El senador de VOX, Ángel Pelayo Gordillo Moreno, confrontó a Pedro Sánchez en el Senado durante la Comisión del Caso Koldo, acusándolo de evasión y falta de transparencia.

En un ambiente cargado de tensión y acusaciones, el senador de VOX, Ángel Pelayo Gordillo Moreno, arremetió contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la Comisión de Investigación del Caso Koldo en el Senado.
Este enfrentamiento no solo puso de manifiesto las profundas divisiones políticas en España, sino que también reveló una serie de interrogantes sobre la gestión del Gobierno y la corrupción que ha salpicado al partido socialista.
La sesión, marcada por un intercambio de palabras incisivas y momentos de indignación, dejó a los espectadores con la sensación de que la política española se encuentra en un punto de inflexión.
“Señor Sánchez, esto es una comisión de investigación, no un circo”, comenzó Gordillo, estableciendo el tono de la confrontación.
Sus palabras resonaron en el hemiciclo, donde cada senador parecía estar al borde de sus asientos, ansiosos por presenciar un duelo verbal que prometía ser explosivo.
La acusación de que Sánchez había eludido el control parlamentario desde mayo de 2024 fue solo el inicio de un torrente de críticas que el senador lanzó hacia el presidente.
“Usted no responde de nada”, enfatizó Gordillo, subrayando la percepción de que Sánchez evade las preguntas que atañen a la corrupción en su partido y otros temas candentes como la crisis migratoria y la gestión de emergencias.

La pregunta que flotaba en el aire era clara: ¿por qué el presidente había estado ausente en tantas ocasiones? “¿Por qué no viene usted al Senado desde el 12 de mayo de 2024?”, inquirió Gordillo, mientras el presidente intentaba defender su récord de comparecencias.
La tensión escaló cuando se abordaron los temas de la corrupción y la gestión de la pandemia.
“Usted tiene que responder políticamente”, insistió Gordillo, refiriéndose a la “gigantesca trama de corrupción” que, según él, ha surgido a raíz de la crisis sanitaria.
La acusación de que miles de españoles sufrieron mientras el Gobierno cerraba las Cortes Generales resonó con fuerza, dejando a muchos preguntándose si realmente había un sentido de responsabilidad en la administración actual.
Sánchez, por su parte, no se quedó atrás. Defendió su gestión durante la pandemia, argumentando que el estado de alarma “salvó cientos de miles de vidas”. Sin embargo, Gordillo no se dejó intimidar y continuó con su ataque.
“Usted se ha burlado de los españoles”, dijo, señalando que las comparecencias del presidente ante la prensa eran más una actuación que un verdadero compromiso con la transparencia.
“¿Cuánto dinero ha recibido usted en metálico?”, preguntó, refiriéndose a las acusaciones de financiamiento irregular en el PSOE. La respuesta de Sánchez fue evasiva, lo que solo alimentó las dudas sobre su sinceridad.
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El intercambio se intensificó cuando Gordillo mencionó a figuras clave del Gobierno y sus presuntos vínculos con la corrupción.
“Dígame, señor Sánchez, ¿cuántos directivos de empresas contactó usted para que colaboraran con su esposa?”, cuestionó, insinuando que la red de corrupción podría ser más amplia de lo que se había revelado hasta ahora.
Sánchez, visiblemente incómodo, intentó desviar la atención, pero Gordillo fue implacable: “Esto no es una comisión de difamación, es una investigación”.
La sesión se tornó aún más dramática cuando se abordaron las denuncias sobre el comportamiento de ciertos miembros del Gobierno. “Usted es responsable de lo que sucede en su entorno”, dijo Gordillo, desafiando a Sánchez a asumir la culpa por las acciones de sus ministros.
La defensa del presidente fue que la confianza depositada en sus colaboradores no implica aprobación de sus acciones personales.
Pero el senador no se dejó convencer, insistiendo en que, como líder, Sánchez debía rendir cuentas por lo que ocurre bajo su mando.

Mientras el debate proseguía, quedó claro que la política española se encuentra en un estado de crisis. La falta de respuestas claras y la continua evasión de responsabilidades por parte de los líderes políticos han generado un clima de desconfianza entre los ciudadanos.
“Usted no responde nunca de nada”, reiteró Gordillo, reflejando la frustración de muchos españoles que sienten que sus preocupaciones no son escuchadas.
El interrogatorio culminó con un llamado a la acción: “Váyase a reflexionar acerca de usted mismo”, concluyó Gordillo, dejando a la audiencia con una sensación de urgencia y la necesidad de un cambio.
La pregunta que persiste es si este tipo de confrontaciones en el Senado conducirán a una mayor transparencia y responsabilidad en el Gobierno o si, por el contrario, se convertirán en meros espectáculos políticos sin consecuencias reales.
La Comisión del Caso Koldo ha puesto de relieve no solo las luchas internas dentro del Gobierno, sino también la creciente presión sobre los líderes políticos para que rindan cuentas.
En un momento en que la confianza en las instituciones está en juego, la sociedad española observa con atención, esperando respuestas y, sobre todo, responsabilidad. La política, en su esencia, debe servir al pueblo, y es hora de que los líderes se alineen con esa misión.