Hace doce años, el presentador y la ganadora de «La casa fuerte» mantuvieron un idilio que no salió bien
Hace doce años, las imágenes de los arrumacos entre Joaquín Prat y Yola Berrocal coparon todos los programas de televisión . El actual presentador de «El programa del verano» y la ganadora de «La casa fuerte» aparecían besándose en un parque, mostrando una gran complicidad. Pero tras las imágenes, nunca más se les volvió a ver juntos.
Ahora, más de una década después, se ha descubierto que en realidad todo fue una trampa que Yola Berrocal le tendió a Joaquín Prat, un engaño por el que él juró no volver a hablar con ella nunca más. Hasta este jueves, cuando ambos se reencontraron en el plató de «El programa del verano» .
«Es evidente que tú y yo nos conocimos, tuvimos un aquel y nos vimos dos veces ¿Por qué no nos volvimos a ver más?», le preguntó Prat, directo al grano. La nueva mejor amiga de Leticia Sabater no se amilanó y reconoció la engañifa. «Nos conocimos en el gimnasio y nos quedamos mirando. Nos saludamos y luego nos volvimos a ver en un sitio de copas y un día te llamé. Quedamos en un bar, estuvimos hablando y fuimos a un parque. Yo tengo muy buen recuerdo de ese día porque me encantabas como persona porque eras súper divertido y fueron momentos muy mágicos.
Unos días antes hablé con una persona y me propuso hacer unas fotos con algún famoso. En ese momento yo estaba trabajando en televisión y no lo necesitaba. No lo iba a hacer, pero luego quedé contigo y antes de quedar contigo le llamé», confesó Berrocal.
Visiblemente arrepentida, la televisiva pidió disculpas en directo y hasta dejó asomar alguna lágrima. «No sé qué me llevó a hacerlo y lo pienso muchas veces porque no cobré dinero y es la única vez que he hecho esto. Te quiero pedir perdón porque me arrepiento muchísimo, lo siento por ti y por toda tu familia porque fue una traición a tu confianza », dijo Yola Berrocal.
Pese a todo, Joaquín Prat mantuvo la entereza y agradeció el gesto de Berrocal, dando portazo a un incómodo capítulo en la vida de ambos: « Me sentí traicionado porque había una atracción y yo quería estar allí. Entonces yo te llamé y te dije que era la última vez que nos íbamos a ver. No te guardo rencor. Has tenido el valor de sentarte aquí y la prueba de que no te guardo ningún tipo de valor es que siempre he alabado tu paso por los concursos».