Él mismo ha anunciado que ha empezado el curso con una casa nueva, pero no ha recordado cuando empezó a trabajar para conseguirla.

Abraham Mateo ha dado un paso más en su vida, uno que simboliza el fruto de años de trabajo, constancia y talento. El cantante gaditano acaba de estrenar una espectacular casa en las afueras de Madrid, un refugio luminoso que refleja el momento vital que atraviesa: sereno, maduro y con los pies en la tierra, después de haber vivido desde niño entre escenarios, cámaras y estudios de grabación.
La nueva vivienda es amplia, moderna, con grandes ventanales, jardín y una piscina. Pero lo más especial no son sus metros cuadrados, sino lo que representa. En una de las estancias, Abraham ha instalado su propio estudio de grabación, un espacio con luz natural donde pasa horas componiendo, produciendo y dando forma a sus nuevas canciones. «Es mi sitio favorito de la casa», ha confesado en una entrevista reciente.
Su pareja, la creadora de contenido Esty CG, comparte con él este nuevo hogar. Llevan una relación estable, discreta, que ha crecido con el tiempo y que muchos describen como su etapa más equilibrada. Ella le acompaña en algunos eventos públicos y también respeta su espacio artístico, y juntos han construido un ambiente íntimo donde confluyen el amor, la música y la calma de la vida doméstica. Abraham, que ha reconocido en más de una ocasión su deseo de formar una familia y ser padre joven, parece haber encontrado un lugar donde ese sueño comienza a tomar forma.
Para comprender la dimensión de este logro hay que volver al principio. Abraham Mateo nació en San Fernando, Cádiz, hace veintisiete años. Desde muy pequeño mostró una afinidad especial por la música y a los siete años ya cantaba en televisión, en programas como Menuda Noche de Canal Sur, donde sorprendía a todos versionando a artistas como Raphael o Alejandro Sanz con una madurez vocal impropia de su edad. La naturalidad con la que se movía ante el público llamó la atención de productores y músicos, y a los diez años publicó su primer álbum, un trabajo homónimo que lo situó en el mapa como un niño prodigio del pop.

Pero el verdadero momento álgido llegó en 2013, cuando con apenas 15 años lanzó AM. Aquella producción marcó el inicio de una etapa más ambiciosa. Su sencillo ‘Señorita’ se convirtió en un fenómeno viral y su video alcanzó millones de reproducciones en YouTube. El público adolescente lo adoptó como ídolo y su nombre comenzó a escucharse también fuera de España. El disco fue certificado oro en su primera semana y lo consolidó como una de las nuevas voces del pop latino.
A partir de ahí, la carrera de Abraham Mateo se diversificó. Llegaron discos como ‘Who I Am, Are You Ready?’, ‘A Cámara Lenta’, ‘Sigo a lo mío’ e ‘Insomnio’, un catálogo que retrata su evolución artística. Con el último, su álbum más reciente, editado en 2024, Abraham ha demostrado que ya no es el chico prodigio de hace una década, sino un músico completo. Participó en la composición, producción y dirección artística de todo el proyecto, que definió como «una obra nacida del desvelo y la pasión por seguir buscando mi sonido». Esa inquietud creativa, sumada a su perfeccionismo, ha sido una constante en su vida.
Momentos difíciles
Aunque no todo en su recorrido ha sido sencillo. Crecer bajo los focos implica asumir presiones, críticas y una exposición mediática que pocos adolescentes pueden manejar con madurez. Él mismo ha hablado abiertamente de los momentos difíciles, del acoso que sufrió en redes en sus primeros años de fama y de cómo eso le obligó a fortalecerse emocionalmente. Hoy, con 27 años, se muestra más sereno: «Todo pasa por algo. El acoso, las críticas, las decepciones… todo me ha hecho quien soy», ha reconocido. Abraham Mateo ha contado siempre con un círculo muy cercano.

Su hermano Tony, también cantante, ha sido su compañero inseparable desde la infancia. Sus padres, que lo acompañaron desde sus primeros concursos, siguen siendo su apoyo más sólido. Esa unión familiar le ha ayudado a mantener el equilibrio, incluso cuando su agenda de giras lo llevó a pasar más tiempo en América Latina que en España.
Su nueva casa simboliza precisamente esa búsqueda de equilibrio. Después de años de trabajo, de aeropuertos, camerinos y hoteles, Abraham puede por fin detenerse un poco. El lugar combina su vida íntima y su trabajo de una forma orgánica: tiene un estudio de grabación profesional, pero también un jardín donde desconecta, cocina junto a su pareja o recibe a sus amigos. Es un refugio para crear y también para descansar, una base desde la que proyecta sus próximos pasos.
En lo personal, Abraham ha madurado a la vista de todos, pero ha aprendido a proteger lo que más valora. Su relación con Esty CG se hizo pública de forma natural, sin grandes titulares. Aparecieron juntos en varios eventos y, poco a poco, comenzaron a compartir momentos de su vida diaria en redes, siempre desde la complicidad y el respeto mutuo. Los rumores de compromiso y planes de boda han circulado en los últimos meses, especialmente después de que él apareciera con un anillo con la inicial de su pareja. Aunque ninguno de los dos lo ha confirmado, la pareja se muestra más unida que nunca.
Hoy, Abraham Mateo se encuentra en un punto de madurez artística y personal difícil de alcanzar para quienes comenzaron tan jóvenes. Se ha ganado el respeto de la industria, el cariño de un público fiel y una vida que refleja su esfuerzo. Lo que empezó siendo la historia de un niño con una voz prodigiosa se ha convertido en la de un artista que ha sabido reinventarse sin perder su esencia.