Un enfrentamiento entre el periodista Vito Quiles y el exdiputado Serigne Mbaye durante un acto de Podemos generó tensión después de que ambos se acusaran mutuamente de provocar y actuar de forma agresiva.
La tensión política volvió a evidenciarse este fin de semana a las puertas de un acto público de Podemos, encabezado por la exministra de Igualdad Irene Montero,
cuando un intercambio entre el periodista de EDATV Vito Quiles y el exdiputado autonómico Serigne Mbaye derivó en un enfrentamiento verbal que se ha viralizado y ha suscitado un intenso debate sobre el clima político y el trato a los medios críticos.
Según el relato difundido por EDATV y las imágenes que circularon posteriormente en redes sociales, el periodista acudió al evento con el propósito de formular preguntas a la dirigente de Podemos.
Lo que debía ser, en palabras de Quiles, “una intervención normal en una democracia”, terminó convirtiéndose en un episodio cargado de fricciones entre asistentes del acto y el equipo de grabación del medio.
En los vídeos se aprecia cómo Quiles intenta aproximarse a la exministra entre un gran número de simpatizantes. Varios de ellos le recriminan su presencia y le reprochan insistentemente que abandone la zona.
El periodista asegura que recibió empujones y descalificaciones, mientras intentaba mantener la grabación y continuar su labor informativa. “Solo estoy haciendo mi trabajo”, se le escucha decir en uno de los fragmentos difundidos.
El momento de mayor tensión se produjo cuando intervino Serigne Mbaye, conocido por su papel como portavoz del Sindicato de Manteros y por haber ocupado un escaño en la Asamblea de Madrid durante la anterior legislatura.
En las imágenes, Mbaye se dirige a Quiles en tono firme después de acusarle de haber empujado a un asistente.
“Si vuelves a empujar, yo te doy la educación necesaria para que aprendas en tu vida”, afirma Mbaye, una frase que desató una cascada de reacciones tanto entre simpatizantes de Podemos como entre detractores del partido.
Quiles negó en todo momento haber empujado a nadie, defendiendo su actuación como estrictamente profesional. “No he tocado a nadie, estoy trabajando”, respondió, mientras intentaba continuar avanzando entre la multitud.
Paralelamente, el cámara de EDATV se vio envuelto en otra escena tensa. En los vídeos difundidos por el medio se observa a un hombre que intenta repetidamente impedir la grabación, colocándose delante del objetivo y reclamando que deje de filmar.
En un instante posterior, la cámara cae al suelo, algo que el equipo atribuye a un empujón. El hecho generó un clima de creciente crispación y obligó a los periodistas a retroceder entre gritos y reproches.
El incidente ha recordado otros episodios vividos por el mismo medio en los últimos meses.
EDATV mencionó el sucedido en septiembre durante el final de La Vuelta Ciclista, cuando miembros del equipo aseguraron haber recibido reacciones agresivas tras intentar formular preguntas sobre la persecución de cristianos en África.
La cadena sostiene que estos acontecimientos “no son casos aislados”, sino una muestra, en su interpretación, de una supuesta radicalización en determinados sectores de la izquierda política.
Tras el altercado, Quiles publicó un mensaje en la red X en el que denunciaba la actitud del exdiputado. “Encuentro a Irene Montero y el mantero de Podemos intenta pegarme y me amenaza.
Que vea toda España la democracia que quieren algunos”, afirmó. La publicación se extendió rápidamente por redes sociales, generando miles de interacciones y situando el debate entre los temas más comentados del día.
Serigne Mbaye respondió poco después, acusando al periodista de provocar la situación. “Te acercas solo para generar conflicto”, afirmó en un mensaje en el que rechazó las acusaciones de agresividad.
Quiles replicó nuevamente defendiendo que “en un Estado democrático hacer preguntas al poder no es provocar”, y añadió una frase que desató la máxima controversia: “Eres una persona violenta y peligrosa que no acepta ni respeta la libertad de información.
Por ello, te deportaremos”. La expresión fue ampliamente cuestionada por organizaciones civiles y analistas políticos, que advirtieron sobre el riesgo de normalizar discursos excluyentes o vinculados a la condición migratoria de un adversario político.
Los hechos han reabierto un debate recurrente en España sobre los límites de la convivencia política, la libertad de prensa y la creciente presión sobre periodistas que trabajan en actos de partidos.
Expertos en comunicación consultados por diferentes medios subrayan que la polarización actual multiplica la probabilidad de confrontaciones entre reporteros y militantes, especialmente cuando se trata de medios percibidos como ideológicamente posicionados.
Asimismo, varios analistas han señalado que este tipo de incidentes refleja un deterioro progresivo de la cultura del diálogo.
Algunos subrayan que la hostilidad hacia periodistas críticos se ha incrementado en distintos sectores del espectro político, no solo en actos de la izquierda.
Otros ponen el foco en la importancia de reforzar el protocolo de seguridad en eventos políticos con alta asistencia y presencia mediática, para reducir riesgos y garantizar un entorno adecuado para el ejercicio profesional del periodismo.
Mientras tanto, el vídeo del enfrentamiento continúa circulando de manera masiva y ha generado una intensa discusión pública.
El episodio ilustra, una vez más, el delicado equilibrio entre la libertad de información, el derecho a la protesta y la necesidad de preservar un espacio de respeto mutuo en la vida política española.
Si quieres, puedo pulir aún más el estilo, aumentar el análisis o adaptar el tono al de un medio específico como El País, El Mundo, ABC o El Confidencial.
