Sean Combs, conocido en el mundo de la música como Diddy, ha estado en el centro de un escándalo tras su arresto por múltiples cargos, incluidos delitos de tráfico sexual y extorsión.
Actualmente en prisión, el rapero de 54 años está profundamente preocupado por el bienestar de sus siete hijos, especialmente por sus cuatro hijos que han perdido a su madre.
Recientemente, Diddy tuvo una breve conversación telefónica con miembros de su familia, durante la cual expresó su angustia por la situación de sus hijos.
Según informes de People, el artista está “muy preocupado por la salud y el bienestar de sus pequeños”.
De sus tres hijos más jóvenes, dos de ellos no tienen madre, ya que su esposa Kim Porter, quien falleció en 2018, era la madre de sus hijos Christian, de 26 años, y de los mellizos Jessie y D’Lila, de 17 años. Diddy también adoptó a Quincy, el hijo de 33 años de Porter.
Además, tiene un hijo, Justin, de 30 años, con la estilista Misa Hylton, y una hija, Chance, de 18 años, con Sarah Chapman.
Un segundo informante cercano a la familia indicó que los niños están atravesando un momento de gran shock y tristeza a raíz de la detención de su padre. “Es desgarrador ver a los niños en esta situación.
Para ellos, Diddy no es solo una estrella del rap, sino su padre, un hombre cariñoso y atento”, comentó la fuente.
Los familiares han estado apoyándose mutuamente y orando por fortaleza en estos momentos difíciles.
Diddy ha sido puesto bajo vigilancia suicida tras su negativa a ser liberado bajo fianza, ya que los fiscales temen que pueda fugarse.
El rapero fue arrestado el 16 de septiembre y enfrenta cargos serios que incluyen conspiración para extorsión, tráfico sexual con uso de la fuerza y transporte con el fin de participar en actividades de prostitución.
Hasta ahora, ha negado todos los cargos en su contra.
Antes de su arresto, Diddy enfrentaba múltiples demandas por parte de mujeres que lo acusan de agresión sexual y abuso durante su relación de diez años con la cantante Casandra Ventura.
Actualmente, el artista enfrenta al menos ocho demandas civiles y continúa negando cualquier comportamiento inapropiado.
Con la presión del escándalo, la salud mental y emocional de Diddy y su familia se ha convertido en un tema de preocupación pública, mientras sus hijos navegan por un momento devastador en sus vidas.