La Universidad San Pablo CEU ha demostrado que la libertad de expresión sigue viva, al acoger la conferencia del periodista Vito Quiles, vetado en numerosas universidades públicas por su discurso incómodo para la izquierda. En un salón de actos abarrotado, Quiles ha hablado durante más de una hora ante cientos de jóvenes que lo han escuchado con atención y respeto. Sin altercados, sin gritos ni censura, ha podido expresar libremente su visión sobre la deriva política y mediática de España.

La reciente conferencia del periodista Vito Quiles en la Universidad San Pablo CEU ha reavivado el debate sobre la libertad de expresión en España, un tema que parece estar cada vez más amenazado por la polarización política y la censura.
En un auditorio repleto de jóvenes, Quiles se presentó como un baluarte de la opinión crítica, desafiando las narrativas dominantes y ofreciendo una perspectiva que resuena con muchos que sienten que sus voces están siendo silenciadas.
Su intervención no solo fue un llamado a la reflexión, sino también un grito de alerta ante el estado actual de la política y los medios de comunicación en el país.
Durante más de una hora, Quiles expuso su visión sobre la deriva mediática y política que ha tomado España, sin miedo a las repercusiones que su discurso pudiera acarrear. “La libertad de opinión es fundamental”, afirmó, mientras los asistentes escuchaban atentamente.
El periodista no se detuvo en las generalidades; fue directo al grano, criticando la manipulación informativa que, según él, caracteriza a los grandes medios de comunicación, especialmente a TVE, a la que se refirió despectivamente como “Tele Pedro”.
“Aquí se simula la realidad”, dijo, aludiendo a la forma en que los medios pueden distorsionar los hechos para adaptarlos a un discurso favorable al Gobierno.

Quiles subrayó la hipocresía de quienes se autodenominan defensores de la libertad, mientras que, en la práctica, atacan a aquellos que piensan diferente.
“Nos toman el pelo”, exclamó, refiriéndose a cómo se etiqueta a quienes tienen opiniones disidentes como “radicales ultraderechistas”, mientras que los verdaderos intolerantes son aquellos que atacan a los periodistas y a la libertad de expresión.
Esta crítica resonó entre los jóvenes, muchos de los cuales se sienten frustrados por la falta de pluralidad en los medios de comunicación.
El periodista también abordó el tema del feminismo, cuestionando la doble moral de figuras políticas como Irene Montero. “Su feminismo es de escaparate”, afirmó, recordando que bajo su gestión, algunos violadores han salido de prisión.
“Reparten pulseras de Aliexpress que no funcionan, mientras que la verdadera lucha por la igualdad se queda en un segundo plano”. Este tipo de afirmaciones provocó un murmullo entre la audiencia, muchos de los cuales asintieron en señal de acuerdo.
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En cuanto a la situación económica del país, Quiles no se contuvo. “Nos venden que vivimos en un paraíso económico, pero hay más paro, más pobreza y más desigualdad que nunca”, afirmó con contundencia.
Para él, esta narrativa es parte de una “basura ideológica” que utiliza causas como el movimiento LGTB para fines políticos.
“Es un escudo para esconder la realidad”, dijo, provocando una reflexión profunda entre los asistentes sobre cómo se manipulan las causas sociales para desviar la atención de problemas más urgentes.
El periodista también denunció la hipocresía de quienes se manifiestan por Palestina. “No saben que allí serían perseguidos por su orientación”, advirtió, señalando la falta de comprensión y empatía que a menudo acompaña a estas manifestaciones.
Este comentario generó un momento de reflexión en el auditorio, donde muchos comenzaron a cuestionar las narrativas simplistas que a menudo se presentan en los medios.
Antes de concluir su intervención, Quiles lanzó un mensaje de esperanza y resistencia a los jóvenes presentes. “No se rindan”, instó, recordando que muchos talentos se están marchando de España debido a lo que él denomina “Sanchismo y la presión fiscal”.
Su llamado a la acción fue claro: “España merece políticos de los que sentirnos orgullosos, no títeres del poder ni portavoces de la propaganda”. Este mensaje resonó profundamente, dejando a muchos en el auditorio con una sensación de urgencia y responsabilidad.
La conferencia de Vito Quiles no solo fue un evento más en el calendario académico, sino un momento crucial que invita a la reflexión sobre la libertad de expresión en España.
Su estilo directo y su capacidad para abordar temas controvertidos con valentía han hecho que muchos lo vean como una voz necesaria en un panorama mediático cada vez más homogéneo.
La importancia de su mensaje no puede ser subestimada; en un momento en que la censura y la polarización amenazan con ahogar el debate abierto, Quiles se erige como un defensor de la libertad y la pluralidad.
Al finalizar su discurso, muchos se sintieron inspirados a continuar la lucha por una España más justa y plural.
En un mundo donde la voz de la disidencia a menudo es silenciada, la conferencia de Quiles es un recordatorio de que la libertad de expresión sigue viva, y que es responsabilidad de todos protegerla y promoverla.
La juventud, en particular, tiene el poder de cambiar el rumbo del país, y Quiles ha logrado encender esa chispa de motivación y compromiso en aquellos que lo escucharon.
Este evento, sin duda, será recordado como un hito en la lucha por la libertad de expresión en España, y un llamado a todos para no dejarse silenciar.