Andrés se mudó hace siete años a Sevilla, enamorado de la cultura española. Según él, la mejor del mundo.

Andrés (26) se mudó a Sevilla desde su país natal, Corea, para estudiar. Y se quedó. «Me gusta España y su cultura. Tenéis una cultura maravillosa, yo diría que culturalmente es el mejor país del mundo», enfatizaba en su presentación en ‘First Dates’. El soltero lleva afincado en la capital hispalense más de siete años y afirma haberse integrado como un andaluz más. Tanto es así que se describe como «un cachondo» al que le encanta hacer bromas.
Carlos Sobera lo recibió en la barra del restaurante de citas de Cuatro la velada del lunes 29 de septiembre. Andrés le habló al presentador de que actualmente cursa filología francesa y reconoció que nunca ha trabajado «¿Y cómo te ganas la vida?», inquirió extrañado Sobera. «Mis padres. Soy un vago», admitió sin cortarse.
El Cupido de ‘First Dates’ quiso saber también si se plantea ganarse la vida de otra manera más allá de la filología. A lo que Andrés apuntó que de España le gustan los bares. Sobera tuvo claro que en hostelería encontraría trabajo seguro, animándolo de forma irónica a empezar al día siguiente mismo a trabajar en un bar. La respuesta de Andrés no lo defraudó. «No estoy preparado. Acabo la carrera y después ya veremos. Estoy demasiado españolizado, por eso soy un vago», bromeó el coreano, provocando al presentador un ataque de risa.
En el amor, el joven contaba con la misma naturalidad que le había ido mal. Nunca ha tenido pareja, solo algún rollito. Eso sí, en siete años viviendo en Sevilla todavía no se había aprendido el doble significado de la palabra ‘virgen’, una cosa nueva que descubrió en el programa. «Que no has tenido un contacto íntimo, relación sexual», especificó Sobera tras una hilarante conversación.
Dispuesto a sentar la cabeza, Andrés buscaba en el ‘dating show’ unas chica simpática y guapa. Prototipo que se ajustaba a Raquel (25), una joven cantante de Chiclana de la Frontera (Cádiz) a la que suelen sacar parecido con parecido con Ariel, de ‘La Sirenita’. «Físicamente es un 10», apuntó el coreano. Él estaba encantado con su acompañante, pero a ella, en cambio, le chirrió que siguiera estudiando a su edad. A su modo de ver, «de primeras me está demostrando que no estamos en el mismo momento vital».
La controvertida opinión de Andrés sobre la tortilla
A medida que se iban conociendo, más se reafirmaba la soltera en que no era su tipo de chico. Aunque concordaron en algunos puntos, como los requisitos esenciales en una potencial pareja. «Que si estás con una persona no estás hablando con otra o poniendo cuernos», explicó Raquel. Para Andrés era cuestión de valores básicos, sin embargo, ella ha comprobado que «casi nadie los tiene». «Eso es muy de los españoles. Por lo que he visto son muy guarros», sentenció el coreano con humor. «En buenas, palabras son más naturales, más salvajes, más animales a veces», continuó explicando en los totales.
No es la única opinión controvertida que vertió el estudiante sobre su país adoptivo a lo largo de la cena. Al cabo de un rato se le escapaba otro comentario ofensivo ante las cámaras, esta vez comparando a su cita con el perfil del andaluz medio. «No me gusta decirlo, pero es que en Andalucía hay mucho cateto. La chica no es así, me ha gustado», apuntó, haciendo gala una vez más de su carácter cachondo.
Justo después volvía a coronarse de cara a los espectadores del formato al expresar su valoración sobre la tortilla de patatas, la comida favorita de la gaditana. «No entiendo que la gente se vuelva loca. Está buena, pero no se, un poco sobrevalorada para mi». «Me van a funar, pero lo tengo que decir. La comida coreana es mejor que la española», sentenciaba en la entrevista con el equipo del programa.
Llegó el momento de la decisión final. Para Andrés la respuesta estaba clara: sí tendría una segunda cita. Por contra, Raquel no había cambiado de parecer, por más que su pretendiente le hubiese parecido un chico muy simpático.