Paola Calle es una recordada presentadora de noticias quien participó en la franja de entretenimiento de Caracol y RCN.
También es una de las mejores amigas de Carolina Cruz, con quien compartió desde que eran porristas del América de Cali.

En una reciente entrevista con la revista Hola, Calle recordó uno de los momentos más duros que atravesó cuando se desempeñó como presentadora.
Pues un dolor de cabeza se convirtió en un derrame cerebral.
Según lo narrado por Paola Calle, comenzó a sufrir de un fuerte dolor de cabeza, pero inicialmente pensó que se trataba de una migraña y no sentía otros síntomas que la alertaran.
Luego de que este dolor fuera constante y agudo, la expresentadora acudió al médico en compañía de su esposo y allí le realizaron un análisis profundo en su cabeza para determinar qué generaba el dolor.
“Mi esposo me lleva, cuando llego me hacen una tomografía y efectivamente me pasan a una UCI porque había sufrido un derrame cerebral”, dijo Calle a la revista Hola.
La noticia sorprendió a Paola y a su esposo, pues no había señales de que estuviera padeciendo un derrame.
Incluso asegura que “podía hablar y moverme sin inconveniente, cosa que no sucede con frecuencia”.
Aunque estuvo internada en la UCI durante varios días, su proceso de recuperación tomó varios meses.
“Solo debíamos esperar a que la sangre se absorbiera y el cerebro se desinflamara para hacer nuevas pruebas y el resultado fue el mismo”, agregó.
Actualmente, la presentadora que vive en Miami y presenta el programa Sin Máscaras no tiene ninguna secuela de este episodio y asegura que fue un milagro.
¿Quieres más contenido como este?
Dale a like y suscríbete.
Activa la campanita para mantenerte al tanto con las últimas novedades del mundo de la farándula.
El Milagro Silencioso de Paola Calle: De la Migraña a la Unidad de Cuidados Intensivos

La vida pública de los presentadores de noticias, a menudo percibida como glamorosa y exenta de las crisis cotidianas, contrasta brutalmente con las realidades personales que enfrentan fuera de cámaras.
Paola Calle, una figura querida en el periodismo de entretenimiento colombiano, recordada por su paso por los noticieros de Caracol y RCN, ha revelado recientemente un capítulo de su vida que demuestra la fragilidad de la salud y la delgada línea entre un malestar común y una emergencia vital.
Su relato, ofrecido en una entrevista a la revista Hola, ha conmocionado a sus seguidores, al detallar cómo un simple dolor de cabeza se transformó en un diagnóstico de derrame cerebral.
La historia de Calle es un testimonio poderoso sobre la intuición médica, la importancia de la rápida atención y, en sus propias palabras, la intervención de lo que ella considera un milagro.
Paola Calle es una figura conocida no solo por su trabajo profesional, sino también por sus lazos personales en el mundo de la farándula, siendo una de las mejores amigas de Carolina Cruz.
Esta amistad se remonta a sus días como porristas del equipo América de Cali, lo que subraya una vida de constante visibilidad pública y energía.
Sin embargo, fue en el apogeo de su carrera como presentadora que Calle se enfrentó a su crisis de salud más grave.
Todo comenzó con lo que parecía ser una dolencia común: un fuerte dolor de cabeza.
Inicialmente, Calle lo minimizó, atribuyéndolo a una migraña, una condición frecuente que muchas personas manejan con remedios caseros o descanso.
La ausencia de otros síntomas neurológicos típicos de un evento grave —como la dificultad para hablar, la pérdida de movimiento o el entumecimiento facial— no activó ninguna alerta inmediata, ni en ella ni en su entorno.
Sin embargo, el dolor persistió, volviéndose constante y agudo, una señal de alarma que la impulsó a buscar ayuda médica.
Fue su esposo quien la acompañó al centro de salud.
La decisión de buscar atención especializada a tiempo resultó ser crucial, un elemento que Calle subraya como un factor determinante en su favorable desenlace.
Una vez en el hospital, los médicos procedieron a realizar una tomografía para determinar el origen de su sufrimiento.
El resultado de las pruebas fue inesperado y dramático: Paola Calle había sufrido un derrame cerebral.
La expresentadora narró el momento del diagnóstico con la revista Hola: “Mi esposo me lleva, cuando llego me hacen una tomografía y efectivamente me pasan a una UCI porque había sufrido un derrame cerebral”.
La sorpresa fue mayúscula para la pareja, especialmente porque el cuadro clínico de Calle no se ajustaba al perfil típico de un paciente con un accidente cerebrovascular.
Ella misma destacó: “podía hablar y moverme sin inconveniente, cosa que no sucede con frecuencia” en estos casos.
Este hecho, que inicialmente podría haber enmascarado la gravedad de la situación, es lo que ahora Calle considera parte de su “milagro”.
Estar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) fue el inicio de un proceso de recuperación que, si bien la mantuvo internada solo por unos días, se extendió por varios meses de cautela y espera.

El tratamiento para el tipo de derrame que sufrió Calle requería paciencia.
“Solo debíamos esperar a que la sangre se absorbiera y el cerebro se desinflamara para hacer nuevas pruebas y el resultado fue el mismo”, explicó la presentadora.
Este período de espera y monitoreo fue vital para asegurar que no quedaran secuelas permanentes.
La recuperación completa de Paola Calle es un testimonio de su fortaleza física y, según su interpretación, de una gracia providencial.
Actualmente, Paola Calle reside en Miami, donde ha reorientado su carrera y presenta el programa Sin Máscaras.
Lo más relevante de su historia de salud es que no ha quedado con ninguna secuela neurológica o física de aquel aterrador episodio.
Ella no solo ha vuelto a su vida normal, sino que ha regresado a las cámaras y a la actividad pública sin rastros visibles de la crisis que enfrentó.
Esta completa recuperación es la razón por la que Calle insiste en calificar su experiencia como un “milagro”.
Su historia sirve como una advertencia sobre la importancia de escuchar al cuerpo, incluso cuando los síntomas parecen inofensivos.
Un dolor de cabeza persistente o inusualmente severo, aunque no esté acompañado de otros signos alarmantes, puede ser la manifestación de un problema mucho más grave.
La difusión del testimonio de Calle en los medios de comunicación no solo satisface la curiosidad de la farándula, sino que cumple una función de servicio público al concientizar sobre la naturaleza a veces engañosa de los derrames cerebrales, que no siempre se presentan con el cuadro sintomático clásico.
La conexión entre el diagnóstico tardío y las secuelas graves es muy estrecha; en el caso de Paola, su rápida atención, impulsada por la intensidad del dolor, y la ausencia atípica de síntomas mayores, jugaron a su favor.
La vida de Paola Calle continúa, enriquecida por la gratitud que proviene de haber sorteado un evento que pudo haber cambiado su existencia drásticamente.
Su plataforma actual le permite compartir no solo entretenimiento, sino también, implícitamente, un mensaje de esperanza y la importancia de la salud.
De porrista a presentadora, y de la UCI al estudio de televisión en Miami, la trayectoria de Paola Calle ha demostrado que la vida puede cambiar en un instante, y la resiliencia es la clave para volver a ella con más fuerza y un profundo sentido de lo que realmente importa.
La querida presentadora, hoy libre de secuelas, se erige como un símbolo de la lucha silenciosa contra una enfermedad que no avisa y de la victoria que, a veces, viene vestida de migraña mal diagnosticada y un milagro oportuno.
La comunidad del espectáculo y sus seguidores celebran su recuperación y su valiente decisión de compartir este momento tan íntimo y crucial de su vida.
Su relato es un recordatorio de que, detrás del brillo de las cámaras, hay seres humanos vulnerables a las mismas amenazas de salud que el resto del mundo.
Y en esa vulnerabilidad compartida, reside la fuerza de su historia y el poder de su mensaje.