Tomás Gómez ha lanzado una dura crítica contra Pedro Sánchez, acusándolo de “podemizar” al PSOE y destruir la esencia de la socialdemocracia.
En un giro inesperado que ha sacudido los cimientos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el exdirigente madrileño Tomás Gómez ha arremetido con contundencia contra Pedro Sánchez.
Durante un almuerzo coloquio, Gómez no se ha contenido al acusar al actual presidente del Gobierno de “podemizar” tanto al partido como al Ejecutivo, advirtiendo que esta transformación está destruyendo la esencia de la socialdemocracia.
Con un discurso que resuena como un grito de alarma dentro de las filas socialistas, Gómez ha puesto de manifiesto el creciente malestar que se cierne sobre el PSOE, un partido que, según él, se encuentra en un “final de ciclo”.
Gómez ha comenzado su crítica señalando la atmósfera de intolerancia que se ha instaurado en el PSOE bajo el liderazgo de Sánchez. “Dentro del partido se insulta y se margina a los traidores”, ha declarado, refiriéndose a aquellos que se atreven a cuestionar las decisiones del líder.
En una comparación que ha dejado huella, ha contrastado el trato que recibe el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page,
quien es objeto de insultos por sus opiniones divergentes, con el expresidente catalán Carles Puigdemont, que, a su juicio, recibe un “trato de Molt Honorable” a pesar de haber huido de la justicia española.
Esta doble moral, según Gómez, es una muestra clara del doble rasero que impera en el partido.
El exsecretario general del PSOE de Madrid no se ha detenido ahí. Ha afirmado que el autoritarismo disfrazado de progresismo de Sánchez ha convertido al PSOE en una “maquinaria personalista” donde el debate interno y la autocrítica han sido eliminados.
“Si el partido sigue colonizado por el populismo de izquierdas, terminará desapareciendo”, ha advertido con una contundencia que resuena en el ambiente político.
Gómez ha trazado la génesis de esta deriva a los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando, según él, se abandonó la agenda redistributiva en favor de un discurso centrado en los derechos civiles.
“Con Zapatero empezó el vaciado de la socialdemocracia. Con Sánchez, se ha consumado su demolición”, ha sentenciado.
La crítica de Gómez no solo se limita a la dirección actual del PSOE, sino que también lamenta la pérdida de su esencia como referente de justicia social.
“El PSOE ha creado la figura del superlíder que elimina estructuras de control y borra el recuerdo de quienes no le avalan”, ha denunciado.
Este comentario resuena en un contexto donde muchos militantes sienten que el partido ha dejado de ser un vehículo para la justicia social y se ha convertido en una herramienta ideológica al servicio de su líder.
Uno de los puntos más críticos de su discurso ha sido la reciente entrevista de Sánchez en RTVE, donde el presidente afirmó que “no permitirá que gobierne la derecha”. Para Gómez, esta declaración es un claro indicativo del desprecio de Sánchez hacia la democracia.
“Ha demostrado que solo cree en la voluntad popular cuando le favorece. Para él, la democracia es un instrumento, no un principio”, ha manifestado, encapsulando así la tensión que se vive en el seno del PSOE.
El exdirigente socialista ha roto con el sanchismo, convirtiéndose en una voz disidente que refleja el descontento creciente dentro del partido.
Su discurso se presenta como una advertencia, pero también como un epitafio: el socialismo español, tal y como lo conocíamos, podría estar llegando a su fin bajo el liderazgo de Pedro Sánchez.
En un contexto donde la política española se encuentra en constante evolución, las palabras de Gómez han resonado con fuerza, planteando preguntas sobre el futuro del PSOE y su capacidad para adaptarse a los nuevos desafíos.
La intervención de Gómez ha atraído la atención no solo de los militantes del PSOE, sino también del espectro político en general.
En un momento en que la polarización política es más intensa que nunca, su crítica se suma a un coro de voces que cuestionan la dirección que ha tomado el partido.
La figura de Sánchez, que alguna vez fue vista como un salvador del socialismo, ahora se encuentra en el centro de una tormenta que amenaza con desestabilizar el partido desde dentro.
A medida que el PSOE navega por estas aguas turbulentas, la pregunta que muchos se hacen es si podrá recuperar su esencia y su
compromiso con la justicia social, o si, por el contrario, seguirá el camino trazado por Sánchez hacia un populismo que podría llevarlo a su desaparición.
Gómez, con su discurso incendiario, ha encendido la mecha de un debate que promete ser intenso y, sobre todo, crucial para el futuro del socialismo en España.
En este contexto, es fundamental que los militantes y simpatizantes del PSOE reflexionen sobre la dirección que desean para su partido.
La crítica de Gómez no es solo un ataque personal, sino una llamada a la acción para todos aquellos que creen en los valores de la socialdemocracia.
La historia del PSOE está llena de altibajos, pero el futuro depende de la capacidad de sus líderes y militantes para encontrar un camino que respete sus raíces y se adapte a los tiempos que corren.
La lucha por el alma del PSOE está en marcha, y las palabras de Tomás Gómez podrían ser el catalizador que impulse un cambio necesario en el partido.
