Lo que comenzó como una presencia inesperada en un cumpleaños privado ha acabado revelando una relación estrecha que ha despertado gran interés en redes.

La presencia de Lola Lolita en el cumpleaños de Rosalía celebrado en París, en septiembre de 2024, fue el primer indicio público de una relación que hasta entonces había pasado desapercibida. La creadora de contenido alicantina formó parte del reducido grupo de invitados que acompañó a la artista catalana en una velada privada a la que asistieron amigos y colaboradores cercanos. Las imágenes compartidas posteriormente por Lola, sin mostrar directamente a la anfitriona, confirmaron su presencia y situaron su nombre entre el entorno más próximo de la cantante.
Desde aquel momento, su relación comenzó a generar atención, sobre todo en redes, hábitat natural de Lola Lolita, no por haber compartido contenido juntas ni por declaraciones directas, sino por la naturalidad con la que ambas han aparecido juntas en distintos contextos. La amistad entre las dos se ha desarrollado de manera discreta, sin comunicados ni colaboraciones, pero con señales suficientes como para despertar el interés del público.
Lola Lolita, cuyo nombre real es Lola Moreno, lleva años consolidada como una de las creadoras de contenido con mayor proyección de España. Con millones de seguidores en redes sociales, ha construido una carrera en el mundo 2.0 mostrando su día a día, sus mascotas y los productos de las marcas de lujo que cuentan con ella. A lo largo del tiempo, su figura se ha asociado al trabajo constante y a la evolución profesional dentro del entorno digital, siempre manteniendo una imagen cuidada y coherente con su identidad personal.

Por su parte, Rosalía ha continuado ampliando su recorrido artístico tras una década de éxitos internacionales. La cantante mantiene un perfil público selectivo y cuida cada aparición con detalle para convertirla en un fenómeno mediático, como su presencia en la Gran Vía pocos días antes de lanzar su disco. Su entorno más cercano se caracteriza por la lealtad y la discreción, algo que encaja con el modo en que se ha desarrollado su relación con la alicantina.
En Los 40 Music Awards 2025, ambas coincidieron nuevamente. Rosalía fue una de las grandes protagonistas de la gala y Lola acudió como invitada. En la celebración posterior se las vio conversando y compartiendo momentos con naturalidad. Poco después, la creadora de contenido publicó una fotografía junto a la cantante acompañada de un breve texto: «Mi amiga más personal, siempre.» La publicación tuvo una amplia repercusión y fue interpretada como la confirmación pública de su vínculo. Rosalía respondió con un emoji de corazón, un gesto simple que reforzó la percepción de una relación cercana.
A partir de ahí, el interés en torno a su amistad se intensificó, aunque ambas han mantenido una postura discreta. No suelen compartir contenido conjunto ni han hecho declaraciones extensas sobre su relación. Las ocasiones en que se ha hablado de ellas provienen, principalmente, de apariciones públicas o interacciones puntuales en redes. Este control de la exposición ha contribuido a que su vínculo se perciba como auténtico y alejado de estrategias de promoción.
En entrevistas recientes, Lola Lolita ha expresado su admiración por Rosalía, a quien define como una persona profesional y amable. Evita los detalles personales y centra sus comentarios en el respeto hacia su trabajo. La artista, por su parte, ha mostrado apoyo en redes a algunas publicaciones de Lola, sin pronunciarse directamente sobre su amistad. Quienes las conocen aseguran que mantienen contacto regular y que su relación se basa en la confianza y la cercanía.
El hecho de que Lola Lolita formara parte del reducido grupo de invitados al cumpleaños de Rosalía, junto con su presencia en la gala musical meses después, constituye los dos momentos más significativos en los que su relación se ha hecho visible. A partir de ahí, cualquier encuentro o mensaje compartido seguirá generando expectación, aunque ambas parecen decididas a mantener su vínculo al margen de la exposición pública.
La relación entre ambas refleja también un cambio en la forma de entender las conexiones personales dentro del mundo mediático actual. En un entorno donde la mayoría de los vínculos públicos se comparten y documentan en tiempo real, su decisión de mantener una amistad reservada resulta poco habitual. Lejos de buscar visibilidad, prefieren compartir solo lo imprescindible, una actitud que refuerza la idea de que su relación responde a una afinidad real y no a un interés profesional.
En definitiva, la conexión entre Lola Lolita y Rosalía se ha ido construyendo con el tiempo, lejos de los focos y con un perfil bajo. Desde aquel primer encuentro «público» en París hasta su coincidencia en la gala musical, ambas han mostrado una relación basada en la confianza y el respeto mutuo. Sin grandes gestos ni declaraciones, su amistad se ha consolidado como una de las más comentadas del momento precisamente por lo contrario: por la calma y la discreción con la que ambas la viven.