Iban a dar las Campanas en Televisión Española, pero un episodio de estrés del presentador lo ha impedido.
Su mujer es su principal apoyo en estos momentos para ayudarle en su recuperación definitiva.
Todo estaba preparado para que Silvia Abril y Andreu Buenafuente fueran los maestros de ceremonias de las Campanadas de Televisión Española tras el éxito cosechado por David Broncano y Lala Chus el pasado año, pero finalmente no va a ocurrir. El presentador anunció que estaba pasando «un episodio de estrés» y el matrimonio se vio obligado a renunciar. Sin embargo, una de las cosas positivas ha sido comprobar el estado de la unión; es decir, la solidez de la pareja. Su mujer siempre ha estado a su lado en las buenas y en las malas.
«No va a ser posible dar las campanadas con Silvia Abril», adelantaba Andreu Buenafuente con enorme pesar. Uno de los anuncios más difíciles que ha tenido que dar en su dilatada carrera profesional. «Tuve un episodio de estrés. Esto es lento. Si queremos hacerlo bien, va a llevar un poco de tiempo. No tengo que acelerar la recuperación, tengo que estar bien para hacer lo que me hace feliz», justificaba sin esconder lo más mínimo el complicado momento y también la sensatez con la que lo afronta.
Esto no venía de ahora y Andreu Buenafuente lo había parado todo excepto las Campanadas, pero finalmente también se vio obligado a cancelar este último proyecto profesional por prescripción médica tras la carga acumulada de trabajo durante el último año. «Es muy emocionante comprobar que esto es muy común y que todos hemos aprendido un poquito a sobrellevarlo: el que lo sufre y el que asiste al que lo sufre», decía el humorista en alusión a Silvia Abril.
Un matrimonio muy discreto
Se conocieron en 2006 y desde entonces han estado unidos tanto en lo profesional como en lo personal. Pasaron diez años de noviazgo y se casaron en Barcelona en el verano de 2017 en una boda oficiada por la alcaldesa Ada Colau. En este tiempo siempre han recurrido al humor para esconder cuestiones del ámbito privado y solo comentar lo más mínimo, pues ambos son muy celosos de su intimidad. Aun así, no escondieron sus dificultades para ser padres, aunque tras numerosos intentos, y ayuda médica, al final pudieron cumplir su sueño cuando él tenía 47 años él y ella contaba con 41.
Llegó Joana, la primera y única hija que tienen en común, y Silvia Abril contó con gracia en una entrevista para ‘XL Semanal’ que no ha salido a sus padres. «El colmo de dos payasos es que nos haya salido una hija seria», confesaba la actriz y humorista.
Valores y equilibrio
No fue nada sencillo ser padre y Andreu Buenafuente también fue el gran apoyo de su mujer cuando el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer encontró la razón por la que a Silvia Abril que le estaba costando tanto quedarse embarazada. Este especialista descubrió que los problemas de fertilidad de la actriz estaban ligados a una intolerancia al gluten. Una dieta controlada y supervisada posibilitó finalmente que la actriz se quedara embarazada.
Pero es que hubo más, pues el mismo especialista descubrió que Silvia Abril tenía unas manchas en su cuello que resultaron ser porvitíligo, una condición cutánea de falta de pigmentación que también estaba ligada a su intolerancia al gluten y que solo afecta a un 1% de la población. No es que produzca dolor ni daño físico, pero sí puede causar falta de autoestima o problemas para tolerar tu propia imagen.
«Cuando entra Silvia en mi vida me da unos valores y unos equilibrios muy bonitos y coloca las cosas en su sitio», confesó Andreu Buenafuente hace tiempo en una de las escasas referencias públicas a su ámbito más privado. Y ahí siguen, con Campanadas o sin ellas, fuertes y sólidos en su inquebrantable unión vital.
