María Palacios rompe su silencio para defender a su esposo, Alessandro Lequio, y asegura que las acusaciones de malos tratos de Antonia Dell’Atte son falsas y carecen de fundamento. La defensa de Palacios se apoya en un informe policial de 2005 que, según ella, demuestra manipulaciones en la denuncia original presentada por Dell’Atte en 1991.
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En un giro inesperado de los acontecimientos, María Palacios, esposa de Alessandro Lequio durante 26 años, ha decidido romper su tradicional silencio para defender a su marido ante las graves acusaciones de malos tratos formuladas por Antonia Dell’Atte, expareja de Lequio.
En una entrevista reveladora con una conocida revista, Palacios expresó su indignación y preocupación por las repercusiones de estas afirmaciones, que han llevado a la rescisión del contrato de trabajo de Lequio en Mediaset.
“Es intolerable lo que se está diciendo”, afirmó Palacios con firmeza. “Ni me siento víctima ni cómplice. Quien me conoce sabe que no hablo por impulso, pero hay momentos en los que callar ya no es una opción”.
Estas palabras reflejan la angustia de una mujer que ha visto cómo las acusaciones han reabierto un debate que ha perseguido a su marido durante años.
El detonante de esta controversia fue una reciente entrevista de Dell’Atte en un importante diario, donde volvió a hablar de presuntos episodios de violencia durante su relación con Lequio entre 1987 y 1991.
Palacios, sin embargo, sostiene que estas afirmaciones carecen de fundamento. “Me baso en un informe policial de 2005 que detectó manipulaciones en el justificante de denuncia presentado por Dell’Atte en 1991”, explicó.
Según este informe, la expresión original “los efectos siguientes” fue alterada para incluir “malos tratos físicos”, lo que, a juicio de Palacios, constituye una prueba contundente de la falsedad de las acusaciones.

Además, Palacios recordó que Alessandro nunca ha sido juzgado ni condenado por malos tratos, y que la demanda que interpuso contra Dell’Atte en 2003 fue archivada sin llegar a juicio.
“El archivo no implica que Dell’Atte pueda referirse a Lequio como maltratador”, subrayó con determinación.
Esta situación ha generado una gran preocupación en la familia, especialmente por el impacto que podría tener en su hija Ginevra, quien ha preguntado qué significa la palabra “maltratador”.
La familia vive esta situación con una sensación de impotencia, especialmente tras la trágica muerte de Aless Lequio, hijo de Ana Obregón y Alessandro, en 2020.
Palacios expresó su angustia al decir: “Estamos sufriendo las consecuencias de una situación que no tiene sentido. La gente no se da cuenta del daño que puede causar”.
Ana Obregón, madre de Aless, también ha manifestado su indignación ante las acusaciones de Dell’Atte, quien la ha señalado como presunta encubridora.
“Nosotros compartimos momentos juntos, incluso una comida en Turín en 2015, todo con absoluta normalidad”, recordó Palacios, evidenciando la incongruencia de las acusaciones.

En su defensa, Palacios insiste en que la verdad no se define por quién grita más fuerte, sino por quien vive la realidad de la situación. “Y yo lo vivo cada día desde hace 26 años”, afirmó con convicción.
Esta declaración resuena con fuerza, destacando el compromiso de Palacios con su familia y su deseo de proteger la reputación de su marido.
La situación ha suscitado un intenso debate en los medios de comunicación y entre el público, con muchos defendiendo a Lequio y otros cuestionando su carácter.
Palacios concluyó la entrevista con un mensaje claro: “Es hora de que la gente escuche la verdad y no se deje llevar por rumores infundados”.
En un contexto donde las acusaciones de violencia de género son tomadas cada vez más en serio, la defensa de Palacios plantea interrogantes sobre la veracidad de las denuncias y la importancia de la evidencia en estos casos.
La lucha de la familia Lequio-Palacios por limpiar su nombre es un recordatorio de que, en medio de la indignación pública, siempre debe prevalecer la búsqueda de la verdad.
