Sonsoles Ónega habla como nunca de la enfermedad que sufre su hijo Gonzalo: «Es vivir en permanente alerta»

La presentadora de Antena 3 convive con la diabetes tipo 1 de su hijo menor desde 2016, cuando la vida de la familia cambió para siempre

 

Sonsoles Ónega habla como nunca de la enfermedad que sufre su hijo Gonzalo: «Es vivir en permanente alerta»

 

Sonsoles Ónega, presentadora de Antena 3, ha compartido en las últimas semanas un testimonio personal que refleja la complejidad de combinar su intensa vida profesional con la atención constante que requiere la salud de su hijo menor, Gonzalo.

Desde 2016, cuando al niño le fue diagnosticada diabetes tipo 1 a los cuatro años, la familia ha tenido que reorganizar su rutina diaria y enfrentarse a una situación que, según la propia Ónega, cambió su vida por completo.

En un evento organizado por El Club de Malasmadres, en colaboración con la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la plataforma ‘Crecer Sin Diabetes’, Ónega relató con detalle su experiencia:

«Cuando la diabetes tipo 1 llega a tu hogar, te adentras en un mundo de tinieblas muy difícil, pero es solo una cuestión de tiempo.

Es un bache, no es un socavón», explicó, subrayando la necesidad de adaptación y aprendizaje constante para manejar la enfermedad de su hijo.

La presentadora recordó los primeros días tras el diagnóstico, describiéndolos como un periodo marcado por la preocupación y el miedo: «Nunca olvidaré la sensación de miedo atosigante a todo y a todos.

Al enfermero, al médico, al resultado de un análisis, al siguiente valor de glucosa, a hacerle daño al aprender a pincharle…». Ónega destacó que la diabetes, aunque no incrementa el miedo maternal natural, añade una dimensión adicional de vigilancia y alerta constante.

 

Sonsoles Ónega habla como nunca antes sobre el problema de salud de su hijo:  "Es vivir en permanente alerta"

 

Gonzalo utiliza un sistema de monitorización continua de glucosa, un dispositivo del tamaño de una nuez implantado en su espalda que envía información al móvil de la madre cada cinco minutos.

Ónega explicó:

«Es vivir en permanente alerta. Estás casi obsesivamente mirando el teléfono móvil porque hoy en día ya hay dispositivos que te conectan al cuerpo de tu hijo y estás permanentemente viendo su evolución en momentos muy determinados del día:cuando llegas a casa, cuando sale del cole, cuando va a empezar a cenar…».

La tecnología, si bien ayuda a gestionar la enfermedad, también exige una atención constante y precisa por parte de los cuidadores.

La diabetes tipo 1 implica una vigilancia detallada de la alimentación, la actividad física y los niveles de azúcar en sangre, y Ónega destacó cómo cada factor cotidiano requiere ajustes y precauciones.

«La actividad física reduce los niveles de azúcar en sangre, entonces ellos, que no se equilibran solos, tienen que tener cuidado para que no les dé una bajada muy brusca de azúcar»,

comentó, ilustrando cómo la enfermedad afecta incluso aspectos tan comunes como el juego o la educación física del niño.

Además de la atención sanitaria, Ónega reflexionó sobre el impacto emocional y familiar que implica vivir con una enfermedad crónica.

La presentadora, madre de dos hijos —Yago y Gonzalo—, se describió como una «fracasada de la conciliación»: «En las horas de educar, que son de 5 a 8, yo estoy trabajando», admitió en una entrevista anterior.

Este reconocimiento evidencia la dificultad de equilibrar la carrera profesional con la responsabilidad de un cuidado intensivo, especialmente cuando se trata de una enfermedad que requiere vigilancia constante.

 

Sonsoles Ónega habla de la enfermedad de su hijo y admite cómo afrontó el  diagnóstico: "Es vivir en alerta"

 

El caso de Gonzalo no es aislado; la diabetes tipo 1 afecta a miles de familias en España y plantea retos diarios que van más allá del control médico.

Ónega subrayó la falta de conciencia social sobre la complejidad de esta condición: «Es un problema del que nadie es muy consciente hasta que no lo vive o lo sufre, así que es un check más en el listado de los asuntos de los que se encarga una madre».

Esta afirmación destaca la necesidad de mayor información y apoyo para las familias que enfrentan esta enfermedad, así como la importancia de recursos educativos y tecnológicos que faciliten su manejo.

Durante su intervención, la presentadora enfatizó la importancia de la paciencia y la adaptación gradual: «Lo complica todo. Porque hasta que le coges el ritmo y entiendes lo que es y el efecto que los alimentos tienen en el cuerpo de tu hijo, pues es un problema añadido».

Esta observación refleja cómo el manejo de la diabetes no se limita a la administración de insulina, sino que abarca toda la organización del día a día, desde la alimentación hasta las actividades escolares y el tiempo de ocio.

La experiencia de Ónega pone en relieve también la dimensión emocional que acompaña a los padres de niños con enfermedades crónicas.

La vigilancia constante, la preocupación por posibles episodios de hipoglucemia y la necesidad de coordinar la vida laboral y familiar generan un nivel de estrés que requiere estrategias de afrontamiento y redes de apoyo sólidas.

En este sentido, la colaboración con organizaciones como FEDE y ‘Crecer Sin Diabetes’ resulta fundamental para compartir experiencias y recibir orientación sobre el cuidado y la prevención de complicaciones.

 

El tierno mensaje de Sonsoles Ónega a su hijo Gonzalo por el Día Mundial de  la Diabetes

 

El testimonio de Sonsoles Ónega ofrece una mirada honesta y cercana sobre los desafíos de convivir con la diabetes tipo 1 en la infancia, y contribuye a visibilizar la realidad de miles de familias que enfrentan situaciones similares.

La combinación de experiencia personal, relato emocional y explicación detallada de la tecnología aplicada al control de la enfermedad permite a los lectores comprender no solo los aspectos médicos, sino también el impacto social, educativo y psicológico que implica la diabetes infantil.

A través de su participación en este evento y de sus declaraciones públicas, Ónega refuerza la idea de que la educación, la información y el apoyo comunitario son esenciales para manejar condiciones crónicas como la diabetes tipo 1.

Su testimonio subraya la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre la complejidad de estas enfermedades y de ofrecer herramientas que permitan a los padres equilibrar la atención sanitaria con la vida cotidiana, garantizando así la calidad de vida de los niños afectados y de sus familias.

En definitiva, la experiencia de Sonsoles Ónega refleja cómo la maternidad y la gestión de una enfermedad crónica requieren adaptabilidad,

vigilancia constante y resiliencia emocional, al tiempo que muestra la relevancia de la tecnología y la conciencia social para facilitar la vida de quienes conviven con la diabetes tipo 1.

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