A sus 69 años la presentadora rechazó de lleno su jubilación.

Ana Rosa Quintana habló con naturalidad y cierto dejo de nostalgia tras conocer la decisión de Jordi González de decir adiós a la televisión. Las palabras que escogió no solo elogiaban su trayectoria, sino que dejaban entrever una reflexión más profunda sobre su propio futuro en pantalla.
González, que recientemente anunció que su programa ‘Col·lapse’ en TV3 será su último, explicó que lo hace con la conciencia tranquila: “Tengo dinero y no tengo hijos”, dijo, apuntando a una jubilación elegida y tranquila. En sus palabras finales, fue contundente: “Es mi epílogo, seguro… no haré otro programa más”.
Cuando los medios preguntaron a Ana Rosa por esa retirada, ella no ocultó su respeto: definió las razones de González como “muy inteligentes” y valoró que él haya decidido marcharse para simplemente “disfrutar” de la vida.

Ana Rosa Quintana no ve cerca su adiós
Sin embargo, a diferencia de su compañero, Ana Rosa trazó un mensaje distinto sobre su propio porvenir mediático. Con una mezcla de sinceridad y determinación, sostuvo: “Yo soy muy joven todavía”.
Esa frase, simple, retumba con más fuerza de lo que parece: a sus 69 años, deja claro que por ahora no piensa bajarse del escenario televisivo, y que todavía tiene energía, ambición y algo más en su maleta.
Pero no se queda en una negación rotunda: Ana Rosa admite, en otras entrevistas, que “es muy difícil irse, pero hay que saber hacerlo”. Y aunque en ocasiones ha bromeado con la idea de jubilarse sus convicciones parecen firmes: seguirá mientras se sienta feliz, útil y con algo que aportar.