Reyes Maroto y el alcalde José Luis Almeida protagonizaron un intenso debate en el Ayuntamiento de Madrid sobre la situación en Gaza y las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino.

En una sesión del Ayuntamiento de Madrid que prometía ser un mero trámite, la portavoz del grupo municipal socialista, Reyes Maroto, tomó la palabra y encendió el ambiente con un discurso apasionado sobre la situación en Gaza.
“Señor Almeida, donde usted ve una camiseta palestina, yo veo dignidad.
Miles de ciudadanos alzando su voz contra el genocidio y defendiendo los derechos humanos y la paz”, afirmó Maroto, mientras mostraba una imagen de la manifestación del 14 de septiembre en Madrid. La sala se llenó de murmullos y miradas expectantes.
Almeida, el alcalde de Madrid, no tardó en responder. “Señora Maroto, es una pena que haya perdido la oportunidad de usar esta tribuna para reclamar que el Barcelona no juegue hoy contra el Japoel”, dijo con un tono sarcástico.
“¿Está usted de acuerdo en que el Barcelona juegue? No es tan difícil, señora Maroto”, continuó, desatando risas entre sus seguidores.
Maroto, visiblemente molesta, insistió en que el alcalde debería condenar el genocidio en Gaza. “Hoy tiene una nueva oportunidad de situarse en el lado correcto de la historia.
No hay retórica que tape el dolor ni silencio que borre tanta injusticia”, replicó. La tensión en la sala era palpable, y los aplausos de algunos concejales respaldaban sus palabras.

El alcalde, sin embargo, se mantuvo firme en su postura. “Coincido con el secretario general de mi partido. Aquellos que agredieron a 22 policías durante las manifestaciones son gentuza.
Sí, gentuza”, afirmó con contundencia, mientras algunos miembros del Partido Popular asentían con la cabeza. “No estoy hablando de los manifestantes pacíficos, esos tienen todo el derecho a protestar, pero hay quienes cruzan la línea”, añadió.
Maroto no se quedó atrás. “Señor Almeida, lo que hacen es instrumentalizar la venganza. Madrid no se ha desbordado de manifestantes, sino que se ha desbordado de violencia. Mire esta foto”, dijo, mostrando otra imagen de la manifestación.
“El pasado 14 de septiembre, las calles de Madrid se llenaron de dignidad. Más de 100,000 personas se manifestaron pacíficamente para denunciar la masacre”.
El debate continuó con Almeida cuestionando la falta de respuesta de Maroto sobre la violencia que se vivió en Ferraz durante las protestas.
“¿Dónde estaba usted cuando se produjeron esos disturbios? ¿Por qué no dijo nada?”, preguntó, provocando un nuevo intercambio de acusaciones.
Maroto replicó: “Porque no hay gaza suficiente para tapar que el hermano del presidente vivía en la Moncloa mientras era residente fiscal en Portugal. No hay gaza suficiente para ocultar los escándalos de su partido”.

La sala estalló en aplausos y vítores por parte de los seguidores de Maroto, mientras Almeida intentaba recuperar el control de la situación. “La violencia no tiene colores, y yo condeno todos los actos violentos.
Pero también es cierto que las manifestaciones deben llevarse a cabo dentro de los cauces legales”, afirmó, tratando de desmarcarse de las acusaciones.
“Señor Almeida, la historia pondrá a cada uno en su lugar”, advirtió Maroto. “En 2027, usted será recordado como el alcalde que ignoró el sufrimiento de la población en Gaza. Hoy, Madrid está hablando alto y claro.
Cada vez hay más apoyos del pueblo palestino en las calles, en los centros de trabajo, en los colegios”, añadió, mientras la presión aumentaba en la sala.
Almeida, visiblemente incómodo, intentó cambiar de tema. “Mire, señora Maroto, no se trata solo de Gaza. También tenemos que pensar en los problemas que afectan a nuestros ciudadanos aquí en Madrid.
La violencia que se vivió en Ferraz no puede ser ignorada”, dijo, buscando desviar la atención hacia los desafíos locales.

Maroto, sin embargo, no se dejó llevar. “Lo que preocupa a la población en Gaza, señor Almeida, no es un montaje fotográfico. Es que los están masacrando.
Y si usted quiere honrar al pueblo palestino, lo tiene muy fácil: apoye hoy concederles la medalla de honor de nuestra ciudad”, exigió, mientras los aplausos resonaban en la sala.
El alcalde, tratando de mantener la compostura, respondió: “Me comprometo a trabajar para que usted sea candidata al Partido Socialista en el año 2027”.
La provocación fue recibida con risas y murmullos, mientras Maroto, sin perder la calma, replicó: “No se trata de mí, se trata de la dignidad de los ciudadanos que están sufriendo”.
Finalmente, el debate concluyó con un ambiente tenso, pero cargado de emociones. La confrontación entre Maroto y Almeida no solo evidenció las diferencias políticas, sino también la profunda división sobre cómo abordar la crisis en Gaza y los derechos humanos.
La sala se vació lentamente, dejando a los concejales reflexionando sobre las palabras que habían escuchado y el futuro incierto que enfrentaba la ciudad.