De Madrid a Los Ángeles y hasta Las Bahamas, la pareja posee un exclusivo patrimonio inmobiliario valorado en varios millones de euros.
Su última adquisición, un ático de lujo en el centro de la capital, confirma que el matrimonio no solo brilla en el cine, sino también en los negocios.

Penélope Cruz y Javier Bardem forman uno de los matrimonios más admirados del cine español, pero también una de las parejas más discretas y solventes fuera de los focos. Tras décadas de éxito internacional, los actores han sabido construir un patrimonio inmobiliario tan variado como sofisticado, con residencias repartidas por tres países y estilos que van del clasicismo madrileño al exotismo caribeño.
La última incorporación a su colección ha sido un ático de ensueño en Madrid. Según informó ‘Vanitatis’, la actriz ha adquirido una vivienda de más de dos millones de euros en el barrio de Chamberí, una de las zonas más codiciadas del centro de la capital. La operación se cerró antes del verano, bajo el más absoluto hermetismo, a través de su sociedad Buble Gold S.L., con la que la intérprete gestiona sus inversiones personales.

El espectacular inmueble cuenta con 173 metros cuadrados, una terraza privada de 15 y se encuentra en la séptima planta de un edificio modernista de principios del siglo XX. Además, la vivienda tiene un sistema domótico integral que permite controlar desde el móvil la iluminación, la climatización y hasta el sistema de seguridad del hogar.
Por otro lado, el edificio cuenta con diversas zonas comunes como un gimnasio, una gastroteca, un solárium y una piscina en la azotea. Con esta compra, Penélope Cruz y Javier Bardem suman una quinta propiedad a su nombre. En Madrid, el matrimonio ya cuenta con otras dos residencias: una en el centro, valorada en 3 millones de euros; y otra en las afueras de la capital, exactamente en la urbanización Valdelagua, donde residen junto a sus dos hijos.
Fuera de España, la pareja tiene una residencia en Los Ángeles, un hogar de una sola planta con tres dormitorios, cuatro baños y dos piscinas, donde vivieron durante años mientras ambos desarrollaban sus carreras internacionales.

Por último, está su propiedad más exótica: un chalet en Las Bahamas, concretamente en la isla de Gran Exuma. La vivienda, llamada Bougainvillea House, cuenta con 371 metros cuadrados, siete dormitorios, nueve baños, tres cocinas, jacuzzi, jardín y acceso directo a una playa privada. No es un lugar cualquiera: en este mismo enclave, la pareja se casó en secreto en 2010, rodeada solo de sus seres más cercanos.
Ahora, con su inversión más reciente la intérprete de ‘La niña de tus ojos’ no solo refuerza su vínculo con su ciudad natal, sino que también demuestra su habilidad para anticiparse a los movimientos del mercado inmobiliario. En un contexto de precios disparados y condiciones hipotecarias cada vez más restrictivas, la adquisición de un bien de este nivel puede considerarse una decisión estratégica.