Se defiende este lunes de las acusaciones tras su accidente en una rotonda y todas las incógnitas que dejó.
Abandonó su vehículo estrellado contra dos palmeras y se marchó a su casa de la urbanización.
Está siendo un año realmente difícil para Cayetano Rivera, instalado permanentemente en la polémica. Este lunes arranca en Sevilla el juicio para esclarecer lo ocurrido hace unos días al estrellar su coche contras dos palmeras en la entrada de su urbanización, abandonar el lugar del siniestro, marcharse a casa y esperar allí la llegada de la policía con posible requerimiento de control de alcoholemia. Las consecuencias: desde posible pérdida de carnet hasta una eventual pena de cárcel.
Cayetano Rivera se estampó contra una rotonda justo a la entrada de la urbanización donde vive en Alcalá de Guadaira y son muchas las incógnitas que se mantienen desde entonces. Para empezar, cuál fue el motivo del siniestro. Su abogado, Joaquín Moeckel, asegura que se despistó con el móvil, aunque vecinos han señalado a diferentes medios que había estado «bebiendo cerveza» toda la tarde en un bar de la zona. ¿Y por qué se marchó a su casa y dejó allí su coche lisiado? ¿Le pidieron hacer un control der alcoholemia cuando la policía se presentó en su domicilio? Y en caso afirmativo, ¿se negó a realizarlo?
El juicio que comienza debería ayudar a esclarecer muchos de los interrogantes y, a partir de ahí, quedaría por resolver cuál sería la pena. Hasta que las indagaciones concluyan, lo oportuno es saber a qué sanciones se expone actualmente Cayetano Rivera. Y éstas irían desde la pérdida del carnet hasta una posible pena de cárcel.
Responsabilidad civil
Al tratarse de un accidente de tráfico en el que no hay víctimas ni terceras personas implicadas, aunque sí la existencia de daños materiales, no parece que haya responsabilidad penal. Otra cosa es la responsabilidad civil, pues Cayetano Rivera tendrá que responder a los daños ocasionados al patrimonio público y mobiliario urbano, por el cual el Ayuntamiento podría reclamar la reparación o reposición. Y luego se enfrentaría a las sanciones por lo que se llama «conducción negligente», que incluiría posibles indemnizaciones, multas económicas y pérdida de puntos en el carnet.
Lo que ocurre es que en aquella fatídica noche, Cayetano Rivera fue acumulando una serie de comportamientos escasamente afortunados, comenzando por el abandono del lugar del siniestro. Eso también acarrearía multa económica y pérdida de puntos. Su abogado ha contado que la policía fue a casa del torero a identificarle, aunque negó que abandonase el lugar de los hechos.
Desobediencia a la policía
«Se fue a su casa, a 52 metros de la rotonda, donde era fácil localizarle», ha señalado Joaquín Moeckel. Y ha añadido otra circunstancia un tanto peculiar: cuenta que le dijo a unos vecinos que «cuando llegase la policía, estaría en su casa» y que allí le podían encontrar.
Y luego está lo de desobedecer una orden policial, que sí tiene responsabilidad penal con posible pena de cárcel que iría de tres a 12 meses. Con todo, negarse a hacer el test de alcoholemia –algo que rechaza la defensa del torero- habría sido lo más grave en el caso de que así hubiera ocurrido. En su caso, estaría expuesto a una sanción con pena de prisión de seis meses a un año y privación de carnet.
