Pradas ha hablado por primera vez más de un año después de la tragedia de la DANA, pero ha aprovechado para insistir en algunas mentiras sobre lo que ocurrió aquel día.

Más de un año después de la tragedia de la DANA que el 29 de octubre de 2024 provocó la muerte de 229 personas en la Comunidad Valenciana, Salomé Pradas, exconsellera de Emergencias, concedió una entrevista exclusiva al programa Salvados, donde se pronunció por primera vez sobre los hechos.
Sin embargo, su comparecencia estuvo marcada por declaraciones cuidadosamente medidas, con un claro objetivo de protegerse judicialmente, mientras intentaba deslindar responsabilidades hacia otros miembros de la comisión del CECOPI y técnicos del departamento.
Pradas recordó al inicio de su intervención que llevaba únicamente “tres meses” como consellera cuando ocurrió la DANA, intentando contextualizar su actuación. Sobre la tardía alerta a la población, explicó: “Empieza un debate.
El señor José Miguel Basset —que actuó como jefe operativo durante la gestión— dice en un momento que cree que es contraproducente”, justificando así, según ella, que el envío del mensaje definitivo se retrasara.
En referencia al sistema ES-Alert, afirmó que “hasta las 19:00 horas no se propuso enviar el mensaje”, a pesar de que existen registros en vídeo que muestran al técnico Jorge Suárez sugiriendo la alerta a las 17:20 horas.
Ante la evidencia, Pradas desvió la responsabilidad: “El señor Suárez será quien tendrá que explicar qué quería decir en ese momento, pero desde luego no se nos presentó como un ES-Alert”.
La exconsellera también intentó minimizar su papel en la dirección operativa de la Generalitat durante la crisis.
Alegó que su función era de “codirectora institucional” junto a la delegada del Gobierno, un argumento que fue desmentido públicamente por Pilar Bernabé, quien calificó la afirmación de “invento”.
Según el Plan de Inundaciones de la Comunidad Valenciana, corresponde a la Generalitat la dirección del plan en emergencias declaradas de nivel 0, 1 y 2, lo que confirma que Pradas sí ostentaba responsabilidades operativas.
Durante la DANA no se alcanzó el nivel 3 —emergencia de interés nacional— ni se declaró la “emergencia catastrófica” prevista en la ley autonómica, permitiendo a la Generalitat mantener la dirección operativa.

Otro punto crítico que abordó Pradas fue el manejo de las miles de llamadas recibidas en el 112 durante la jornada del desastre.
Afirmó que “tendrá que ser el señor Suárez el que explique por qué no llegó esa información”, a pesar de que todos los organismos de Emergencias están integrados en el sistema que procesa las llamadas y que el CECOPI dispone de pantallas donde se muestran en tiempo real los incidentes.
Antes de celebrarse la reunión del CECOPI, ya se habían registrado más de 10.000 llamadas de ciudadanos solicitando ayuda.
Pradas también justificó la retirada de los bomberos que vigilaban los barrancos de la región, alegando que “esa retirada la decidió el mando operativo del Consorcio de Bomberos” y que la vigilancia de esos barrancos era responsabilidad de la Confederación.
Sin embargo, este argumento ha sido desmentido, ya que la responsabilidad sobre la vigilancia de los barrancos recae directamente en la Generalitat, específicamente en la Consellería de Justicia e Interior.
En su entrevista, Pradas criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no viajar a España desde La India el día siguiente de la DANA:
“¿Cómo es posible que llegue al Centro de Emergencia y ni nos pregunte?”, señaló, evidenciando su malestar por la gestión política de la crisis.
Asimismo, mostró comprensión por “el malestar de las víctimas” hacia el entonces presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y hacia ella misma, aunque cuestionó los insultos que se produjeron durante el funeral de Estado: “La exaltación no conduce a nada”.

La entrevista de Pradas se ha interpretado como un intento de preservar su posición ante la justicia.
Ella y Emilio Argüeso, exsecretario autonómico de Emergencias, son los únicos investigados en la causa que instruye la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Torraba, por presuntas irregularidades en la gestión de la DANA.
Cada declaración de Pradas ha sido cuidadosamente medida, buscando deslindar responsabilidades y justificar decisiones cuestionadas.
A lo largo de la entrevista, Pradas intentó repartir culpas entre los diferentes actores del CECOPI y los técnicos del departamento, mientras minimizaba su propia implicación en decisiones críticas.
La falta de activación de la emergencia de nivel 3 y la ausencia de la alerta temprana a la población son puntos que continúan generando debate sobre la efectividad de la respuesta institucional ante la DANA.
En conclusión, la intervención de Salomé Pradas en Salvados representa un intento de romper el silencio y explicar su versión de los hechos, aunque su estrategia principal ha sido deslindar responsabilidades y preservar su posición frente a posibles consecuencias judiciales.
La entrevista reabre la discusión sobre la gestión de la DANA y la necesidad de evaluar con rigor la respuesta de las autoridades ante emergencias de gran magnitud, recordando que la tragedia dejó 229 víctimas y numerosas familias afectadas por la falta de coordinación y decisión en momentos críticos.
