Para Cristian Salomoni, experto en lenguaje no verbal, los compañeros de Leonor “no la sienten una extraña o alguien ajeno a ellos.
Queda claro con su actitud y también en cómo es recibida por los demás.
La princesa Leonor ya se encuentra en alta mar, iniciando su crucero de instrucción en Elcano.
Fue el pasado miércoles cuando la heredera al trono llegó a Cádiz para embarcarse en el buque escuela, dejándonos con imágenes que nos han sorprendido, como la de ella subiendo a uno de los palos de la embarcación.
En los vídeos compartidos por Casa Real, que está realizando una gran labor informativa sobre la formación militar de la princesa, podemos ver, además, lo bien que se lleva Leonor con sus compañeros.
Son 76 los guardiamarinas que compartirán esta aventura con Leonor.
En total en el barco conviven doscientas noventa personas entre marinería, oficiales, mandos, dos cocineros, anestesista, enfermería, un sacerdote y una pequeña banda de música.
Para conocer cómo será esa convivencia de la Princesa con sus compañeros, Cristian Salomoni, del Instituto Internacional de Análisis de la Conducta y experto en comunicación no verbal, ha analizado para Vanitatis todas las imágenes
“Se nota mucho que en estos años Leonor ha aprendido a ser autónoma.
Es algo que llama mucho la atención.
Antes tenían que guiarla, y ahora se desenvuelve a la perfección ella sola.
Sabe en todo momento lo que tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo.
Y es algo llamativo en alguien tan joven.
En estos vídeos en Elcano la vemos incluso tomando ella misma la iniciativa.
Su nivel de competencia es alto, está muy preparada y se está esforzando mucho en sus estudios en el ejército”, empieza.
Y continúa: “Es evidente que se lo toma muy en serio.
No hay ni un ápice de pereza o de no querer estar allí en su lenguaje no verbal.
Sabe que es lo que le toca y lo abraza.
Por su condición de heredera y futura reina muchos podrían pensar que está allí haciendo el paripé, pero no.
Tampoco hay nada de ficticio cómo se relaciona con sus demás compañeros.
Ella se siente una más del grupo.
No está allí para hacer solamente acto de presencia”.
Según Salomoni: “Ella está muy metida en todo.
Pregunta, habla con los demás, se interesa.
Se ve que hay una buena cohesión con los demás, y que se lleva bien con todos.
Sus compañeros la respetan, pero no por ser quién es, ella se ha ganado ese respeto con su actitud y su saber hacer.
Todo ello queda claro con su postura, cómo se desenvuelve, y también cómo es recibida por los demás.
No la sienten una extraña o alguien ajeno a ellos”.
También recalca: “Por supuesto que sabe que las miradas están puestas en ella, y esto es una doble responsabilidad.
Por ejemplo, cuando sube al palo de Elcano sabe que la están grabando y que esas imágenes se compartirán después.
Hay más presión, pero lo lleva bien”.
Según don Felipe, su estadía en Elcano es una de las experiencias más positivas de su vida que nunca va a olvidar.
Parece que la princesa Leonor va por el mismo camino, a juzgar por la buena relación que mantiene con sus compañeros.