Ni LalaChus ni David Broncano quisieron nombrar ni dar ni medio minuto a las denuncias, críticas y ataques recibidos tras la polémica de las Campanadas.
No les hizo falta. Hay silencios que dicen más que las palabras.
Además, no lo necesitaban, ya lo dijo todo Belén Esteban, que pudo cumplir su promesa y revolucionó La Revuelta.
El filósofo Francis Bacon dijo una frase que viene de perlas para describir lo que LalaChus y David Broncano hicieron anoche en su esperado regreso a La Revuelta: “Vales más por lo que callas que por lo que dices”.
Esa fue la actitud de los dos presentadores de las Campanadas tras devolver el trono de las audiencias a La 1 en el momento televisivo del año y tras convertirse en protagonistas no sólo por el éxito conseguido, sino también por una polémica en la que, por sus reacciones de anoche, no les ha hecho ni puñetera gracia verse envueltos: sí, la polémica de la estampita de la vaquilla, que todavía sigue coleando.
El regreso de La Revuelta tras el parón navideño venía con bomba incluida, la de Belén Esteban, y con el interés de saber cuál iba a ser la respuesta de LalaChus y David Broncano tras una semana en la que el éxito de sus Campanadas se ha visto empañado por denuncias, odio, vísceras, ataques y críticas.
Tras hablar prácticamente todo el mundo de las Campanadas, sólo quedaban ellos, los protagonistas, por pronunciarse.
¿Lo hicieron? No les hizo falta, ya lo hicieron otros.
¿Querían hacerlo? Pues por las caras de LalaChus ante las bromas de los del alrededor, por las miradas de David Broncano y por las reacciones ante las insinuaciones, gracia lo que se dice gracia no les ha hecho el ser los protagonistas de algo por lo que seguramente nunca pensaron que fueran a serlo.
A Dios gracias que anoche La Revuelta contaba con la figura que se apostó con ellos que ganarían las audiencias de las Campanadas para romper esos silencios y convertir La Revuelta en lo que a ella le dio la real gana.
Anoche, la estrella deLa Revuelta volvió a ser Belén Esteban.
La Patrona se apostó con David Broncano y LalaChus que si ellos ganaban las audiencias de las Campanadas, ella acudiría al programa para hacer todo lo que ella quisiese.
¿Lo hizo? ¡Vaya si lo hizo! Porque una promesa de Belén Esteban no se rompe.
Fue ella la que sentó a David Broncano y LalaChus en el sillón de los invitados, fue ella la que descubrió lo “trolero” que puede llegar a ser el presentador de La Revuelta, fue ella la que le pidió a su Miguel que le hiciese fotos con el Emmy de la verdadera Promesa y fue ella la que rompió el atronador silencio de LalaChus y David Broncano con un fragoso “basta ya” que lo tuvo que escuchar hasta quien no quisiera escucharlo.
Porque mientras David Broncano y LalaChus sólo quieren destacar lo positivo de haber sido los presentadores de las Campanadas de La 1 dejando de lado la vaquilla, la estampita, el Sagrado Corazón de Jesús y las denuncias por las “ofensas religiosas”, ya se encargaron los demás de tirar de humor para romper una tensión que lleva creciendo e incrementándose desde el primer minuto de 2025.
Fueron Grison y Jorge Ponce los que, sin entrar demasiado en la polémica, la pusieron encima de la mesa con lo que mejor saben hacer y han demostrado durante estos meses de La Revuelta en La 1: con esos chistes que a la mayoría arrancan carcajadas, pero que también disparan con silenciador.
El vacile de La Revuelta a costa de las Campanadas
Arrancó Grison -no podía ser otro- mofándose del traje de Cristina Pedroche cuando David Broncano le señaló el forro polar que se había puesto para el primer programa del año.
“Es que me he hecho un traje con mi leche”, soltó el colaborador de La Revuelta, a lo que David Broncano respondió con un “vamos a parar estas cosas” que fue toda una declaración de intenciones.
Ni un chiste más sobre el vestido de La Pedroche.
Y entonces llegó un mensaje por el tubo que conecta a David Broncano con Miguel, el hombre de los memes de La Revuelta.
Dentro, un papel con una frase, “ya estoy aquí”, y donde Miguel estaba… Belén Esteban.
“¡Joder, qué susto! Pensaba que eran Abogados Cristianos”.
Fue el primero de la noche, lo dijo Grison. Broncano, silencio.
Porque, aunque David Broncano y LalaChus se negaron en rotundo a dar ni medio segundo de protagonismo a Hazte Oír y Abogados Cristianos, las dos asociaciones que les han denunciado por el momento vaquilla, contener al resto ya era más complicado.
De hecho, no quieren que se contengan, sino que sean ellos los que repartan los guantazos que ellos no quieren repartir.
Con Belén Esteban avisando de que estaba ahí para cumplir con su promesa y con el Emmy de La Promesa volando por el Teatro Gran Vía ante el pánico de los protagonistas de la serie, que anoche también vivieron su gran boda, entró en el escenario Jorge Ponce, que también venía con el saco lleno de guantazos.
“Este año ya no va a haber Navidad”, comenzó Jorge Ponce.
Era el preludio de lo que estaba por llegar.
La ironía con la que iba a arrancar para terminar con el golpe completo: “Te han puesto a presentar las Campanadas que no estás ni bautizado.
¡Qué vergüenza! Tú en el reino de Dios no estás ni en la lista”. Pues eso. No hace falta decir mucho más.
Mientras tanto, Belén Esteban esperaba su momento.
Sentada en el trono de la reina -no podía ser en otro- reclamaba que se cumpliera su promesa.
“La promesa era que yo iba a llevar el programa y el programa lo estás llevando tú.
Quiero bajar ya”, instó la de Paracuellos.
“Dame 10 minutos y ahora bajas”, le pidió David Broncano, realmente acojonado por lo que pudiera pasar.
Pero lo que pasó fue que tenía que entrar la lotería y que a Jorge Ponce le iba a venir de perlas: “La lotería va a llegar como una denuncia de Abogados Cristianos”.
Y los golpes siguen cayendo…