Yolanda Díaz ha anunciado ampliar el permiso laboral por fallecimiento de familiares hasta 10 días, generando polémica por la falta de coordinación con otros miembros del Gobierno.
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La política española está en constante movimiento, y en esta ocasión, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha vuelto a ser el centro de atención.
Con una propuesta que ha sorprendido a propios y extraños, Díaz ha anunciado su intención de ampliar el permiso retribuido por fallecimiento de familiares hasta 10 días, un cambio significativo respecto a los 2 días actuales, o 4 si hay desplazamiento.
Sin embargo, lo que debería ser un avance en la legislación laboral se ha visto empañado por la falta de consulta y el diálogo, generando un torrente de críticas desde varios frentes.
Durante un desayuno informativo con Europa Press, Díaz lanzó esta propuesta sin previo aviso, ni siquiera a sus compañeros de Gobierno.
Esta falta de coordinación ha desatado una ola de reacciones.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no tardó en expresar su descontento, señalando que este tipo de iniciativas “deben pasar por una negociación formal”.
Para muchos, esta actitud de la ministra refleja una tendencia preocupante: la preferencia por los titulares mediáticos sobre el trabajo serio y consensuado.

En el programa de televisión “La Roca”, el escritor y colaborador Juan del Val no escatimó en críticas hacia Díaz. “¿Pero esto qué es? Es sólo una medida propagandística para salir en los medios, independientemente de que pudiera tener razón.
¿Cuál es la propuesta real?”, cuestionó con ironía. Sus palabras resonaron no solo en el plató, sino también entre los espectadores, quienes comenzaron a preguntarse si la ministra realmente busca mejorar la situación de los trabajadores o si simplemente está buscando atención mediática.
La falta de coordinación no se limitó al ministro de Economía. Otros colaboradores del programa, como Marta García Aller, también mostraron su sorpresa y preocupación.
“No puede ser que el ministro de Economía no esté informado”, afirmó, sugiriendo que la propuesta podría ser más bien una estrategia electoral que una verdadera intención de reformar la legislación laboral.
En un momento en que la política española parece estar cada vez más polarizada, estas acciones de Díaz podrían interpretarse como un intento de ganar capital político a expensas de un debate serio.
Nuria Roca, otra de las voces en el programa, insistió en la importancia de “hablar con todas las partes”. En un contexto donde las decisiones políticas afectan directamente a la vida de miles de personas, la falta de diálogo puede resultar perjudicial.
Carmen Ro, por su parte, lamentó que “se siga viviendo en una sociedad en la que se dan más días por casarse que por la muerte de un familiar cercano”, subrayando la necesidad de una revisión a fondo de las políticas laborales en este ámbito.

El debate se intensificó cuando Juan del Val cerró la discusión con un mensaje claro: “Es algo tan serio, que merece que se tome como tal”.
Este comentario resalta una verdad innegable: la muerte de un ser querido es un momento crítico en la vida de cualquier persona, y las políticas laborales deben reflejar esa realidad.
Sin embargo, la forma en que se ha presentado esta propuesta ha dejado mucho que desear, y muchos se preguntan si realmente se está tomando en serio la importancia del tema.
Díaz ha sido criticada no solo por la forma en que ha manejado la situación, sino también por su estrategia política en general. La política de los titulares parece haberse convertido en su sello distintivo, y muchos se preguntan si esta táctica realmente la beneficia a largo plazo.
En un momento en que la confianza en los políticos es cada vez más frágil, optar por la propaganda en lugar del diálogo puede resultar contraproducente.
La reacción del público y de otros líderes políticos no se ha hecho esperar. Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal y otros líderes han expresado sus opiniones sobre la propuesta de Díaz, sumando más leña al fuego de un debate que ya está candente.
La política española, marcada por la polarización y la lucha por el poder, se ve ahora envuelta en un nuevo episodio que pone de manifiesto las tensiones internas dentro del Gobierno y la falta de una estrategia coherente.

Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención. Muchos se preguntan si esta propuesta es un verdadero intento de mejorar la legislación laboral o simplemente un movimiento calculado para captar la atención de los medios.
En un contexto donde los derechos laborales son más importantes que nunca, la falta de un enfoque serio y consensuado puede tener repercusiones negativas.
A medida que la situación se desarrolla, queda claro que la propuesta de Yolanda Díaz ha abierto un debate necesario sobre la importancia de la comunicación y el diálogo en la política.
Las decisiones que afectan a la vida de los ciudadanos no pueden tomarse a la ligera ni presentarse como meros titulares. La política debe ser un espacio de diálogo y consenso, no un escenario para el espectáculo mediático.
En conclusión, la propuesta de Yolanda Díaz ha puesto de manifiesto una serie de problemas que van más allá de la simple ampliación de días de permiso por fallecimiento.
La falta de consulta, el desprecio por el diálogo y la preferencia por la propaganda son señales preocupantes que podrían tener un impacto duradero en la percepción pública de la ministra y su partido.
A medida que los líderes políticos continúan debatiendo, la pregunta que queda en el aire es: ¿realmente se está trabajando por el bienestar de los ciudadanos, o simplemente se está jugando al juego de la política?