Una nueva oleada de bombardeos israelíes mata a 32 personas en Gaza, 12 de ellas menores

Una nueva serie de bombardeos israelíes en Gaza ha dejado al menos 32 muertos, entre ellos 12 niños, y decenas de heridos, exacerbando la crisis humanitaria en la región pese al alto el fuego vigente desde octubre.

 

Una nueva oleada de bombardeos israelíes mata a una veintena de personas en  Gaza

 

Una nueva escalada militar ha sacudido la Franja de Gaza este miércoles, dejando al menos 32 personas muertas, de las cuales 12 eran menores, y 88 heridas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

El Gobierno del grupo islamista Hamás informó que desde el inicio del alto el fuego el pasado 10 de octubre, las fuerzas israelíes han causado la muerte de 312 gazatíes y heridas a 760 personas.

“Todavía hay víctimas atrapadas bajo los escombros, y el acceso de ambulancias y equipos de rescate está limitado”, explicó un portavoz del ministerio, señalando que el número total de cuerpos recuperados hasta la fecha asciende a 572.

Los ataques israelíes se producen después de que, según el Ejército, “varios terroristas abrieron fuego contra soldados de las FDI en Jan Yunis, una violación del acuerdo de alto el fuego”.

En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel emprendieron ataques contra lo que catalogaron como “objetivos terroristas” en toda Gaza.

Sin embargo, los informes hospitalarios de Al Ahli, Nasser y Shifa detallan que varios bombardeos afectaron a instalaciones civiles, incluyendo un centro de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en Jan Yunis, que provocó la muerte de cuatro personas y dejó heridos a otros tantos.

En el barrio de Al Buraq, dos niños murieron en un ataque con dron, mientras que otros diez fallecieron en Zaitún, donde un edificio del Ministerio de Dotaciones fue alcanzado. Un ataque con dron en el cruce de Shujaiya dejó un muerto más y decenas de heridos.

 

Guerra entre Israel y Gaza: resumen del 18/11/2023 | Internacional | EL PAÍS

 

El alcance de estos ataques evidencia la fragilidad del alto el fuego vigente.

La línea amarilla, demarcación imaginaria que marca la retirada parcial de las tropas israelíes, sigue siendo un área de fuerte presencia militar y de riesgo para los civiles, ya que más del 50% del enclave se encuentra bajo control del Ejército israelí.

Expertos en derechos humanos han señalado que “aunque los ataques se justifican como respuesta a milicianos, la realidad es que la población civil paga un alto precio, especialmente mujeres y niños que intentan evaluar los daños en sus hogares”.

Paralelamente, el sur de Líbano también ha sido escenario de bombardeos israelíes, a pesar de la vigencia del alto el fuego con Hizbulá desde noviembre de 2024.

Las fuerzas israelíes ordenaron la evacuación de la aldea de Shehour, a 22 kilómetros de la frontera, antes de atacar instalaciones señaladas como centros de almacenamiento de armas de la milicia chií.

En un comunicado, el Ejército justificó que “Hizbulá utiliza a los civiles como escudos humanos, violando los entendimientos entre Israel y Líbano”.

Esta acción siguió a un bombardeo en el mayor campo de refugiados palestinos en Líbano el martes, que dejó 14 muertos, en un operativo que Israel afirmó estaba dirigido contra un “complejo de entrenamiento de Hamás”, desmentido por el grupo palestino.

 

Una nueva oleada de bombardeos israelíes mata a una veintena de personas en  Gaza

 

En medio de esta escalada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó el territorio ocupado por el Ejército en el sur de Siria, conocido como zona de amortiguación.

Allí mantuvo una reunión con ministros y jefes militares, elogiando la labor de sus tropas “durante la guerra y en la protección de la seguridad en la región”.

Siria condenó la visita, calificándola de “grave violación de su soberanía” y de intento de consolidar la ocupación israelí, lo que contradice resoluciones del Consejo de Seguridad.

La presencia militar israelí en el sur de Siria, incluida la ocupación de la parte siria del Monte Hermón, se mantendrá “por un período indefinido”, según Netanyahu, generando preocupación internacional sobre la estabilidad de la región.

Desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, los enfrentamientos han dejado 69.546 gazatíes muertos, de los cuales más de 20.000 eran niños, y 170.833 heridos, cifras que reflejan la magnitud del conflicto y el impacto sobre la población civil.

Pese a estas pérdidas, el Ejército israelí sostiene que los ataques se realizan contra milicianos y objetivos estratégicos, aunque en esta ocasión, según sus propios informes, ningún soldado resultó herido en los incidentes de Jan Yunis.

Los analistas subrayan que la repetición casi diaria de ataques en Gaza y Líbano pone en evidencia la fragilidad del alto el fuego y la complejidad de una región donde múltiples actores armados operan con agendas cruzadas.

La combinación de acciones militares, ocupación territorial y presencia de grupos armados multiplica el riesgo para los civiles y dificulta la implementación de mecanismos humanitarios eficaces.

 

Israel mata a 32 gazatíes, entre ellos 12 niños, en su oleada de bombardeos  este miércoles - Yahoo Noticias

 

En Gaza, la escena entre los escombros es devastadora: mujeres lavando ropa sobre mesas improvisadas, calles convertidas en ruinas y niños intentando reconstruir su entorno, mientras la comunidad internacional observa con creciente alarma la escalada.

La incapacidad de garantizar seguridad mínima y el uso recurrente de armas de alta precisión sobre áreas densamente pobladas continúa generando críticas sobre la proporcionalidad y legalidad de los ataques.

Este nuevo episodio de violencia subraya la urgencia de medidas diplomáticas que eviten la expansión del conflicto.

La visita de Netanyahu a Siria y los ataques en Líbano reflejan que la situación no se limita a Gaza, sino que se trata de un conflicto regional con implicaciones directas en la estabilidad del Medio Oriente.

Mientras tanto, los ciudadanos de Gaza y el sur del Líbano continúan enfrentando las consecuencias humanitarias de una guerra que, a día de hoy, mantiene a miles de familias en condiciones extremas de vulnerabilidad.

En conclusión, la nueva oleada de bombardeos israelíes ha dejado una cifra significativa de muertos y heridos, agravando la situación humanitaria y política en Gaza y Líbano, mientras la visita de Netanyahu a Siria refuerza las tensiones regionales.

La comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en un conflicto donde los civiles siguen siendo las principales víctimas de una guerra que parece prolongarse sin solución inmediata.

 

Israel- RTVE.es

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