La escritora Lucía Etxebarria analiza la figura de Pedro Sánchez, sugiriendo que su poder está sostenido por un entramado de influencias internacionales y estructuras políticas complejas.

La escritora y psicóloga Lucía Etxebarria ha generado un intenso debate en la esfera política y mediática española al ofrecer su visión sobre la figura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la supuesta red de influencias y corrupción que lo rodea.
En una entrevista reciente, Etxebarria abordó con detalle la evolución personal y política de Sánchez, describiendo no solo su estado físico y psicológico, sino también el entramado de intereses que, según ella, lo mantienen en el poder.
“Ya está envejeciendo muchísimo, está delgadísimo; no es de criptonita, pero no se puede mover de donde está porque está metido en muchos líos”, señaló la autora. Etxebarria describe a Sánchez como un líder atrapado por sus compromisos y sus vínculos internacionales.
La escritora menciona presuntos fondos recibidos indirectamente de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales, destacando que estos habrían servido para facilitar su inserción en la socialdemocracia española y consolidar un grupo político que ella denomina “izquierda fascista totalitaria”.

En sus palabras, Sánchez no sería, en esencia, un genio político sino un actor central sostenido por un entramado mucho más complejo: “No creo que él sea tan sumamente inteligente.
Mira, Hitler no era tremendamente inteligente. Hitler tenía debajo una estructura muy grande y el genio del mal era Goebbels, si es que había alguno.
Aquí hay una hoja de ruta creada por Óscar López, el grupo de Puebla, el genio quizá… pero Sánchez tiene algo, aguanta, porque posee rasgos narcisistas y cierto rasgo psicopático”, afirmó Etxebarria, utilizando su formación en psicología para analizar la conducta del presidente.
El análisis de Etxebarria no se limitó a consideraciones psicológicas. También abordó las implicaciones económicas y sociales de las decisiones políticas del Ejecutivo. Según la autora, la gestión de Sánchez habría tenido efectos directos sobre sectores vulnerables:
“Esquilmando al currito que vive en mi barrio, quitándole su casa, hormonando a niños, haciendo cosas muy bestias…”,
aseguró, comparando la magnitud de la supuesta corrupción con la de casos anteriores del Partido Popular, aunque resaltando que, en su opinión, la diferencia radicaría en la escala y en el impacto directo sobre la población general.
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Etxebarria señaló que, a pesar de la percepción pública de Sánchez como un estratega brillante, en realidad su poder estaría sostenido por una compleja red de apoyos y financiación, incluyendo actores políticos como Pachi López y estructuras internacionales que,
según ella, habrían facilitado la creación de un proyecto político dentro del PSOE con fines de transformación ideológica:
“Aquí hay un entramado muy grande y, al final, cae”, afirmó, haciendo una analogía histórica con la caída de Hitler para ilustrar la eventual descomposición de esta red.
La escritora también reflexionó sobre las consecuencias sociales y económicas de estas políticas, destacando especialmente el impacto sobre los autónomos, el empleo, el campo y la propiedad de viviendas:
“Cómo han destruido empleo, cómo han destruido el campo, cómo han arrebatado a un montón de pequeños propietarios su casa”, explicó, diferenciando entre los pequeños propietarios, vulnerables ante la política estatal, y los grandes propietarios, que cuentan con recursos para protegerse frente a cualquier eventualidad.
Etxebarria no escatimó en comparaciones históricas para contextualizar su análisis.
La referencia a Hitler y a Goebbels subraya la importancia de las estructuras de apoyo y la propaganda en el ejercicio del poder, una perspectiva que utiliza para criticar la supuesta centralización del control político y la manipulación mediática en torno a la figura de Sánchez.
“No creo que sea un hombre superinteligente; ningún hombre es tan inteligente en el mundo para crear eso. Hay detrás un entramado muy grande”, señaló, sugiriendo que el verdadero poder reside en la red que lo respalda y no en el presidente en sí.
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El debate generado por estas declaraciones de Etxebarria resalta la polarización en la opinión pública española y la creciente preocupación por la transparencia y la ética en la política nacional.
Las afirmaciones de la escritora combinan análisis psicológico, político y social, y plantean preguntas sobre la gobernabilidad, la rendición de cuentas y la influencia de actores internacionales en la política interna de España.
En conclusión, la intervención de Lucía Etxebarria representa un ejemplo de cómo figuras culturales y expertas en psicología pueden ofrecer una lectura crítica de la política, mezclando elementos históricos, sociales y personales para explicar la complejidad de los liderazgos contemporáneos.
Su visión sobre Pedro Sánchez no solo pone el foco en el individuo, sino en la estructura que lo sostiene, sugiriendo que los escándalos y la corrupción potencialmente emergentes podrían tener un impacto duradero en la percepción pública y en la estabilidad política del país.
La combinación de análisis psicológico, evidencia anecdótica y referencias históricas convierte este debate en un punto de referencia para estudios sobre poder, corrupción y liderazgo, y reabre la discusión sobre cómo los ciudadanos interpretan la relación entre ética, política y estructura de poder en España.