Mariló Montero lanzó duras críticas contra Pedro Sánchez en un programa de Telemadrid, acusándolo de “secuestrar España” y de actuar como un “demonio” que amenaza la democracia.

Mariló Montero, la reconocida periodista y reciente ganadora de la décima edición de MasterChef Celebrity, ha vuelto a hacer oír su voz crítica frente al Gobierno de Pedro Sánchez.
En su intervención en el programa “El análisis: Diario de noche” de Telemadrid, Montero no se contuvo y lanzó una serie de acusaciones contundentes hacia el presidente del Gobierno, describiéndolo como “un demonio” que, según ella, está “secuestrando España”.
Durante su aparición, Montero se refirió al informe de la UCO sobre Santos Cerdán, elevando el tono de su discurso. “Pedro Sánchez no se cree ni él su propia mentira”, afirmó, añadiendo que su titubeo es señal de que “está muy acorralado”.
Esta afirmación refleja la creciente desconfianza que muchos ciudadanos sienten hacia el actual líder del Ejecutivo. La periodista subrayó que, a pesar de la aparente solvencia con la que el presidente se presenta ante los medios, él es, en su opinión, “un mentiroso”.
Montero no se detuvo ahí. En un momento de su análisis, expresó: “La suma de los periodistas de investigación y los agentes de la UCO son esas olas que tienen que derribar el muro que ha levantado Sánchez para acabar con este país y con el Estado de derecho”.
Estas palabras resonaron con fuerza, destacando su preocupación por lo que ella considera una amenaza a la democracia española.
“La Constitución fue diseñada por hombres de bien que jamás imaginaron que un demonio podría llegar a España para destruir la democracia”, afirmó, insistiendo en que la situación actual es alarmante.

La periodista, conocida por su estilo directo y sin tapujos, añadió que el escenario que describe ya se ha materializado: “Ha llegado. Tenemos a un demonio que quiere destruir la democracia española”.
Este tipo de declaraciones han generado un gran revuelo en las redes sociales, donde muchos usuarios han expresado su apoyo a Montero, mientras que otros han criticado su enfoque.
En su intervención, Montero también planteó qué medidas podrían implementarse para evitar que España caiga nuevamente en lo que ella denomina un “secuestro político”.
Propuso la necesidad de auditorías independientes y controles estrictos, así como una prohibición clara para evitar que “políticos que llevan toda la vida en un partido lleguen al poder solo para robar”.
Esta última afirmación pone de manifiesto su preocupación por la corrupción y el abuso de poder que, según ella, se ha normalizado en la política española.
“Permitir que los mismos dirigentes se eternicen en el Gobierno es abrir la puerta a la corrupción”, advirtió Montero, quien parece estar convencida de que un cambio en la forma de gobernar es esencial para restaurar la confianza pública.
Su mensaje final, que ha circulado ampliamente en las redes, fue contundente: “Ha secuestrado a España y confunde que él no tiene el poder.
El poder lo tenemos nosotros”. Estas palabras no solo reflejan su frustración, sino también un llamado a la acción para que los ciudadanos recuperen el control sobre su propio destino.
El impacto de sus declaraciones ha sido significativo, especialmente en un contexto donde Pedro Sánchez enfrenta un creciente desgaste público y un malestar social que no cesa de intensificarse.
La crítica de Montero se suma a un coro de voces que cuestionan la gestión del Gobierno en temas clave, como la economía, la sanidad y la política social.
Las intervenciones de líderes políticos de diversas formaciones, como Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal, y otros, han complementado este debate, cada uno aportando su perspectiva sobre la situación actual del país.
En un clima tan polarizado, las palabras de Montero han servido para avivar la conversación sobre la dirección que debe tomar España en los próximos años.
En resumen, Mariló Montero ha utilizado su plataforma para expresar una profunda preocupación por el estado de la democracia en España, instando a la población a mantenerse alerta y a exigir cambios significativos.
Su discurso, cargado de emoción y convicción, ha dejado una huella en el panorama político actual, recordando a todos que la responsabilidad del futuro del país recae en sus ciudadanos.