La separación de una pareja siempre representa un desafío, especialmente cuando hay hijos de por medio.
Este es el caso de la reconocida presentadora Carolina Cruz y el actor Lincoln Palomeque, quienes decidieron tomar caminos separados, pero comprometidos en mantener una relación cordial por el bienestar de sus hijos, Matías y Salvador.

En un reciente podcast titulado “Mi mundo, mis huellas, mi verdad”, Carolina Cruz compartió detalles íntimos sobre cómo ha manejado la separación y el impacto que esta ha tenido en sus hijos.
La presentadora, conocida por su franqueza, explicó que desde el momento en que ella y Lincoln tomaron la decisión de separarse, establecieron reglas claras para garantizar que la transición fuera lo menos traumática posible para sus pequeños.
Según Carolina, la prioridad siempre ha sido el bienestar emocional de Matías y Salvador.
Aunque Lincoln no vive con ellos, se ha asegurado de estar presente en la vida de sus hijos.
Incluso, se mudó a un apartamento cercano para facilitar la convivencia y el tiempo compartido.
La historia de Carolina y Lincoln es un ejemplo de cómo una separación, aunque dolorosa, puede manejarse de manera madura y respetuosa.
Ambos han dejado de lado sus diferencias personales para enfocarse en lo verdaderamente importante: la felicidad y estabilidad de sus hijos.
Este compromiso mutuo ha sido evidente en las acciones de ambos, desde la cercanía física de Lincoln hasta la comunicación abierta y sincera que Carolina ha mantenido con sus seguidores.

En el podcast, Carolina reveló cómo explicó la separación a su hijo mayor, Matías.
Utilizando una metáfora sencilla pero efectiva, comparó su relación con Lincoln con la de los dinosaurios en las historias que él conoce: aunque ya no estén juntos como pareja, seguirán siendo amigos y trabajando juntos como padres.
La reacción de Matías fue sorprendentemente madura, lo que alivió a Carolina, quien temía que el proceso fuera más complicado.
“Me dijo: ‘No te preocupes, mami, yo entiendo perfectamente que papá y tú sean amigos.
No pasa nada, no te angusties’”, compartió la presentadora.
Este momento de comprensión por parte de su hijo mayor fue un alivio para Carolina, quien describió a Matías como “un alma vieja” por su capacidad de procesar la situación con tranquilidad.
Por su parte, Salvador, el hijo menor, también ha demostrado un gran cariño por su padre.
Aunque pasa más tiempo con Carolina, debido a que ella tiene la custodia, Lincoln mantiene una relación cercana y afectuosa con ambos niños.
Carolina destacó que Salvador tiene un amor “superbonito” por su padre, lo que evidencia el esfuerzo de ambos padres por mantener una conexión sólida y significativa con sus hijos.

A pesar de los rumores y especulaciones en redes sociales sobre posibles tensiones entre Carolina y Lincoln, la presentadora dejó claro que la relación entre ambos se mantiene en buenos términos.
“Somos grandes amigos, tenemos una relación increíble como padres”, afirmó.
Además, destacó que Lincoln puede visitar a sus hijos en cualquier momento, sin restricciones de horarios o días específicos.
Esta madurez y compromiso por parte de ambos padres ha sido ampliamente elogiada por sus seguidores, quienes han destacado la importancia de anteponer el bienestar de los hijos en situaciones de separación.
En un mundo donde las separaciones suelen estar marcadas por conflictos y tensiones, la actitud de Carolina y Lincoln destaca como un modelo a seguir.
Su capacidad para priorizar el bienestar de sus hijos por encima de cualquier diferencia personal es un recordatorio de que, al final del día, el amor y el respeto son las bases de cualquier relación, ya sea como pareja o como padres.
Carolina también reflexionó sobre los aprendizajes que ha obtenido a lo largo de este proceso.
Según ella, esta experiencia le ha permitido crecer como persona y como madre, aprendiendo a manejar sus emociones y a ser un ejemplo de resiliencia para sus hijos.
La presentadora enfatizó la importancia de mantener una comunicación abierta y honesta con los niños, permitiéndoles expresar sus sentimientos y preocupaciones sin miedo a ser juzgados.
El caso de Carolina Cruz y Lincoln Palomeque pone de manifiesto la importancia de la colaboración y el respeto mutuo en situaciones de separación.
Aunque el camino no siempre es fácil, su historia demuestra que, con el enfoque adecuado, es posible superar los desafíos y construir una nueva dinámica familiar basada en el amor y la comprensión.
Mientras Carolina continúa compartiendo su experiencia y reflexiones con sus seguidores, queda claro que su principal objetivo es proporcionar un entorno estable y amoroso para Matías y Salvador.
Y aunque el futuro es incierto, la actitud de Carolina y Lincoln deja una lección valiosa: la familia no se define por la estructura, sino por el amor, el respeto y el compromiso compartido.
Esta historia, que ha captado la atención de miles de personas, no solo es un testimonio de fortaleza y madurez, sino también una inspiración para muchas familias que enfrentan circunstancias similares.
La separación no tiene por qué ser el fin de la felicidad familiar; con esfuerzo y dedicación, puede ser el comienzo de una nueva etapa llena de oportunidades para crecer y aprender juntos.