Susanna Griso y Íñigo Afán de Rivera: Una pareja rota.
El anuncio de la ruptura de Susanna Griso y Íñigo Afán de Ribera marca el fin de una relación que comenzó en 2022, tras conocerse sus primeras imágenes juntos.
En aquel momento, Susanna explicó que habían comenzado a salir unos seis meses antes de hacerse pública la relación.
Su vínculo fue muy discreto desde el principio, lo que hizo que su historia de amor fuera, en gran parte, un misterio para los medios de comunicación.
La propia Griso habló abiertamente en el podcast Drama Queen de Pilar Vidal sobre la relación, y definió a Íñigo como un «aventurero» por sus años de viajes alrededor del mundo.
Íñigo Afán de Ribera, nacido en Sevilla, es un conocido empresario que proviene de una familia de larga tradición empresarial.
Su madre, Lourdes Afán de Ribera, es prima del consejero delegado del grupo Ybarra.
Conocido en su círculo cercano como ‘Iggy’, Íñigo tiene cinco hijos y ha liderado diversos proyectos empresariales, entre los que se incluyen negocios relacionados con la tecnología, la distribución de vinos online y la creación de aplicaciones exitosas.
Además, es patrono de una fundación cuyo objetivo es proteger a las futuras generaciones de los riesgos derivados del uso excesivo de las pantallas.
A lo largo de su carrera, Íñigo ha sido reconocido como uno de los 10 mejores empresarios del país en 1999, según la revista Actualidad Económica.
Su reputación como líder empresarial y su faceta como padre de familia numerosa han sido siempre una parte fundamental de su vida.
A pesar de su éxito en el mundo de los negocios, siempre ha mantenido un perfil bajo en cuanto a su vida personal, lo que coincidió con la manera en que él y Susanna Griso llevaron su relación.
A día de hoy, la ruptura de Susanna Griso y Íñigo Afán de Ribera no ha generado más que rumores y especulaciones en los medios, pero ambos excompañeros parecen estar tomando la situación con madurez y serenidad.
La presentadora, tras confirmar la ruptura, ha insistido en que su relación con Íñigo se mantiene cordial y que la vida continúa para ambos de forma tranquila.
Susanna parece haber tomado la decisión de mantener su vida privada en el ámbito personal y no permitir que los medios dicten cómo debe llevar su día a día.
En cuanto a Íñigo, su vida continúa centrada en los negocios y en su familia, mientras se mantiene alejado del foco mediático que siempre ha caracterizado su vida fuera de las cámaras.