La noticia ha irrumpido con carácter de “último minuto” en el panorama mediático colombiano, generando una oleada de impacto emocional y profesional que se extiende por los estudios de RCN Televisión y los hogares del país.
El protagonista de este giro dramático es el reconocido presentador y actor, Mauricio Vélez, una figura que se había consolidado como un rostro emblemático y fundamental del programa matutino “Buen día Colombia”.

Su carisma distintivo, su profesionalismo innegable y su calidez en pantalla lo convirtieron en un favorito indiscutible de la audiencia, un factor que hace que su salida sea una “desgarradora noticia” para millones de televidentes habituales.
Vélez compartía el set y la dinámica diaria con un grupo de colegas altamente reconocidos en el jet set nacional.
Entre sus compañeros de faena matutina se encontraban Viena Ruiz, Ana Karina Soto, Carlos Marín, Sandra Vélez y Orlando Liñán, conformando un elenco diverso y consolidado que marcaba el inicio de la jornada televisiva.
Después de una carrera de larga data y gran éxito en el ámbito de la televisión, Mauricio Vélez ha decidido, según la versión inicial y más diplomática, tomar un rumbo distinto en su vida.

Este cambio se produce tras sostener una conversación clave con los directivos de alto rango del Canal RCN, una reunión que sella el final de su participación en el matutino.
La justificación oficial para su partida se enmarca en la necesidad de explorar lo que él mismo ha catalogado como “Nuevos Horizontes”, un eufemismo común en la industria para indicar la búsqueda de emprendimientos profesionales y proyectos personales que se alejen de la rigidez de la televisión diaria en vivo.
Para muchos, el talentoso bogotano se había convertido, con el paso de los años, en uno de los presentadores más queridos y fácilmente identificables de Colombia.
Su presencia en la pantalla chica no solo destacaba por su habilidad comunicativa, sino por una conexión genuina que lograba establecer con los televidentes.
La audiencia, sin lugar a dudas, extrañará profundamente su participación en las mañanas del influyente programa “Buen día Colombia”.
Es pertinente recordar, en este contexto de su partida del magazine, que Mauricio Vélez no es ajeno al mundo de la ficción.
Su faceta como actor le permitió integrar el reparto de la aclamada novela Rigo, donde interpretó un personaje secundario que añadió versatilidad a su perfil profesional, demostrando que su talento se extiende más allá de la presentación en vivo.
Esta incursión en la actuación deja abierta la posibilidad de que su futuro profesional se centre ahora más en proyectos dramáticos, capitalizando la experiencia y la exposición que la exitosa bioserie le proporcionó.
Sin embargo, la razón de fondo y la verdad detrás de su ausencia en las mañanas de RCN parece ser mucho más una decisión corporativa que una aspiración personal unilateral.
La encargada de arrojar luz sobre esta faceta menos amable del negocio fue la periodista de entretenimiento de gran renombre e influencia, La Negra Candela.
La Negra Candela reveló que el presentador bogotano sostuvo la reunión con las directivas del canal, pero con un objetivo muy distinto al de notificar una renuncia.
Según la información manejada por la columnista, los directivos fueron quienes le comunicaron de manera explícita y directa que, tras una evaluación estratégica, no procederían a renovarle el contrato.
La reacción de Mauricio Vélez ante esta decisión, si bien dura, fue descrita como un acto de extrema profesionalidad y señorío.

En lugar de manifestar descontento o iniciar una controversia pública, Vélez demostró una gran madurez al aceptar la determinación empresarial con dignidad.
Su gesto fue el de agradecer sinceramente el tiempo y las oportunidades que le fueron brindadas mientras formó parte del equipo de RCN, un acto que resalta su carácter y su compromiso con la ética profesional.
La salida de Vélez no es un evento aislado dentro de la reestructuración que parece estar llevando a cabo el Canal RCN.
De manera simultánea a este cambio, se suma la partida de otra figura reconocida del equipo de presentadores: Alejandra Serge, quien tampoco seguirá en la nómina del canal.
Este doble movimiento en la plantilla de talentos sugiere una revisión profunda en la estrategia de programación de RCN, que busca una renovación visible en su parrilla de la mañana.
El cambio trae consigo la intrínseca oportunidad de dar cabida a nuevos talentos y de presentar “caras frescas” a la audiencia, una táctica habitual en la industria televisiva.
La industria de la televisión es un ecosistema en constante evolución y perpetua renovación, un principio que el Canal RCN está aplicando con estas significativas salidas de figuras consolidadas.
Esta apuesta por el cambio busca proporcionarle al espectador nuevas dinámicas y experiencias, manteniendo la programación actualizada y relevante frente a la competencia creciente y las tendencias de consumo de contenido digital.
La partida de un presentador con el calibre y la trayectoria de Mauricio Vélez marca el final de una era en “Buen día Colombia” y el comienzo de un desafío significativo para la producción.
El vacío que deja no solo es de talento, sino de la familiaridad y confianza que se había ganado a pulso con el público a lo largo de sus años en el programa.
Su futuro, ahora desvinculado de la rigidez de un matutino, se abre a un abanico de posibilidades, siendo la actuación en producciones dramáticas o el desarrollo de proyectos personales en plataformas digitales las rutas más probables.
El actor y comunicador tiene el capital de imagen y el reconocimiento necesarios para emprender con éxito cualquier camino que elija.
La audiencia, mientras tanto, se queda con la nostalgia de las mañanas compartidas y la expectativa de verlo resurgir en un nuevo proyecto, manteniendo la esperanza de que un talento de su nivel no permanecerá alejado de la pantalla por mucho tiempo.
La televisión colombiana le da un “hasta pronto” a una de sus figuras más queridas, atenta al próximo acto de Mauricio Vélez, un profesional que, incluso en la no renovación de su contrato, demostró ser “todo un señor”.
Este es el ciclo de la fama y la renovación en el mundo del espectáculo, donde la salida de una estrella es el anuncio del nacimiento de otra oportunidad.