El cantante Pitingo protagoniza un fuerte enfrentamiento con el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, tras criticar su propuesta sobre las cuotas de los autónomos.
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En un nuevo episodio de la lucha entre la clase política y los trabajadores autónomos, el cantante Pitingo ha lanzado un ataque directo al portavoz de Podemos, Pablo Fernández.
Este enfrentamiento, que ha estallado en las redes sociales, pone de manifiesto las tensiones existentes en torno a la política fiscal y la percepción de privilegios en la clase política.
La controversia comenzó cuando Fernández, a través de su perfil en X, sugirió que se deberían aumentar las cuotas de los autónomos que más ganan y reducirlas para aquellos que menos ingresan.
Su mensaje, que parecía buscar una mayor equidad en el sistema, ha levantado ampollas entre los trabajadores por cuenta propia, quienes ven en esta propuesta una falta de comprensión de su realidad diaria.
Pitingo, conocido por su carácter directo y su compromiso con la realidad social, no tardó en responder.
Con una frase contundente, desnudó la hipocresía que, según él, caracteriza a muchos políticos: “Y tú que empezaste de kiosquero, mírate ahora… viviendo como los de arriba a los que dices que hay que subirles la cuota.
El discurso de los de abajo se te cayó el día que te montaste en coche oficial”. Este comentario resonó en las redes, ganando rápidamente popularidad y apoyos, mientras que Fernández intentaba defenderse de las críticas.

La respuesta de Fernández fue intentar distanciarse de las acusaciones, afirmando que había trabajado como autónomo y que había renunciado al coche oficial al entrar en política.
“Para mí ha sido un orgullo haber trabajado como autónomo”, declaró, añadiendo que Pitingo “se pasa de la raya”.
Sin embargo, sus palabras no lograron convencer a la mayoría de los usuarios de la red social, quienes le recordaron que su sueldo proviene de los impuestos de los ciudadanos, lo que, a su juicio, contrasta con su discurso de lucha contra “los de arriba”.
Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla, donde los usuarios no dudaron en expresar su opinión.
Comentarios como el de Andrés Sánchez, que sugirió nacionalizar las pymes para que los políticos entendieran el verdadero valor del trabajo, reflejan un creciente descontento con la clase política.
“Deberíais nacionalizar las pymes. Así nos vamos todos a la mierda y de paso entendéis que el dinero fluye del esfuerzo propio, no de hacer el trilero en un atril”, escribió, resonando con muchos que se sienten olvidados por quienes les representan.

Otro usuario, José María Izquierdo, fue aún más incisivo, acusando a Podemos de ser un partido que se aferra al poder a costa de los ciudadanos.
“Qué falsos y miserables sois. Nunca dejaréis caer a este Gobierno. Solo buscáis diferenciaros del PSOE para rascar votos”, afirmó, reflejando la percepción de que la política se ha convertido en un juego de intereses y no en un servicio a la ciudadanía.
Pitingo, lejos de dejar que la polémica se apague, continuó su ataque, afirmando que “tú renunciaste al coche, pero no a vivir del cuento. Los autónomos no tenemos privilegios, tenemos facturas”.
Con esta frase, el cantante logró encapsular el descontento de muchos autónomos que luchan diariamente por sobrevivir en un entorno económico complicado, mientras ven a políticos que, desde su perspectiva, disfrutan de privilegios que no comprenden su realidad.
La situación expone una brecha cada vez más grande entre la clase política y los ciudadanos que representan.
Muchos trabajadores por cuenta propia sienten que sus voces no son escuchadas y que las decisiones que se toman en los despachos no reflejan la dureza de su día a día.
La retórica de “los de arriba” y “los de abajo” se ha vuelto común en el discurso político, pero para muchos, estas palabras son solo eso: palabras vacías que no se traducen en acciones concretas que mejoren sus vidas.

Este enfrentamiento entre Pitingo y Fernández es más que un simple intercambio de palabras; es un reflejo de un descontento social más amplio.
La lucha de los autónomos por ser escuchados y tratados con justicia se encuentra en el centro de esta polémica, y la respuesta de la política a sus demandas será crucial en los próximos meses.
La percepción de hipocresía en las filas de los políticos no solo afecta su imagen, sino que también puede tener repercusiones en el apoyo que reciben de la ciudadanía.
La figura de Pitingo, que ha utilizado su plataforma para hablar en nombre de aquellos que se sienten marginados, se convierte en un símbolo de la resistencia contra una clase política que muchos ven como desconectada de la realidad.
A medida que las redes sociales continúan siendo un espacio para el debate y la confrontación, es probable que veamos más enfrentamientos como este, donde los ciudadanos exigen a sus representantes que escuchen y respondan a sus preocupaciones.
Este episodio nos recuerda que detrás de cada cifra y cada propuesta política hay historias de vida reales, de personas que luchan por salir adelante en un mundo que a menudo parece estar en su contra.
La pregunta que queda en el aire es: ¿serán los políticos capaces de escuchar y adaptarse a las necesidades de sus electores, o continuarán viviendo en su burbuja de privilegio?
La respuesta a esta pregunta podría definir el futuro de la política en España y la relación entre los ciudadanos y sus representantes.