En un comunicado han explicado que un hombre “agarró la cabeza” de Sandra, en un momento en el que había bajado del escenario para hacer un pogo con el público, y le “comió la boca sin su consentimiento”.

El grupo musical Delaporte ha denunciado públicamente una agresión sexual sufrida por su cantante, Sandra, durante el concierto que ofrecieron en Madrid el pasado viernes.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, la banda explicó que un hombre “agarró la cabeza” de la cantante y le “comió la boca sin su consentimiento” mientras ella bajaba del escenario para participar en un pogo con el público.
Este incidente, según describen, dejó a Sandra completamente en “shock”, aunque continuó con el concierto hasta su final sin comprender del todo lo sucedido.
“Es un acto de violencia sexual inaceptable”, señalaron los miembros de Delaporte, subrayando que la cantante se sintió vulnerada en un momento que debería haber sido de celebración y cercanía con sus fans.
El grupo enfatizó que la agresión ocurrió en un espacio que consideran “seguro y sagrado” para todas las personas que asisten a sus conciertos, un lugar donde esperan disfrutar de la música sin temor.
Inicialmente, Sandra quiso “callarlo y olvidarlo” para no arruinar la experiencia positiva que había vivido durante el concierto.
Sin embargo, tras reflexionarlo y conversar con su equipo, decidieron hacer pública la agresión con el objetivo de “proteger el espacio que construimos juntxs en cada concierto”.
Esta decisión no solo busca resguardar la seguridad de Sandra y de los integrantes del grupo, sino también enviar un mensaje contundente sobre la importancia del consentimiento y el respeto en eventos masivos.

“Queremos seguir bajando a bailar con nuestros fans sin miedo”, afirmaron, insistiendo en que la cercanía con el público es un aspecto fundamental de su identidad como banda.
No obstante, la experiencia ha evidenciado la necesidad de establecer “unas bases de seguridad” más estrictas, debido a que, según ellos, existen personas que “no saben lo que es el consentimiento, el respeto y la violencia sexual”.
En este sentido, Delaporte ha hecho un llamado explícito a los asistentes para que ante cualquier situación de violencia, incomodidad o duda contacten de inmediato con el equipo de seguridad del evento.
El grupo también aprovechó la comunicación para declarar su política de “tolerancia cero” frente a cualquier agresión sexual.
“Ante situaciones así, se tomarán todas las medidas legales correspondientes”, subrayaron, dejando claro que no se permitirá la impunidad en ningún caso.
Este posicionamiento llega en un contexto social donde la concienciación sobre la violencia sexual sigue siendo un reto; estudios recientes revelan que cuatro de cada diez jóvenes consideran la violencia de género como algo “inevitable”, lo que evidencia la urgencia de educar y concienciar sobre el respeto y el consentimiento.
La situación ha generado un debate en redes sociales sobre la seguridad en los conciertos y la responsabilidad de los organizadores.
Especialistas en derechos de la mujer y violencia de género han destacado que este tipo de incidentes no solo afecta directamente a la víctima, sino que también impacta a toda la comunidad que participa en los eventos, minando la sensación de seguridad y bienestar.

Por ello, el llamado de Delaporte a crear un entorno seguro y respetuoso adquiere una relevancia significativa, especialmente considerando que los conciertos son espacios de interacción directa entre artistas y público.
En declaraciones, Sandra manifestó que la agresión le dejó una sensación de vulnerabilidad que no había experimentado antes en sus presentaciones: “No entendía lo que pasaba, pero sentí que mi espacio personal fue violentado de manera muy intensa”.
A pesar del impacto, la cantante decidió continuar con su actuación para no romper la dinámica del espectáculo y por respeto a los asistentes que estaban disfrutando del concierto.
Este comportamiento ha sido aplaudido por seguidores y compañeros de profesión, quienes reconocen la valentía de Sandra al enfrentar la situación en el momento.
El incidente también ha servido para que Delaporte reflexione sobre la necesidad de políticas más estrictas de seguridad en sus conciertos.
La banda informó que implementarán protocolos más rigurosos para proteger a los artistas y al público, incluyendo personal de seguridad adicional y medidas preventivas que permitan detectar comportamientos inapropiados antes de que se produzcan agresiones.
Según explicaron, estas acciones buscan garantizar que los conciertos sigan siendo espacios de libertad y disfrute, donde la música pueda ser compartida sin miedo ni acoso.

Asimismo, Delaporte enfatizó la importancia de que la sociedad en general reflexione sobre la cultura del consentimiento.
“No podemos permitir que la ignorancia sobre lo que significa respetar a otra persona siga produciendo daños”, señalaron, recordando que la educación en temas de violencia sexual y respeto mutuo es clave para prevenir futuros incidentes.
La banda también hizo un llamado a otros artistas y organizadores de eventos para que adopten medidas preventivas similares, subrayando que proteger a las personas en espacios públicos es responsabilidad colectiva.
En conclusión, Delaporte ha transformado un episodio de agresión sexual en una oportunidad para sensibilizar a la sociedad y fortalecer las medidas de seguridad en sus conciertos.
Con un mensaje firme y claro, la banda reivindica el respeto, la protección del público y la responsabilidad social frente a la violencia sexual.
Su declaración no solo busca justicia para Sandra, sino también crear conciencia sobre la importancia del consentimiento, estableciendo un precedente en la industria musical sobre cómo abordar y prevenir estas situaciones en el futuro.
El comunicado finaliza con un llamado a la acción: “Los conciertos son para disfrutar, no para temer. Hagamos que la música siga siendo un espacio seguro para todos”.
Con estas palabras, Delaporte reafirma su compromiso con la seguridad y el respeto, destacando que la lucha contra la violencia sexual debe ser una prioridad en cualquier ámbito público y cultural.