarse en el día a día de la vida personal y profesional.
La UCO continúa su investigación, y se espera que en los próximos meses se arroje más luz sobre este caso, que podría tener repercusiones significativas en el ámbito político y social del país.