La actriz ha bromeado en un pódcast sobre alguno de los momentos en los que ha vivido un auténtico “tierra trágame”.

Melani Olivares ha sido una de las últimas invitadas al pódcast ‘La Ruina’ presentado por Tomàs Fuentes e Ignasi Taltavull. En este programa, grabado durante un show teatral en diferentes ciudades, no se hace una entrevista al invitado estrella, sino que tiene que contar el momento en el que se ha sentido comprometido, ha vivido una situación ruinosa o ha sentido vergüenza, aunque ya está capacitado para contarlo en tono de humor.

Durante el show, personas del público también relatan sus propias experiencias, mientras que los presentadores y el invitado hacen bromas al respecto. Sorprendentemente, tras escuchar miles de anécdotas, los relatos siguen impresionando al público, pues todos hemos sentido vergüenza en algún momento de nuestra vida y he vivido situaciones difíciles de creer.

Melani Olivares confiesa su mayor ruina

La última invitada al formato ha sido Melani Olivares, quien, entre risas, ha confesado su momento más comprometido. La actriz ha reconocido que es un poco despistada, aunque es algo que le viene de familia, por lo que ha querido contar una doble ruina, hablando de cómo vivió la misma situación como madre y como niña.

La intérprete no ha dudado y nada más sentarse en la mesa ha querido desvelar su graciosa anécdota. “Una vez fui a buscar a mi hija en la guardería y me la dejé”, ha expresado, sorprendiendo a los presentadores con el titular de su ruina. “Me llevé a otra. ¿Te imaginas?”, ha añadido entre risas, bromeando sobre lo ocurrido.

Rápidamente, ha aclarado los motivos por los que se olvidó a la pequeña en el centro educativo. “Era chiquitita y yo fui a buscarla y salió con las zapatillas. Salió la profesora y me puse de charlar con ella. Se me fue la cabeza y me fui”, ha expresado. Los presentadores le han cuestionado que cuándo se dio cuenta de su error. “Me llamó la profesora”, ha zanjado. “Es algo que he contado a mi hija, pero no se acuerda ni me ha pasado más veces”, ha explicado, indicando que para la niña no fue algo memorable.

Melani Olivares también vivió esta situación como niña

Sin embargo, no es algo extraño en su familia, ya que ella la pasó algo parecido cuando era una niña. “Mi abuelo es el que me recogía en la guardería y todos los días me llevaba bellotas, como si fuera una cerda”, ha comenzado, sorprendiendo a Tomás e Ignasi con el llamativo regalo que le llevaba su abuelo cada día.

“Me daba unas bellotas y yo me las comía, era la niña más feliz del mundo”, ha añadido la invitada, con añoranza. “Mi abuelo me las traía y yo siempre hacía una fiesta con las bellotas. Un día dio las bellotas a una niña, ya fuera de la guardería. La niña no cogió las bellotas y mi abuelo flipó. En ese momento se dio cuenta de que no era su nieta”, ha indicado, revelando que su abuelo recogió a una de sus compañeras percatarse de que no era Melani. “Si llega a coger las bellotas… no se da cuenta. Es algo que viene de familia”, ha zanjado entre risas.

Melani Olivares confiesa los “hurtos” de sus hijos en el supermercado

Además, la actriz, entre bromas, ha explicado más situaciones que ha vivido con sus hijos. Melani Olivares tiene tres hijos con los que tiene una estupenda relación y con los que ha vivido diferentes anécdotas divertidas, aunque algunas no son del todo aceptables, como bien ha comentado la reconocida intérprete. “A mi me pasan cosas con los niños porque los incluyo dentro de todo”, ha indicado, ya que suele compartir experiencias muy curiosas con ellos.

“Había una temporada en la que yo quería que entendieran que los supermercados eran un sitio muy rico donde nos cobraban mucho por todo”, ha comenzado. “Entonces había veces como pilas, cosas pequeñas, eran un hurto, no un robo. Yo les decía que lo cogieran, pero que si les pillaban les iba a regalar delante del señor y que la iban a tener que aguantar. ¿Estás preparado?, les preguntaba. Nunca nos pillaron, pero ellos estaban preparados y sabían que era de broma”, ha indicado, bromeando con el hecho de que sacado de contexto podría sonar muy mal. “Han crecido bien”, ha zanjado, hablando orgullosa de sus pequeños.