Hay muchos procesos en las relaciones.
Cuando llegan los hijos, cuando uno va creciendo, donde el amor se transforma y es un amor diferente.
Hola, mucha atención.
Hace unas horas, la reconocida presentadora del programa “Día a Día” de Caracol Televisión, Carolina Cruz, se abrió por completo sobre su sonada ruptura con el actor Lincoln Palomeque.
La estrella vallecaucana ofreció detalles íntimos acerca de cómo ella y Palomeque llegaron a la dolorosa decisión de separarse.
Existe un cariño, existe un respeto.
Vamos a estar siempre para toda la vida porque, pues, ¿cómo así?

O sea, tenemos dos hijos.
Semanas después de que la noticia de su separación acaparara todos los titulares, Cruz se refirió de nuevo al tema, explicando las particularidades de lo que sucedió.
Yo sentí que a los dos nos pasó lo mismo, no solamente a mí, a él también.
O sea, como que se transformó, vino un amor distinto.
Durante una sincera conversación, la conductora de “Día a Día” explicó cómo fue su caso en la ruptura con el padre de sus dos niños, Matías y Salvador.
Hay muchos procesos en las relaciones.
Cuando llegan los hijos, cuando uno va creciendo, donde el amor se transforma y es un amor diferente.
Yo sentí que a los dos nos pasó lo mismo, aseguró Carolina Cruz.
Fue un proceso muy largo de intentarlo muchas veces.
Y aquí compartió un valioso consejo.
Porque uno siempre lo intenta por los hijos, que ese es un error que cometemos las mujeres y los papás.
Hay que intentarlo por uno, no por los niños, advirtió la empresaria.

El tema salió a flote en una charla de más de una hora con Alejandra Sandoval y su hija Valeria Sandoval, compartida en YouTube.
La vallecaucana exaltó que existe un cariño profundo y un respeto inquebrantable por el vínculo que comparten como padres.
Vamos a estar para toda la vida porque tenemos dos hijos, reconoció Cruz.
Explicó que fue determinante la honestidad consigo misma para no prolongar una relación en la que el interés mutuo había cambiado drásticamente.
Mucho más porque estaba de por medio su propia felicidad, un valor que debe ser transmitido a sus hijos.
Lo que sí dejó muy claro es que fue una separación súper tranquila y que han logrado establecer una dinámica funcional y hacer un excelente equipo como padres, priorizando el bienestar de Matías y Salvador.
Sin lugar a dudas, Carolina Cruz es una figura pública que despierta pasiones, pero esto no ha sido obstáculo para ella.
Ha sabido aprovechar cada uno de sus tropiezos para levantarse, sacudirse el polvo y continuar adelante con sus sueños.

Su recorrido por la televisión es extenso: modelo, presentadora e inspiración para otras mujeres.
La reciente apertura de Carolina Cruz sobre el fin de su relación es un poderoso testimonio sobre la transformación del amor y la valentía de elegir la felicidad propia.
Su declaración sobre el error de intentar las cosas solo por los hijos es una propuesta de cambio de paradigma: la base para la estabilidad familiar es la plenitud individual.
La madurez con la que ambos han manejado la separación, enfocándose en la crianza compartida y el respeto mutuo, es un ejemplo a seguir.
La tranquilidad con la que describe la separación subraya que fue un proceso largo, meditado y consensuado.
El amor de pareja se agotó, dando paso a una forma diferente y más respetuosa de cariño.
El éxito de Carolina Cruz en el medio se debe a su autenticidad.
Ella no teme mostrarse vulnerable y hablar de sus luchas, lo que la conecta de manera visceral con su audiencia.
Su mensaje es un bálsamo para muchas mujeres que dudan si dar el paso de separarse.
La frase “donde el amor se transforma y es un amor diferente” valida que el fin de una relación romántica es una metamorfosis hacia un tipo de vínculo basado en el afecto y la responsabilidad parental.
En conclusión, la declaración de Carolina Cruz es un hito.
No solo por su valor noticioso, sino por su profundo impacto social y emocional.
Es una lección de vida pública sobre la dignidad en la separación, la prioridad de la felicidad personal y la redefinición de lo que significa ser una familia en la modernidad.
La presentadora no solo ha informado sobre su vida, sino que ha ofrecido un poderoso testimonio sobre la autodeterminación femenina.
Ha demostrado que el valor de una mujer no está ligado a su estado civil, sino a su capacidad de ser feliz y plena por sí misma.
Su historia se convierte en una bandera de autenticidad y paz interior.